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VIAJE A LA LUZ Y DE REGRESO
 

A TRAVES DE LA LUZ
Mellen Thomas Benedict es un artista que sobrevivió una experiencia cercana a la muerte en 1982. Estuvo muerto alrededor de una hora y media y durante ese tiempo salió de su cuerpo y fue al encuentro de la Luz. Deseoso de conocer los secretos del Universo, fue llevado a las profundidades remotas de la existencia, e incluso mas allá, al Vacío energético de la Nada detrás del Big Bang.
En relación con su experiencia cercana a la muerte, el doctor Kenneth Ring ha dicho: “Su historia es una de las mas impresionantes que me he encontrado en mi larga historia de investigación sobre estas experiencias”
EL CAMINO A LA MUERTE
En 1982 me morí de cáncer. Mi enfermedad no tenía operación y cualquier tipo de quimioterapia que pudieran darme me habría convertido en un vegetal. Me diagnosticaron de seis a ocho meses de vida. En los años setenta yo había sido un loco de la información y me había desanimado considerablemente acerca de la crisis nuclear, la ecología, etc.
Puesto que no tenía una base espiritual, comencé a creer que la naturaleza había cometido un error y que nosotros éramos probablemente un organismo cancerígeno en el planeta.
No veía posibilidad alguna de que pudiéramos escapar de todos los problemas que habíamos creado para nosotros mismos y para el planeta. Veía a todos los seres humanos como un cáncer y eso es de lo que yo enfermé. Eso es lo que me mató. Tenga cuidado con cual es su percepción del mundo. Puede volverse en su contra, especialmente si es una percepción negativa. Yo tenía una visión verdaderamente negativa. Eso es lo que me condujo a la muerte.
Traté todo tipo de métodos curativos alternativos, pero de nada sirvió. Así que llegué a la conclusión de que esto era algo exclusivamente entre Dios y yo. Nunca me había enfrentado a Dios antes, o ni siquiera había tenido que ver con Dios. No estaba metido en ninguna clase de espiritualidad por entonces, pero empecé a aprender sobre espiritualidad y métodos curativos alternativos.
Me dispuse a leer todo lo que pude sobre el tema porque no quería verme sorprendido cuando llegara al otro lado. Empecé a leer sobre diferentes religiones y filosofías. Todas eran muy interesantes y daban esperanza de que había algo al otro lado.
Por otro lado, como era pintor de vidrieras por cuenta propia en esa época, no tenía seguro médico de ninguna clase. De manera que mis ahorros desaparecieron enseguida al costear los análisis y las pruebas médicas. Entonces me vi teniendo que tratar con la profesión médica sin ningún tipo de seguro. No quise empobrecer a mi familia por esto, así que decidí llevarlo adelante solo. No sufría dolor constante, pero sí desmayos.
Así que no me atrevía a conducir y finalmente terminé siendo ayudado por el voluntariado personal de Hospice*. Fui muy afortunado por tener a este ángel que soportó la última parte de la enfermedad conmigo. Duré unos dieciocho meses. Yo no quería tomar muchos calmantes porque quería estar tan consciente como fuera posible. Después sufrí tanto dolor que solamente tenía dolor en mi tiempo de consciencia, afortunadamente solamente durante unos pocos días seguidos.
LA LUZ DE DIOS
Recuerdo haberme despertado una mañana en casa a las 4.30 y supe que mi muerte se acercaba. Este era el día en que me iba a morir. Así pues llamé a unos cuantos amigos y me despedí de ellos. Desperté a mi voluntario de Hospice y se lo dije. Habíamos hecho un acuerdo, ella y yo, de que ella dejaría mi cuerpo muerto a solas unas seis horas, porque yo había leído que ocurrían toda clase de cosas maravillosas cuando uno se muere. Después me volví a dormir.
Lo próximo que recuerdo es el comienzo de una típica experiencia cercana a la muerte. De repente estaba plenamente consciente y me levanté, pero mi cuerpo estaba en la cama.
Había oscuridad a mi alrededor. Estar fuera de mi cuerpo era algo más real que la experiencia de mi estado normal. Era tan real que podía ver cada habitación de la casa, podía ver el tejado de la casa, podía ver los alrededores y también por debajo de la casa. Había allí un brillo de Luz y me volví hacia la Luz. La Luz era muy similar a la que otra gente ha descrito en sus experiencias. Era tan magnífica y tangible que la puedes sentir. Es subyugante, y quieres ir hacia ella como querrías ir hacia los brazos de una madre o padre ideal. Cuando comencé a moverme hacia la Luz, sabía intuitivamente que si me iba hacia ella estaría muerto.
Así pues cuando iba hacia la Luz dije: ” Por favor, espera un momento, espera un segundo aquí. Quiero pensar en esto; me gustaría hablar contigo antes de irme.”
Para sorpresa mía toda la experiencia se detuvo en ese punto. Realmente se está en control de la experiencia personal cercana a la muerte. No vas en un viaje de montaña rusa. Mi petición fue concedida y pude conversar con la Luz. La Luz cambiaba a diferentes figuras como Jesús, Buda, Krisna, mandalas, imágenes y signos arquetípicos.
Le pregunté a la Luz: “¿Qué está pasando aquí?, por favor, revélate para mi. Quiero conocer la realidad de la situación.” No puedo decir las palabras exactas porque era una especie de telepatía.
La Luz respondió. La información que recibí fue que tus creencias dan forma al tipo de respuesta que obtienes delante de la Luz. Si eres budista o católico o fundamentalista recibes una respuesta de acuerdo con tus propios criterios religiosos. Tienes la oportunidad de mirarlo y examinarlo, pero la mayoría de la gente no lo hace. Cuando la Luz se reveló para mí, comprendí que lo que estaba viendo realmente era la matriz de nuestro Ser Superior.
Lo único que puedo decir es que se volvió una matriz, un mandala de almas, y lo que vi es que lo que llamamos nuestro Ser Superior en cada uno de nosotros es una matriz. Es también un conducto hacia la Fuente; cada uno de nosotros viene directamente, como una experiencia directa, de la Fuente. Todos tenemos un Ser Superior, o una parte de sobre alma de nuestro ser. Se reveló a mí en su forma de energía más auténtica. La única forma en que puedo describirlo es que el ente del Ser Superior es como un conducto. No tenía ese aspecto pero es una conexión directa con la Fuente que cada uno de nosotros tiene. Estamos directamente conectados con la Fuente.
Así pues, la Luz estaba mostrándome la matriz del Ser Superior. Y se hizo muy claro para mí que todos los Seres Superiores están conectados como un único ser, todos los seres humanos están conectados como un único ser, somos en realidad el mismo ser, diferentes aspectos del mismo ser. No era privativo de ninguna religión en particular.
Eso es lo que me estaba transmitiendo. Y ví este mandala de almas humanas. Es la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Entré a verlo y era impresionante. Era como todo el amor que has deseado tener, y era la clase de amor que cura, sana y regenera.
Cuando pedí a la Luz que continuara explicándome, comprendí lo que es la matriz del Ser Superior. Tenemos una red alrededor del planeta donde todos los Seres Superiores están conectados. Esto es como una gran compañía, un nivel superior sutil de energía que nos rodea, el nivel espiritual, podríamos decir. Después, tras un par de minutos, pedí más clarificación. Lo que yo realmente quería saber es cómo era el universo, y estaba dispuesto a irme en ese preciso momento. Dije: “Estoy preparado. Llévame”. Entonces la Luz se convirtió en la cosa más hermosa que he visto en mi vida: un mandala de almas
humanas en este planeta.
A este punto en el que me encontraba llegué con mi visión negativa de lo que ha sucedido en este planeta. A medida que le pedí a la luz que continuara aclarándome cosas, vi en este maravilloso mandala cuán hermosos somos todos en nuestra esencia, en nuestro interior. Somos la creación más hermosa. El alma humana, la matriz humana que todos juntos formamos, es absolutamente fantástica, elegante, exótica. No puedo decir cuánto cambió esto mi opinión sobre los seres humanos en ese instante. Dije: “Oh, Dios mío, yo no sabia cuán hermosos somos”. En cualquier nivel, alto o bajo, en cualquier forma en la que estés, eres la creación más hermosa. Estaba sorprendido de ver que no había maldad en ningún alma humana. Dije: “¿Cómo puede ser esto?”. La respuesta fue que ningún alma es intrínsecamente mala. Las cosas terribles que le ocurrían a las personas les podía llevar a hacer cosas terribles, pero sus almas no eran malas. Lo que todas las personas buscan, lo que las sostiene, es el amor, me dijo la Luz. Lo que distorsiona a las personas es la falta de amor.
Las revelaciones de la Luz continuaron casi sin parar y después le pregunté: “¿Quiere esto decir que la raza humana se salvará?”. Entonces, como un sonido de trompeta con una lluvia de luces ascendentes en espiral, la gran Luz habló diciendo:  “Recuerda esto y no lo olvides nunca: sálvate, redímete y cúrate a ti mismo. Siempre lo has hecho. Siempre lo harás. Fuiste creado con el poder de hacerlo desde antes del comienzo del mundo”.
En ese instante me di cuenta de algo más. Me di cuenta de que YA NOS HEMOS SALVADO, y nos salvamos a nosotros mismos porque fuimos diseñados para autocorregirnos como el resto del universo de Dios. De esto trata la segunda venida. Agradecí esta información a la Luz de Dios con todo mi corazón. Lo mejor que se me pudo ocurrir fueron estas simples palabras de total agradecimiento: “Oh, querido Dios, querido Universo, querido Gran Ente, amo mi vida”.
La Luz pareció absorberme incluso más profundamente. Como si estuviera absorbiéndome completamente. Para mi la Luz del Amor es, hasta el momento presente, indescriptible.
Entré en una nueva esfera, incluso mas profunda que la última, y comprendí algo más, mucho más. Era una enorme corriente de Luz, amplia y plena, dentro del Corazón de la Vida. Pregunté qué era aquello.
La Luz respondió: “Este es el Río de la Vida. Bebe de esta agua nutritiva hasta satisfacer tu corazón.” Y lo hice. Tomé un gran sorbo y luego otro. ¡Beber de la Vida misma! Me sentía extasiado.
Entonces la Luz dijo: “Tienes un deseo”. La Luz lo sabía todo sobre mí, todo lo presente, pasado y futuro. “Si”, susurré.
Pedí ver el resto del Universo, más allá de nuestro sistema solar, más allá de toda ilusión humana. La Luz me dijo que podía ir con la Corriente. Lo hice, y fui llevado a través de la Luz al final del túnel. Sentí y oí una serie de estampidos supersónicos
muy suaves. ¡Qué regocijo!
EL VACIO DE LA NADA
De repente, parecía que me alejaba del planeta, como en una nave, por esta corriente de Vida. Vi la tierra alejarse. El sistema solar, en todo su esplendor, pasó como un rayo delante de mí y desapareció. A una velocidad mas rápida que la luz, pasé volando por el centro de la galaxia absorbiendo más conocimiento a medida que viajaba. Aprendí que esta galaxia, y todas las del Universo, está repleta de diferentes clases de VIDA. Vi muchos mundos. La buena noticia es que no estamos solos en el Universo. A medida que viajaba por esta corriente de consciencia a través del centro de la galaxia, la corriente se expandió en impresionantes ondas fracciónales de energía. Los grandes enjambres de galaxias con toda su sabiduría antigua pasaron por delante.
En un primer momento pensé que me dirigía a alguna parte; que estaba viajando en realidad. Pero entonces me di cuenta de que, a medida que la corriente se expandía, mi propia consciencia también se expandía para absorber todo lo que había en el Universo. Toda la creación pasó por delante de mí. Era una maravilla inimaginable. Yo estaba como un niño maravillado. ¡Un bebé en el País de las Maravillas!
Parecía como si todas las creaciones del Universo se elevaran por encima de mí y desaparecieran en una partícula de luz. Casi inmediatamente, una segunda Luz apareció.
Venía de todas partes y era muy diferente; una Luz producida por mucho mas que todas las frecuencias del Universo. Sentí y oí de nuevo varios estampidos supersónicos aterciopelados. Mi consciencia, mi ser, se estaba expandiendo para encontrarse con todo el Universo Holográfico y con mucho mas.
Cuando entré en la segunda Luz, me llegó la percepción de que acababa de trascender la Verdad. Esas son las mejores palabras que tengo para describirlo, pero intentaré explicarlo. Cuando entré en contacto con la segunda Luz, me expandí mas allá de la Primera Luz. Me encontré en una profunda quietud, más allá del silencio. Pude ver o percibir la eternidad, más allá del infinito. Estaba en el Vacío.
Me encontraba en el periodo anterior a la creación, antes del Big-Bang. Había cruzado el comienzo del tiempo–la primera Palabra–la primera vibración. Estaba en el Ojo de la Creación. Me sentía como si estuviera tocando el Rostro de Dios. No era un sentimiento religioso. Simplemente estaba en completa comunión con la Vida y la Consciencia Absolutas.
Cuando digo que yo podía ver o percibir la eternidad, quiero decir que pude experimentar toda la creación generándose a si misma. Sin principio y sin fin. Eso es un pensamiento expansionador de la mente, ¿no creen? Los científicos perciben el Big-Bang como un acontecimiento único que creó el Universo. Vi que el Big Bang es solamente uno del número infinito de Big-Bangs que crean Universos continua y simultáneamente. Las únicas imágenes que se aproximan en términos humanos serían aquellas imágenes creadas por los superordenadores que usan ecuaciones geométricas fracciónales.
Los antiguos sabían de esto. Decían que Dios periódicamente creaba nuevos Universos al expirar el aire, y hacía desaparecer otros al inspirar el aire. Estas épocas se llamaban Yugas. La ciencia moderna lo llamó Big Bang. En todo esto yo estaba con una consciencia clara y plena. Podía ver o percibir todos los Big Bangs o Yugas creándose y descreándose a si mismos. En un instante entré en todos ellos simultáneamente. Vi que cada pequeña parte de la creación tiene a su vez el poder de crear. Esto es muy difícil de explicar. Aún no tengo palabras para describir esto.
Me llevó años después de volver aquí poder expresar con palabras mi experiencia en el Vacío. Ahora puedo decir esto, el Vacío es menos que nada y, no obstante, más que todo lo que existe. El Vacío es cero absoluto, es el caos que da forma a todas las posibilidades. Es la Consciencia Absoluta; mucho más que incluso la Inteligencia Universal.
¿Dónde está el Vacío? Yo lo sé. Está dentro y fuera de todo. Usted, ahora, incluso en esta vida, está siempre dentro y fuera del Vacío simultáneamente. No tiene que irse a ninguna parte ni morir para llegar allí. El Vacío es el hueco o la nada que hay en medio de todas las manifestaciones físicas. El ESPACIO entre los átomos y sus componentes.
La ciencia moderna ha empezado a estudiar este espacio entre todas las cosas. Lo llaman el punto Cero. Cada vez que intentan medirlo, sus instrumentos se salen de escala, o se van al infinito, por decirlo de alguna manera. Todavía no tienen la manera de medir la infinitud con exactitud. Hay más del espacio cero en su propio cuerpo y en el Universo que cualquier otra cosa.
Lo que los místicos llaman el Vacío no es un vacío. Está lleno de energía, una clase de energía diferente que ha creado todo lo que somos. Desde el Big-Bang todo es vibración, desde la primera Palabra, que es la primera vibración. La expresión bíblica “Yo soy” tiene en realidad un signo de interrogación al final. “Yo soy- ¿Qué soy yo?”.
Así pues la creación es Dios explorando su Ser a través de cada camino imaginable, en una exploración fluida e infinita por medio de cada uno de nosotros. A través de cada pelo de nuestras cabezas, de cada hoja de un árbol, de cada átomo, Dios está explorando su Ser, el gran “Yo soy”. Empecé a ver que cada cosa que existe es el Ser, literalmente, tu Ser, mi Ser. Todo es el gran Ser. Esa es la razón por la cual Dios sabe incluso cuando una hoja cae. Eso es posible porque donde quiera que estés, ahí es el centro del Universo. Donde quiera que un átomo esté, ese es el centro del universo.
Dios está ahí y en el Vacío.
Cuando estaba explorando el Vacío y todas las creaciones, me encontraba completamente fuera del tiempo y del espacio como lo conocemos. En este estado expansivo descubrí que la creación es la Consciencia Pura y Absoluta o Dios adentrándose en la Experiencia de la Vida tal como la conocemos. El Vacío en si mismo está desprovisto de experiencia. Es lo anterior a la vida. Antes de la primera vibración. Dios es mucho más que la Vida y la Muerte. Por eso hay incluso más que la Vida y la Muerte que experimentar en el Universo.
Yo estaba en el Vacío y era consciente de todo lo que se había creado. Era como estar mirando por los ojos de Dios. Me había convertido en Dios. De repente ya no era yo. Lo único que puedo decir es que miraba por los ojos de Dios. Y supe de repente por qué cada átomo existía, y pude entenderlo todo. Lo interesante de esto fue que entré en el Vacío y volví de él con el conocimiento de que Dios no está allí. Dios está aquí. De eso es de lo que todo esto trata.
Esa continua búsqueda del ser humano de ir a encontrar a Dios por ahí…..Dios nos lo dio todo, todo está aquí, aquí es donde está. Y ahora estamos en la exploración de Dios de Sí Mismo a través nuestro. La gente está tan ocupada intentando ser Dios, que deberían darse cuenta de que ya somos Dios, y de que Dios está convirtiéndose en nosotros. De eso se trata realmente.
Cuando me di cuenta de esto, había terminado mi deseo de estar en el Vacío y quería regresar a esta creación. Parecía lo natural. Entonces regresé a través de la segunda Luz o del Big-Bang, oyendo varios zumbidos aterciopelados más. Viajé de vuelta por la corriente de la consciencia a través de toda la creación y ¡qué viaje fue! Los grandes grupos de galaxias fluían por mi con más información incluso.
Pasé por el centro de nuestra galaxia, que es un agujero negro. Los agujeros negros son grandes procesadores o recicladores del Universo. ¿Saben lo que hay al otro lado de un agujero negro? Nosotros, nuestra galaxia; la cual ha sido reprocesada de otro Universo.
En su configuración total de energía, la galaxia parecía una fantástica ciudad de luces. Toda la energía a este lado del Big Bang es luz. Cada sub-átomo, átomo, estrella, planeta, incluso la misma consciencia, está hecha de luz y tiene una
frecuencia y/o partícula. La luz es algo vivo. Todo está hecho de luz, incluso las piedras. Por lo tanto todo está vivo. Todo está hecho de la Luz de Dios; todo es inteligente.
LA LUZ DEL AMOR
A medida que viajaba por la corriente, pude ver finalmente una gran Luz que se acercaba. Sabía que era la Primera Luz. El Ser Superior de la Luz Matriz de nuestro sistema solar. Entonces todo el sistema solar apareció en la Luz acompañado de uno de esos estampidos de terciopelo. Vi que el sistema solar en el que vivimos es nuestro cuerpo local más grande. Y nosotros somos mucho más grandes de lo que imaginamos. Vi que el sistema solar es nuestro cuerpo. Yo soy una parte de esto, y la tierra es este gran ser creado que somos, y nosotros somos la parte que sabe que existe. Pero solamente somos esa parte, no lo somos todo, solamente la parte que sabe que es.
Pude ver toda la energía que este sistema solar genera, y es un espectáculo de luz increíble! Pude oír la Música de las Esferas. Nuestro sistema solar, como todos los cuerpos celestiales, genera una matriz especial de luz, sonido y energías vibratorias.
Las civilizaciones avanzadas de otros sistemas de estrellas pueden localizar la vida como la conocemos en el universo por la marca vibratoria o matriz de energía. Es como un juego de niños. El Maravillado Niño de la Tierra (los seres humanos) produce una abundancia de sonido ahora, como niños jugando en el patio del universo.
Viajé por la corriente directamente al centro de la Luz. Me sentí abrazado por la Luz cuando me inspiró de nuevo, seguido de otro suave zumbido.
Yo estaba en esta gran Luz de Amor con la corriente de la vida fluyendo por mí. Tengo que decir de nuevo que era la Luz más amorosa y menos enjuiciadora que pueda existir.
Es el padre/madre ideal para este niño maravillado.
“¿Y ahora qué?” me pregunté.
La Luz me explicó que no existe la muerte; somos seres inmortales. Hemos estado vivos desde siempre. Comprendí que somos parte de un sistema de vida natural que se recicla ininterrumpidamente.
Nunca me dijeron que tenía que volver. Supe que volvería. Era lo natural, después de lo ue había visto.
No sé cuanto tiempo estuve con la Luz, en términos humanos. Pero llegó un momento en que me di cuenta de que todas mis preguntas habían sido respondidas y mi regreso se acercaba. Y quiero decir eso, que todas mis preguntas fueron respondidas en el otro lado. Todas mis preguntas han sido respondidas. Cada ser humano tiene una vida diferente y un conjunto de preguntas que explorar. Algunas de nuestras preguntas son universales, pero cada uno de nosotros está explorando esto que llamamos Vida de manera personal y única. Lo mismo está haciendo toda forma de vida, desde las montañas a cada
hoja en cada árbol. Y esto es muy importante para el resto de nosotros en este Universo. Porque todo contribuye al Gran cuadro, la plenitud de la Vida. Somos literalmente Dios explorando el Ser de Dios en una Danza infinita de Vida. La unicidad
de cada uno de nosotros intensifica toda la Vida.
EL REGRESO A LA TIERRA
Cuando comencé mi regreso al ciclo de la vida, nunca me pasó por la mente, ni me dijeron, que iba a regresar al mismo cuerpo que tenía antes. En realidad no importaba.
Confiaba plenamente en la Luz y en el proceso de la Vida. Cuando la corriente se fusionó con la gran Luz, pedí no olvidar las revelaciones y los sentimientos sobre lo que había aprendido en el otro lado. Obtuve un “Sí”. Sonó como un beso en mi alma.
Entonces de nuevo fui traído de vuelta a través de la Luz al espacio vibratorio. El proceso a la inversa, con mas información aún. Regresé a casa con información sobre la reencarnación. Me dieron respuestas a todas esas pequeñas preguntas que yo tenía:
“¿Cómo funciona esto?, “¿Cómo funciona aquello”?. Sabía que me reencarnaría.
La tierra es un gran procesador de energía y la consciencia individual evoluciona por eso en cada uno de nosotros.
Pensé en mí como ser humano por primera vez, y fui feliz de serlo. Por lo que he visto, sería feliz de ser un átomo en este universo. Un átomo. Así pues, ser la parte humana de Dios….. es la más maravillosa de las bendiciones. Es una bendición que va mucho mas allá de nuestra mayor valoración de lo que una bendición pueda ser. Para cada uno de nosotros ser la parte humana de esta experiencia es increíble y magnífico. Cada uno de nosotros, no importa donde estemos, tarados o no, es una bendición para el planeta, donde quiera que estemos.
Así pues pasé por el proceso de reencarnación esperando ser un bebé en algún lugar. Pero aprendí una lección sobre cómo la identidad y la consciencia individual evolucionan. Y me reencarné de nuevo en este cuerpo. Estaba tan sorprendido cuando abrí los ojos. No se por qué, porque lo entendía bien, pero era tal la sorpresa de estar de vuelta en este cuerpo, en mi habitación, con alguien mirándome sin parar de llorar.
Era mi voluntario del hospice. Se había resignado a mi muerte una hora y media después de encontrarme muerto. Estaba segura de que estaba muerto. Todos los signos de la muerte estaban presentes- me estaba poniendo rígido.
No sabemos cuanto tiempo estuve muerto, pero sí sabemos que pasó una hora y media desde que me encontró muerto. Ella respetó tanto tiempo como pudo mi deseo de dejar solo mi cuerpo recién muerto durante unas horas. Teníamos un  estetoscopio amplificado y diferentes formas de examinar las funciones vitales del cuerpo para ver lo que estaba ocurriendo. Ella puede verificar que yo estaba realmente muerto. No fue una experiencia cercana a la muerte. Experimenté la muerte misma al menos durante una hora y media.
Ella me encontró muerto y probó con el estetoscopio, la presión sanguínea y el monitor para las pulsaciones del corazón durante hora y media. Después me desperté y vi la luz fuera. Intenté levantarme para ir hacia ella, pero me caí de la cama. Ella oyó un fuerte golpe seco, corrió y me encontró en el suelo.
Cuando me recobré estaba muy sorprendido y muy impresionado por lo que me había sucedido. Al principio, los recuerdos del viaje que tengo ahora no los tenía. Me desvanecía de este mundo por un tiempo y no hacía mas que preguntar: “¿Estoy vivo?”.
Este mundo me parecía más un sueño que aquél. A los tres días ya me sentía normal otra vez, más despejado, pero diferente a como me había sentido nunca. Mis recuerdos del viaje me llegaron más tarde. No veía nada malo en ningún ser humano que había visto en mi vida. Hasta entonces era bastante enjuiciador. Pensaba que mucha gente vivía tarada, de hecho creía que todo el mundo lo estaba menos yo. Pero ya me aclaré sobre todo eso.
Unos tres meses más tarde, un amigo me dijo que debía hacerme unas pruebas y fui a revisarme con el scanner y eso. Realmente me sentía bien, así que me asustaba el hecho de que me dieran malas noticias. Recuerdo al médico de la clínica mirando las pruebas de antes y de después, y diciendo: “Bueno, aquí no hay nada ahora”. Yo dije: “¿de verdad?, debe ser un milagro”. El dijo: “No, estas cosas ocurren, se llama remisión espontánea.” Se comportó con mucha naturalidad. Pero ocurrió un milagro, y yo estaba muy impresionado, incluso aunque nadie más lo estuviera.
LECCIONES QUE APRENDÍ
El misterio de la vida tiene muy poco que ver con la inteligencia. El universo no es un proceso intelectual en absoluto. La inteligencia ayuda, es magnífica, pero ahora solamente utilizamos eso, en vez de nuestro corazón y la parte más sabia de nosotros mismos.
El centro de la tierra es este gran transmisor de energía, como se puede ver en los dibujos del campo magnético de la tierra. Ese es nuestro ciclo, introduciendo y extrayendo de nuevo almas reencarnadas. Un signo de que estás alcanzando el nivel
humano es que empiezas a desarrollar una consciencia individual. Los animales tienen un alma grupal, y se reencarnan en almas grupales. Un ciervo va a ser un ciervo siempre.
Pero haber nacido humano, tanto si es deformado o un genio, muestra que se está en el camino de desarrollar una consciencia individual. Eso es en sí parte de la consciencia de grupo llamada humanidad.
Vi que las razas eran grupos de personalidad. Naciones como Francia, Alemania y China tienen cada una su propia personalidad. Las ciudades tienen su personalidad, sus almas de grupo local que atraen a determinada gente. Las familias tienen almas de grupo. La identidad individual está evolucionando como ramas de una fracción, el alma del grupo explora nuestra individualidad. Las diferentes preguntas que cada uno de nosotros tiene son muy muy importantes. Así es cómo Dios está explorando el Ser de Dios- a través de ti. Así pues, haz tus preguntas, realiza tu búsqueda. Encontrarás tu Ser y encontrarás a Dios en ese Ser, porque solamente existe el Ser.
Más que eso, empecé a ver que cada uno de nosotros es un compañero de alma. Somos parte de la misma alma dividiéndose en muchas direcciones creativas, pero aún la misma. Ahora miro a cualquier ser humano que veo y veo a un compañero de alma, mi compañero de alma, el que siempre he estado buscando. Más allá de eso, el mejor compañero de alma que tendrás eres tú mismo.
Somos ambas cosas, masculino y femenino. Experimentamos esto en el útero materno y también en los estados de reencarnación. Si estás buscando ese definitivo compañero de alma fuera de ti mismo, puede que nunca lo encuentres; no está ahí. Lo mismo que Dios no está “ahí”, Dios está aquí. No busques a Dios “por ahí”. Búscalo aquí. Busca a través de tu Ser. Empieza a tener la más intensa relación de amor de tu vida—con tu propio Ser. Amarás todas las cosas a partir de eso.
Descendí a lo que se podría llamar el Infierno y fue muy sorprendente. No vi a Satanás o al diablo. Mi descenso al Infierno fue un descenso a la miseria humana, la ignorancia, la oscuridad de no saber. Parecía como una eternidad desgraciada. Pero cada uno de los millones de almas que estaban alrededor mío tenían una pequeña estrella de luz siempre al alcance. Pero nadie parecía prestarle atención. Estaban tan entristecidos con su propio pesar, trauma y desgracia. Pero, después de lo que parecía una eternidad, empecé a llamar a esa Luz, como un niño pidiendo ayuda a su padre o su madre.
Entonces la Luz se abrió y formó un túnel que vino justo hasta mí y me aisló de todo ese miedo y dolor. Eso es realmente el Infierno. Por lo tanto lo que nosotros estamos aprendiendo es a cogernos de la mano, a estar juntos. Las puertas del infierno están abiertas ahora. Nosotros vamos a juntarnos, cogernos de la mano, y salir del Infierno juntos. La Luz vino hasta mí y se convirtió en un gran ángel dorado. Yo dije: “¿Eres el ángel de la muerte? Me dijo que era mi gran alma, la matriz de mi Ser Superior, una parte de nosotros muy muy antigua. Entonces fui llevado a la Luz.
Pronto nuestra ciencia cuantificará el espíritu. Los físicos usan colisiones atómicas para aplastar átomos y ver de qué están hechos. Los desglosaron en quarks y magia y todo eso. Bien, un día ellos llegarán hasta la pequeña cosa que hace la unión de todo y ellos tendrán que llamarla… Dios.
Con los colisionantes atómicos ellos no sólo están viendo que está allí sino que están creando partículas. Gracias a Dios la mayor parte de ellas viven solo milisegundos y nanosegundos. Estamos comenzando a entender lo que estamos creando también mientras avanzamos. Mientras veía por siempre, llegué a un reino en el que hay un punto por el que pasamos todo conocimiento y comenzamos creando el próximo fractal. Tenemos ese poder de crear a medida que exploramos. Y ese es Dios expándiendose a sí mismo a través nuestro.
Desde mi regreso he experimentado la Luz espontáneamente, y he aprendido cómo llegar a ese espacio casi en cualquier momento durante la meditación. Cada uno de vosotros puede hacerlo también. No te tienes que morir para hacerlo. Está dentro de tu equipación.
Estás preparado para ello. El cuerpo es el más magnífico ser de Luz que existe. El cuerpo es un universo de luz increíble. El espíritu no nos impulsa a disolver este cuerpo. Eso no es lo que está sucediendo. Deja de querer ser Dios. Dios se esta convirtiendo en ti. Aquí.
La mente es como un niño corriendo por el universo, pidiendo esto y pensando que creó el mundo. Pero, yo le pregunto a la mente: “¿Qué tuvo tu madre que ver con esto?”. Ese es el próximo nivel de consciencia espiritual. Ay mi madre! De repente dejas atrás el ego porque no eres la única alma en el universo.
Una de mis preguntas a la Luz fue: “¿Qué es el Cielo?”, se me mostraron todos los cielos que han sido creados: los Nirvanas, los campos de la caza feliz, todos ellos.
Fui a ellos. Son creaciones de forma de pensamiento que hemos creado. No vamos realmente al cielo. Somos reprocesados.
Luego pregunté a Dios: “¿Cuál es la mejor religión del planeta? ¿Cuál es la verdadera?”
Dios dijo con gran amor “No me importa” Qué increíble gracia. No importa de qué religión somos. Las religiones vienen y van, cambian. El Budismo no ha existido siempre, el catolicismo no ha estado siempre ahí, y todas se van a iluminar más. Está llegando más luz a todos los sistemas ahora.
Muchos se resistirán y lucharán, una religión contra otra, creyendo que sólo ellas son las verdaderas. Cuando la Divinidad dijo “No me importa”, entendí que es a nosotros a quienes nos preocupa…
*Hospice es una organización de profesionales y voluntarios que visitan a las personas en fase terminal para ayudarles durante los últimos días y semanas de vida. Hospice se encuentra en varios países europeos y norteamericanos.

LOS DIEZ ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES
 

Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social.
A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos.
La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”. Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.
El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. El Universo tiene sus “teclas” y la metafísica nos enseña.
¿Cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas.
Algunos de los errores más comunes son los siguientes:
1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA
Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño.
En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.
Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error. No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias. Solamente los pensamientos que hemos internalizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que “sentimos” internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo.
La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la internalizamos como una verdad dentro de nosotros.
La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de paz, armonía y prosperidad.
2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN
Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.
La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque el problema es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.
El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.
En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.
3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE
No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar.
En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.
Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de El. Nosotros y el “cielo” somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.
4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS
En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.
Cuando uno se aflige por la enfermedad de un ser querido, agrava esa enfermedad, le da más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.
Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.
5. CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS
Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.
Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.
Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.
Todos somos iguales antes los ojos de Dios. Para El, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.
6. SACRIFICARSE POR OTROS
No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.
El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.
El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.
La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.
7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO
Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal.
Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.
Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.
Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla.
Vivimos en un Universo Mental. “Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.
8. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO
Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.
Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.
No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.
El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar.
Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.
Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti”.
9. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA
Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantados y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.
Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.
Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.
Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no.
Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.
10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENOJARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL
Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo. Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos la sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no.
El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse.
En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “Todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.
La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.
La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer por que necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.

Autor desconocido.
http://senderodelmago.blogspot.mx/2013/04/camino-espiritual.html

Consagra tu casa al Señor

“Una construcción, ya sea un templo o una casa, pero también objetos, alimentos, ropa, pueden ser consagrados a una entidad, a una idea, a fin de servir a un trabajo determinado. Cuando se consagra un objeto, en su lado etérico quedan grabadas marcas, imágines tales que, a partir de entonces, indican que el objeto pertenece a esta entidad, a esta idea, está reservado. El Cielo ha asistido a esta consagración, ha sido el testigo. A partir de este momento, si unos intrusos intentan apoderarse de él, son considerados culpables de una violación de domicilio, existe una «policía» espiritual que los persigue y los expulsa.

Seguramente esto os sorprenderá, pero los objetos son como moradas con puertas y ventanas por donde las entidades pueden entrar y salir. Para que las entidades maléficas no usen estos objetos, consagradlos al Señor, a la Madre divina, a las fuerzas luminosas y creadoras de la naturaleza: quedarán reservados.

Omraam Mikhaël Aïvanhov