Original en francés.http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
ANAEL
12 julio 2011
12 julio 2011
Soy Anael Arcángel. Amados Niños de la Luz y Amadas Semillas de Estrellas, en este despliegue de la Luz, en este tiempo del sacro y de Lo Sagrado, permitidme enunciaros y anunciaros el tiempo de la Gracia que es el tiempo de vuestra Resurrección, a vivir. Vivir es la palabra que os permite, en este espacio y en este tiempo particular, considerar que la Alegría es vuestra morada, que la Alegría es vuestra Eternidad y que si la mirada del Corazón se lleva más allá de la apariencia, entonces se ve y se despliega, en vuestra Conciencia, por medio de la Presencia de Cristo en vuestra propia Presencia, haciendo que adoptéis la mirada de aquél que alcanza y se convierte en mariposa en el espacio de su propia Gracia. Permitiéndoles entonces vivir lo que hay que vivir, más allá de todo compromiso, más allá de cualquier miedo, porque en ese momento, estando llenos del Espíritu de Verdad, estando llenos del Espíritu de Cristo, vais a poder vivir el tiempo de la Revelación Final. Aquél dónde todo lo que no es la Gracia va a desaparecer, por la Ilusión, en el Fuego mismo de la Ilusión, consumiendo lo que debe consumirse, elevando lo que debe construirse en el tiempo de la Eternidad. Así se despliega, sobre vuestro mundo y aquél dónde está vuestra Conciencia por el momento, el tiempo de la Gracia. El tiempo de la Gracia que pone fin a la Ilusión, el tiempo de la Gracia que pone fin a lo que es falso, permitiendo por vuestra mirada en la Unidad, en el Corazón, vivir lo que se despliega, que no solamente les desincrusta de la Ilusión, de la posesión, sino que les permite volver a entrar en su Templo, volver a entrar en ustedes. En ustedes siendo este Espíritu, el que se despliega en esta carne que habitáis por el momento, haciendo que también la Tierra penetre en su tiempo de Eternidad, por el parto en su nueva Dimensión que es ahora. Entonces, hay exactamente que vivir el tiempo de las Celebraciones. Hay exactamente que manifestar el tiempo de la Resurrección. Dejad la Alegría, dejad la Paz y dejad la presencia de la Luz hacerse vuestra Presencia, convertirse en su estado, convertirse en su Alegría, porque es en este estado y solamente en este estado de Verdad que ningún espacio sombrío puede interferir. La Luz blanca se despliega en adelante en vuestros Cielos, enteramente, sobre esta Tierra, enteramente y en su Corazón, enteramente. El conjunto de las células va a Vibrar al Unísono de Cristo, permitiendo observar con el ojo del testigo que no es el que vive el tiempo final, sino en realidad el nuevo nacimiento de la mariposa. Niños de la ley de uno, estáis todos invitados sin excepción alguna a su propia Resurrección. Todos los Arcángeles os invitan por mi voz, a reuniros en él, a vuestra propia Libertad, a vuestra propia Esencia, allí donde se sitúa la Alegría de la Eternidad y de lo Eterno. Eso es ahora en estos tiempos. Cada uno de entre ustedes, en su tiempo, puede vivir este tiempo que es aquél sin tiempo de lo Eterno encontrado. ¿Entonces, qué hay que temer en el Templo de la Gracia? ¿Qué tenéis que temer en el Templo del Uno? ¿Qué tenéis que temer en el fin de lo que es Ilusorio, quién se diluye ante sus ojos? Permitiendo desaparecer en el Fuego de su propia consumición, Fuego del ego, Fuego falsificado, Fuego de este mundo Ilusorio, poniendo fin a la Matriz, permitiendo revelar la pureza del diamante, la de la Luz, la que sois, esa de Cristo que es la misma Luz, que es vuestra naturaleza, como ya había dicho, que es vuestra Esencia. Entonces abrid, abrid los Templos, como decía URIEL, de vuestra Eternidad. Para eso, dejad desplegarse la Luz y convertíos enteramente, en la Luz. Haceos lo que sois. No hay nada que temer, ya que la Luz es certeza, ya que la Luz es calor, ya que la Luz es el Amor más allá de toda posesión, más allá de toda atracción. El Amor es la Propia Esencia de la Creación, el Amor es la Propia Esencia de las Dimensiones. El Amor es la Propia Esencia de vuestra Esencias. Eso vais a revelarlo y a realizarlo en la totalidad de su Conciencia. Cristo se despliega. Estáis llamados pues, a vivirlo, vivir en Cristo, vivir el Cristo, tal es vuestra herencia. Él ya os lo había dicho: “las obras que hice, vosotros lo haréis y aun más grandes”. De la misma forma que puso fin a la Ilusión, en sí mismo, vosotros vais a poner fin a vuestra propia Ilusión, vais a vivir la Verdad. Este es el tiempo de la Gracia, aquél anunciado en todas las épocas.
Recordad que el tiempo que vivís puede ser visto con la mirada de la oruga o la mirada de la mariposa, porque el tiempo se confunde, haciéndoles penetrar la Eternidad donde no hay más futuro, donde no hay más pasado, donde se extiende y se despliega, simplemente, el tiempo de vuestra Presencia. Van a poder pues, Niños del Uno, manifestar el Uno, convertirse en el Uno, lo que sois desde toda Eternidad. Entonces no hay ya nada que temer, hay exactamente que dejar el Fuego del Amor derramarse. Hay exactamente que dejar que el Fuego Sea, tomar todo el lugar que es el vuestro y que es el suyo. Eso se despliega en el espacio del ahora. Cada día, cada minuto y cada respiración de vuestra vida estará habitado por la Respiración del Espíritu, trayendo en ustedes, a su Conciencia y en esta carne que habitáis, el despliegue de la Luz Vibral en todos los espacios y en todos los intersticios. En ese momento, Niños de la Unidad, os convertiréis en la Unidad, no estaréis ya separados. Entonces caerán de vuestros ojos, las lágrimas de diamante, de la Resurrección. Es a esto a lo que estáis llamados.
Solamente hay que observar objetivamente lo que muere y lo que nace. El ego es lo que muere. Lo que nace es el Cristo. Hay que acompañar de la misma forma, los dos, con el fin de convertirse en Cristo y ya no ser el ego. Eso es una Alegría simplemente. Es el tiempo de la Gracia. A medida que estén de acuerdo con el despliegue de la Luz, vivirán su propia Consagración de Lo Sagrado, permitiendo encender el conjunto de las Puertas de la Multidimensionalidad, transfigurando las fuerzas de oposición, yendo mucho más allá de toda identificación, incluso al que guarda el umbral, porque sabréis que todo eso solo pertenece que a un tiempo y que este tiempo ha pasado, que vosotros mismos superaron el tiempo de la Ilusión, penetrando en pleno Corazón del Templo de la Verdad. Entonces, abriros definitivamente, a la Última Verdad. Asentir, asentir a la Luz Cristo, asentir a su llegada, a su Presencia que es vuestra Presencia. Entonces vivid, no vaciléis. Id de lleno, con toda el alma en la medida de lo posible a la Eternidad, en la medida de lo posible que se convierte en Eternidad.
Así pues, nosotros Arcángeles de la Revelación Última, el Ángel MÉTATRON, el Ángel URIEL y yo mismo, llamándoos a la Resurrección, llamándoos al Verbo, por la potencia del Verbo y del logos en el Fuego del Espíritu. El Sol viene a vosotros, la Verdad viene a vosotros ya que es vuestra herencia, os lo hemos dicho. Habíamos prometido volver de nuevo y hemos vuelto. Vosotros habíais prometido despertaros y ha llegado el momento. Este tiempo es el tiempo de la Gracia. No es un tiempo de destrucción excepto para lo que no existe en ninguna otra parte que en las proyecciones. Vino el tiempo de la Eternidad, aquél dónde nada transitorio podrá oponer cualquier cosa de esta Verdad ya que son la Verdad, la Vía y la Vida. Entonces, levantaros y elevaros en el canto de vuestra Gracia porque sois la Gracia reencontrada para siempre. Sois la bendición del Eterno, sois la Eternidad, esto se os ha dicho. Es tiempo, ahora, de vivirlo. Es tiempo, ahora, de gritarlo en el Silencio de vuestro Corazón, en el Silencio de Su Presencia y en vuestra Presencia, más allá de la presencia Ilusoria, de toda veleidad de apropiación, en la Transparencia más total. Vais a revelar el canto de la Resurrección con el fin de doblar todo lo que era Ilusorio y de devolver al olvido todo lo que no tiene sentido en la Eternidad.
Niños de la Gracia, Semillas de Estrellas, Estrellas y Puertas de Luz, convertíos en Luz porque es lo que sois, desde la Eternidad. Los velos no tienen más de razón velar. El sufrimiento no tiene más de razón sufrir. No sois el sufrimiento, no sois los velos, no sois esta personalidad sino este Êtreté. Sois la Luz de los mundos, enteramente. Entonces no hay nada de lo que apoderarse. Solamente en el Silencio del Corazón, en el Templo de la Humildad, en el Templo de la Simplicidad, desplegar lo que sois, desde la Eternidad.
Ese Corazón de diamante, tapizado de Luz, donde la Luz se devuelve ad infinitum como un prisma que devuelve la Luz ininterrumpidamente de un extremo a otros de la Creación, permitiéndoles ser, como os hemos dicho: el punto y el conjunto de las Dimensiones. Entonces sí, decid sí al tiempo de la Gracia. Decid sí a lo que es Alegría ya que sois la Propia Esencia de la Alegría. No sois todo lo que habíais creído, todo lo que se os hizo creer. No sois este cuerpo que tiene que sobrevivir en el sufrimiento y el trabajo, de aquél que os encerró, privándoos de la hora, privándoos de la hora de vuestra Libertad.
Ahora, el tiempo de la Libertad y el Canto de la Libertad resuenan sobre la Tierra. El Canto del Phenix se eleva. Ha llegado la hora de las profecías. Ha llegado la hora de la estrella azul. Ha llegado la hora de Yerushalaïm que asciende en vosotros, por las doce Puertas, las de Yerushalaïm, y vuestras Puertas que son las mismas Puertas, las de la Resurrección. Entonces volveos el Único, convertíos en la Verdad porque lo habéis sido siempre. No hay nada que tomar. No hay nada que poseer porque ya sois todo eso, mucho más allá de todas las creencias y de todos los sufrimientos. Entonces se eleva el tiempo de la Gracia, permitiéndonos a nosotros los Arcángeles, los de la Revelación Última, desplegar nuestra Gracia, en vuestra Presencia. El Arcángel MÉTATRON ha consagrado lo que es Sagrado, ha cerrado lo que no es Sagrado. Entonces haced lo mismo. Pariros a vosotros mismos, en la Eternidad de vuestra Presencia. Eso es ahora y eso se hace, en esta carne, y eso se hace sobre esta Tierra y eso se hace dentro de la Ilusión. Ya que cómo poner fin a la Ilusión sin verla y sin desposarla también, con el fin de ayudarla a consumirse en su propio Fuego Ilusorio, al establecer el Fuego del Espíritu, que es lo que sois vosotros. Niños de la Unidad, Niños de la Verdad, Niños de la Vibración, sois la Esencia, sois la Vibración, sois la Vida, la Verdad. Sois Su Vía, sois Su Cuerpo y sois Su Carne, que asciende a la carne Eterna, la del Espíritu, la que no conoce ninguna marca, la que no conoce ningún sufrimiento. Entonces aceptad el tiempo de la Gracia porque es vuestra naturaleza que se despliega, la de Eternidad. Olvidad las tracas, olvidad lo que no sois vosotros. Olvidad lo que no es verdad. Olvidad lo que no Vibra en el Êtreté y en Su Presencia, que es vuestra Presencia. Tiempo de Gracia, la Puerta de la Resurrección está ahora abierta. Lo Sacro de lo Sagrado ha tenido lugar, permitiendo a lo Sacro de la Ilusión desaparecer de la vista de lo que es Sagrado. Participad en esto porque es el canto de vuestra Resurrección que se eleva de la Tierra y del Cielo. ¿Qué es lo que hay que hacer? Ser. Simplemente Ser, sin nada más que Ser. No hay nada que hacer. Solamente deshacer todo lo que pertenece a las construcciones Ilusorias. Solamente hay que dejar deshacer lo que se debe deshacer. Solamente hay que recibir la Alegría que es vuestra Esencia y vuestra naturaleza y esto se realiza en Cristo, en la Unidad de la Luz Blanca.
La Fusión de los Éteres preparó vuestras Puertas que, ahora, se despliegan en la Luz blanca, permitiéndoos encontrar el sentido de vuestra Eternidad y eso se vive en esta carne y eso se vive en este tiempo de la encarnación tan particular que es el tiempo de la Resurrección. Niños de la Unidad, como os decía, el Ángel URIEL: “escuchad el canto” ya que, finalmente, es el canto de la Resurrección que se eleva en vosotros. Tiempo de la Gracia donde danza en vosotros la Eternidad, tomándoos por la mano y el Espíritu, llevándoles entonces a desviarse de la Ilusión superándolo, no rechazándolo, que sería un acto de negación, sino iluminándola del Interior de vuestro Templo. Ahora esto se llama el tiempo de la Gracia porque lo que viene es la Gracia. Entonces, olviden todo lo que no es esta Gracia. No hay nada que pensar si no es volverse Gracia. No hay nada que hacer sino asentir a la Gracia. No hay nada que pedir ya que se realiza todo. No hay nada que esperar ya que todo se hace en el tiempo de la Gracia. Ésta es vuestra. El tiempo de la Gracia es vuestro tiempo que se inscribe en el firmamento de vuestra propia Eternidad. Mientras que vuestros pasos y vuestros ojos y que vuestro Corazón vayan en este sentido de la Gracia. Aceptad con la misma Gracia todo lo que viene a vuestra Conciencia ya que, en el tiempo de la Gracia, no hay nada que comprender, solo hay que ser y aceptar el despliegue de la Gracia, despliegue de la Luz y el Amor. Así, la Conciencia Unificada crecerá en Gracia en la medida que la Ilusión desaparezca.
Por supuesto las orugas sólo verán el fuego de la destrucción pero lo que viene es el Fuego de la Gracia. No puede ser de otra forma. Hay exactamente que desposar la Gracia. Hay exactamente que ser lo que sois, más allá de toda pertenencia, en total Libertad. Es hora de poner fin a todo lo que se llama compromiso ya que no podéis, estar atados a otra cosa sino a la totalidad. No podéis estar ligados otra cosa que la Verdad de vuestro Êtreté. Entonces, en los tiempos que se han abierto, que preparan la recepción de la Luz blanca, enteramente, la vuelta de Cristo, en Espíritu de Verdad, es tiempo, es hora de vivir la Gracia. Escuche el canto de esta Resurrección que llama a vuestro Templo. Que la Conciencia se convierta en el Corazón para que el Corazón se convierta en la única Verdad ya que la Creación es un Corazón que pulsa de manera continua, en todo el tiempo y en todas las Dimensiones. La Creación es Gracia. Nunca ha sido y será nunca esta competición. No será jamás el velo del sufrimiento. No será jamás el velo de la ocultación del Espíritu. Entonces alegraos porque es tiempo de ello. Es un tiempo de Gracia único que todos habéis querido vivir y manifestar. Solo el ego puede oponerse, en sus dudas y en su contracción, a esta dilatación última, la de la Luz que se despliega. Poco a poco, cada día, cada célula y cada átomo de vuestra Presencia va a despertarse. Entonces acoged este despertar en la más grande de las Gracias, la más grande del las humildades y simplicidades. Aceptad el presente, aceptad este presente que es un don, vuestro don, que es ese Abandono, el vuestro, que os permite vivir la Unidad de la Verdad, la Unidad de vuestro Êtreté. Cada día, cada minuto y cada aliento, si tal es vuestro Abandono, el tiempo de la Gracia crecerá en vosotros por su Presencia y por la Verdad. Entonces ¿qué dudar? ¿a qué esperar, si no es establecerse simplemente en la Verdad, en vuestra Gracia que está aquí, que viene a llamar por tercera vez a la Puerta y viene a despertar?
Niños del Uno, el sacro de Lo Sagrado ha permitido superar y transcender las leyes de la densidad, leyes de sufrimiento y oposición. No hay nada que juzgar, no hay nada que condenar. Hay exactamente que amar, hay exactamente que Vibrar en el Amor del Uno, en la Vibración de vuestra Esencia que es Amor, más allá de todo contingente, más allá de toda posesión. Entonces, sí, cada día y cada respiración, nosotros Arcángeles, así como los Ancianos, como las Estrellas, como Cristo, estarán cada vez más vivos en ustedes, y es eso lo que viven. La ausencia de distancia, la desaparición de toda separación entre la Vibración que somos nosotros y vuestra Vibración ya que, entre nosotros, no hay distancia. En Verdad os digo, somos uno. Entonces esto, solamente hay que dejarlo eclosionar. Es eso, el tiempo de la Gracia, esto es eso, el tiempo de la Resurrección. El de la Luz, el de la Unidad, el del Espíritu Solar, permitiendo a Cristo desposar a cada Uno y cada Una. El Templo se ha preparado. Debe en adelante afinarse, permitiéndoles, por la distancia tomada con la Ilusión, no rechazarlo, sino verlo como lo que es, un conjunto de velos y un conjunto de juegos que os privan de la Verdad.
No hay nada a qué aferrarse ya que todo lo que es Ilusión va a desaparecer. Hay exactamente que liberarse y Ser. Hay exactamente, que asentir. Hay exactamente que irradiar y convertirse en esta Radiación, convertirse en esta Vibración, esta pulsación que recorre los Universos y las Dimensiones, que es vuestra Esencia de cada uno y de cada una. Entonces, amadísimos del Uno, podrán entonar juntos, Unidos y Liberados en el Merkabah inter dimensional, la Nave de la Paloma, el canto de vuestra Liberación, el canto de la Libertad ya que Cristo será, en ese momento, en vosotros y entre vosotros. Vuestros ojos se abrirán. Os veréis tal como sois, en la desnudez de la carne, más allá de los velos de esta Ilusión. Este es el tiempo de la Gracia que abrió el Ángel MÉTATRON. Es en este tiempo de Gracia que debe desplegarse la Luz Vibral y también vuestra Presencia y el Cristo, que no es otro que vosotros, en la totalidad de vuestra Esencia, en todos vosotros reunidos y libres. Entonces, yo, Arcángel ANAEL, les invito a entrar en relación, de Corazón a Corazón, a entrar en relación, de Espíritu a Espíritu, de no ver ya la más mínima apariencia exterior en cualquier o en lo que sea y por eso, solamente hay que Ser. No hay nada que parecer, no hay nada que mostrar, no hay nada que demostrar, hay exactamente que Ser.
Vosotros sois el ALFA y la Omega, más allá del Bien y el Mal, en la Claridad y la Precisión, Hic y Nunc, en la Profundidad de la Unidad y en la Visión de Ki-Ris-Ti. Entonces, en ese momento, la Omega se asienta, estableciendo su nuevo Reino, el de la Verdad, la Unidad, la Transparencia, canto de Gracia y tiempo de Gracia. Así pues, por el conjunto de las Cruces, por el conjunto de las Reversiones, la Luz se despliega en la Gracia y vosotros, Niños del Único, acompañáis, unos y otros en la misma Unidad, la Verdad. Dejad resonar el canto de vuestro Corazón, dejad resonar el canto de vuestras células porque también viven el tiempo de la Gracia.
Niños del Uno, y a cada Uno, digo: entrad en vuestra Gracia porque es ahí donde encontrarán a Cristo y en ninguna otra parte, en ningún Templo exterior, en ninguna otra persona sino, solamente, en el Corazón. Entonces cada uno está llamado a manifestar la Gracia, enteramente. Ningún obstáculo de la Ilusión puede mantenerse ante la majestad de la Gracia, ante la majestad del Cristo. Así pues, como ha dicho antes de mí GEMMA, os doy la Paz de Cristo, les devuelvo a su Paz ya que el tiempo de la Gracia ha sonado. Esto es ahora. Entonces, juntos reunidos, vamos a Vibrar, en mi Presencia y vuestra Presencia, la Paz del Cristo. Desplegaos, desplegad vuestras alas. Así puedo decir, como Cristo, así como vosotros podéis decirlo: “yo os amo”.
Niños del Uno, Niños la Fuente, estaré presente en vuestro Templo, en el Tiempo de la alineación que confirmo y confirmaré cada día, a esta hora precisa, el tiempo de la Gracia, el tiempo de Su llegada. Así pues, podemos decir, como él dijo: “bendito sea el Eterno, bendito sea el Eterno, bendito sea el Eterno”. Soy el Arcángel ANAEL y soy vosotros y soy nosotros. Hasta luego, en el tiempo de la Gracia.
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