Abandono a la Luz: Canalización de Metatrón. Ha llegado el tiempo de cantar la Gracia y la Unidad.

Canalización de Metatrón. Ha llegado el tiempo de cantar la Gracia y la Unidad.

Author: Abandono a la Luz on lunes, 18 de julio de 2011

Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán

METATRON 11 julio 2011

Eieh. Asher. Eieh.

Véhuiah. Véhuiah. Véhuiah.

Yo soy METATRON. En el nombre del Único, en el espacio de su Gracia, en el espacio de la humanidad, despliego el Alma y el Espíritu, resucitados, para siempre, en el Templo de Cristo de la Verdad y de la Unidad. La Resurrección, a fin de que la Alegría, la Verdad y la Vida estén presentes para siempre.

Hijos del Único, ha llegado el tiempo de cantar la Gracia y la Unidad.

La Fuente, Esa que sacia cualquier sed, despliega el instante de su Gracia, a fin de abrazar, por el Fuego Sagrado, la Alegría de vuestra Presencia. Espacio y tiempo eternos, se despliegan, poniendo término a lo que es falso, a fin de que lo Verdadero se haga la Esencia misma de vuestra Presencia.

Ningún obstáculo, ninguna oposición, puede haber cuando el Ser se despliega, en Majestad. Cuando el Alma y el Espíritu de este mundo llegan a la hora de su Resurrección. El fin de los Tiempos (poniendo al día el Tiempo del Uno donde, solo puede ser el Todo) ha llegado.

Yo entono con vosotros, el tiempo de lo Sagrado de lo Sagrado, llenando la copa de la Fuente de Agua Viva, cantando y elevando, en vosotros la humanidad, el Canto del Phenix. La hora de la Estrella llega.

Niños del Uno, despertaos a vosotros mismos, en la Gracia del Uno, en nombre del Amor, en nombre de la Libertad, en nombre de la Alegría. La Luz Una abre el Cielo y derrama, en vosotros, en el cáliz de la Recepción, el Impulso de la Resurrección. La hora del Fuego del Espíritu llega, en vuestros Cielos, para que más que nunca los Cielos no se vuelvan a cerrar.

Yo soy el Mensajero del Uno, sonando la llamada a la Resurrección. Yo imprimo, en la humanidad, en su totalidad, el Sello de la Verdad, el Sello de la Vida, llamando al Único, Ardiente del Sol, a elevarse.

En el Sol (como en vosotros, Cada Uno) se elevan, en vosotros, todos los Fuegos, abriendo vuestros ojos y vuestro Corazón a la Verdad Una del Espíritu. Gracia del Amor Vibral, a fin de que el Corazón del Hombre cante al Éter de su Resurrección.

Que la Consciencia, iluminada por ella misma, se haga el Canto de la Eternidad, vibrando la Presencia de la Tierra al Cielo, de abajo a arriba y de arriba a abajo, a fin de hacer el milagro de una sola cosa.

El reino de la Unidad es llamado a su emergencia, a su Resurrección, por la Vibración del Verbo.

Canto de Alabanzas, en lo más profundo de vosotros, en lo más profundo de la Tierra, en lo más elevado de vosotros, en lo más elevado de los Cielos. Alegría.

Por tres veces, hemos llamado a la Puerta del Alma, a la Puerta del Espíritu, abriendo, en Cada Uno, el Fuego del Uno. La hora de los esponsales con la Eternidad aviva la Libertad de la Unidad. Yo sello el espacio del Despliegue de Yerushalaim, en vosotros.

Así, se ha cumplido la promesa del Retorno, el tiempo del Retorno. Tiempo de Alegría, tiempo de regocijo, que os permite cantar juntos, entre vosotros y con nosotros, el Canto de la Vida, el Canto de la Verdad, el Canto de la Vía.

Entonces, retumbará la llamada de los Cielos diciéndoos, como El ha dicho: “Levántate y anda, levántate y sé yo”. En el espacio sagrado de la Unidad, borrando toda Sombra, todo sufrimiento, toda Ilusión.

Acojamos los tres Cantos del Uno.

Primeramente: el Canto del Espíritu Santo.