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Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: y Odilia Rivera
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UN AMIGO
14 septiembre 2011


Soy un AMIGO. De mi Corazón a su Corazón, que la Paz y la Alegría reinen entre todos y entre nosotros. El conjunto del Antiguos me pidió volver de nuevo entre ustedes, con el fin de expresar una serie de conceptos y elementos relativos al Pilar de la Transparencia, que se conecta a la Puerta Posterior del CRISTO (de la Luz KI-RIS-TI o de la Luz Blanca). Voy a exponerles lo que es este concepto de Transparencia. Volverse una Transparencia de Luz y ser Transparentes a la Luz, es realizar el CRISTO, es realizar, en sí, él Sí, el Despertar, vivir la Realización. Vivir conscientemente, aquí, sobre este mundo, estando completamente consciente de otra parte, presente en el conjunto de los Universos, en el conjunto de las Dimensiones. Haciendo entonces tomar Conciencia, en Verdad, y no en idea, del Maya de este mundo, de su ilusión. Por supuesto, la Luz Blanca es Amor.

Por supuesto, vivir eso, requiere, precisamente, una Fusión con la Luz Blanca, una salida del marco habitual de la vida, tal como lo concibe el humano, siendo siempre humano. A través del Fuego del Corazón, a través de una Conciencia que no tiene ya nada que ver con la conciencia ordinaria. Una Conciencia que se está expandiendo hasta tocar los Cielos, tocar el origen y tocar el final, probar el néctar de la Fuente y vivir este néctar, permanentemente. Es a eso a lo que es llamado cada uno, en este período particular de Transición. Como todos nosotros, Ancianos, se los dijimos, les dimos un máximo de elementos, un máximo de prácticas y elementos, pudiendo también permitirles acercarse de esta Transparencia. Entonces, si lo quieren bien, vamos a explorar lo que es esta Transparencia.

La Transparencia es lo que les hace salir de la apariencia, es lo que les hace salir de la ilusión de ser una persona, en este mundo, y que hace que no pueda ya haber la menor interacción, en este mundo, vinculada a la persona, sino una acción, lúcida y consciente, directamente conectada a la Presencia Sí, de la Unidad, de la Verdad, de la Belleza. Pasar a ser Transparente a la Luz, es procurar que, dentro de la Conciencia, no existan más zonas de resistencias. La Luz puede entonces atravesarles, enteramente, sin que esté detenida, dentro de la Conciencia, por cualquier elemento. Pasar a ser Transparente a la Luz confiere, por supuesto, lo que ya dije, confiere un estado de Serenidad, un estado de Paz, un estado de Alegría, a ningún otro similar, un estado de Serenidad y Beatitud.

Vivir la Unidad y manifestar la Unidad, volverse Transparente, es estar incluso más allá de la identificación a la Luz, es volverse uno mismo, en Conciencia, la totalidad de la Luz. Para eso, no debe existir más el mínimo apego de la persona, una mínima voluntad de la persona de otra cosa que de permanecer en el establecimiento de esta Luz, en esta Transparencia. Ya que, en la Transparencia, cuando la Luz les cruza de parte en parte y cuando se aclimata dentro de este cuerpo físico, de este vehículo, solamente entonces a ese momento, la Conciencia se vuelve panorámica. Ya no se limita a la conciencia del yo, no se limita a la persona, pero va ya a venir a abarcar, bien más allá de un proceso empático, el conjunto de todas las manifestaciones, el conjunto de todos los Universos y el conjunto de todos los Hermanos y Hermanas. En ese momento, el Amor se vive como realidad trascendente y no está sometido a ninguna ley que exista en este mundo. El Amor de la Luz y vivir el Amor Vibral no tienen nada que ver con el amor humano. Es una transcendencia del amor humano porque este Amor está al contrario del amor humano: vuelve libre, libera y pone al otro en la Alegría. El amor humano es siempre condicional y condicionado. Condicionado a un juego de interacciones, precisamente vinculado a la opacidad y a la ausencia de Luz, no obstante, con una búsqueda de Luz.

El propio ser que se vuelve transparente a la Luz pasó a ser, el mismo, esta Luz, bien más allá de la definición a la Luz, pero más por este concepto de Transparencia. No existe ninguna alteración posible para la Transparencia instalada. No existe ninguna posibilidad de hundirse en variaciones del humor, en variaciones de emociones o en variaciones de cualquier cosa. En la Unidad y en la Transparencia, la Conciencia está quieta y uniforme. No tiene variación distinta del grado de intensidad del vivir de la Alegría, que el grado de intensidad del vivir del Amor en sí. Vivir la Transparencia y la Luz Blanca, es estar en Samadhi, eso se lo dije, y es también experimentar una Visión, una Visión profundamente diferente de lo que pueden ver los ojos, de lo que puede dar, a ver y a entender, el cerebro. Eso se llamó por otra parte la Visión del Corazón. La Visión del Corazón ve más allá de las apariencias porque ve, precisamente, por Transparencia. Ve, en la persona que es vista por los ojos, más allá de lo que dan a ver los ojos. Ve el alma y, más allá de eso, ve realmente el Espíritu que está detrás de la apariencia de una persona que se enfrentaría. En ese momento, por supuesto, lo que gusta no es la persona que está en frente, sino el Espíritu que devuelve al Espíritu. Así pues, el Ser que vive la Unidad no puede ya ser otra cosa que esta Transparencia. No puede el adherirse más a cualquiera que sea el modelo existente de este mundo. No pertenece ya a un país, no pertenece ya a una tradición, incluso si puede referirse, pero se volvió completamente libre y completamente liberado de todo acondicionamiento. El acondicionamiento es por otra parte una ausencia de Transparencia. Ya que los acondicionamientos van a definir, hasta cierto punto, marcos, que se establecen en los distintos sectores de la vida.

Ahora bien la Transparencia no tiene ya ningún marco. Se articula en torno a un determinado número de Pilares, que están en tren de explicárseles y revelárseles, llamados la Infancia, la Transparencia, la Humildad y la Simplicidad (ndr: ver la rúbrica “protocolos” de nuestro lugar). Sólo establecerse en el centro de estos 4 Pilares, que la Radiación de la Fuente, por Transparencia total, puede aparecer, bien más allá de las simples variaciones del Samadhi y la Alegría, donde el Ser vuelve a entrar en este inmanencia y esta temporalidad, bien más allá de la simple persona humana. En ese momento, la Conciencia es consciente de que vive un cuerpo que no es la Verdad. La Conciencia es consciente de que está más allá de este cuerpo, más allá de este mundo, presente en el conjunto de los Universos y en el conjunto de las Dimensiones. No obstante, la Conciencia mantiene, con felicidad y con alegría, este cuerpo de ilusión, no para sí mismo, sino sobre todo para todos los otros, que no son más que una parte de sí mismos, aún no revelados a su propia Verdad. La Conciencia que vive eso, en esta Transparencia, ya no se somete, por supuesto, en la Conciencia, a los riesgos de las acciones y reacciones, ya no se somete a los acondicionamientos y ya tampoco a las interacciones que pueden existir en las relaciones clásicas humanas, estando plenamente presente en toda relación, cualquiera que se presente. Por supuesto, el cuerpo no escapa, para la mayoría de entre los que viven eso, a los principios de corrupción de esta carne. La propia Fuente, cuando trabaja un cuerpo, sin pasar por la encarnación, no puede subsistir en este cuerpo creado, sino una serie de años, porque este mundo se ve privado efectivamente de Luz, porque este mundo se ve privado efectivamente de conexión a la Luz. Está afectado de amnesias. Está afectado de resistencias. Está afectado de depredaciones y sufrimientos. Todo eso, lo saben. Pero saben también que el impulso de la Luz Vibral, realizada desde hace ahora una serie de años, les vuelve posible, de manera mucho más fácil, el acceso a este estado. Pero acceder a este estado requiere, por eso, de hacerlo perdurar y durar en el tiempo de su encarnación: deben estabilizar este estado.

La experiencia del Corazón, una vez que se vivió, no sería más que una millonésima de segundo, nunca puede olvidarse. Porque es una experiencia trascendente, en el sentido más trascendente que sea, es decir es una experiencia que viene a modificar las normas mismas del funcionamiento de la Conciencia. Incluso si la Transparencia no se establece completamente, entonces, en ese momento, la Conciencia se establece en un nuevo estado. Este nuevo estado se les desarrolló, se llama Turiya o Conciencia Unitaria. Eso se manifiesta, así como lo he dicho, por Sat-Chit-Ananda. Eso se manifiesta por lo que se llama a Shantinilaya, vivir en toda conciencia la Residencia de Paz Suprema, allí donde más ninguna interferencia de este mundo puede interferir con el que es Transparente. Por el contrario, el que se volvió Transparente tiene el deber (pero este deber no es un sentido moral, es una aplicación lógica del estado de Transparencia) de ser, hasta cierto punto, un testigo vivo de este acceso a la Unidad. Es en el sentido que los Arcángeles los llamaron los Testigos de la Luz, los Ancladores de la Luz y los Sembradores de la Luz. Ya que es su función, es su papel, es su misión. El que encuentra la Luz, el que vive la Luz, se convierte en Transparencia de Luz y la Luz emana de él, irradia de él y fluye de él, permanentemente. No puede ya haber, hasta cierto punto, interrupción del raudal de la Luz, del raudal del Amor, del raudal de la Vibración.

Entonces, por supuesto, la personalidad, está aún presente en esta Dimensión, de este cuerpo, pero no está ya sobre el frente de la escena, no está ya en la apariencia, no está ya en el yo (juego), no está ya en la seducción de cualquier cosa y, sobre todo, no tiene ya que comprender cualquier cosa. Porque la Luz es de verdad (cuando la Conciencia Turiya se instala) la alimentación absoluta, la que no busca ya otra cosa que ser uno mismo esta Luz. No hay ya respuesta, porque la Luz es la respuesta. No hay ya investigación, porque la Luz se establece. No hay ya que sufrir, porque la Luz está más allá del sufrimiento y la interacción del placer y el sufrimiento. Todo eso, intento pasárselo, en palabras, a través de lo que viví de mi vivo y lo que pude transmitir a los que se me acercaron, de distintas maneras. Es a eso que son llamados. Es a eso que la Luz les llama. Es en eso que las zonas de resistencias que pueden manifestarse en ustedes, actualmente (que eso esté en forma de molestias, cualquiera que sean, asentadas en el alma, asentadas en lo que llaman el mental o las emociones, o también en su propio cuerpo), no son, en definitiva, más que los estímulos para ir hacia esta Transparencia.

Recuerden que Lord MÉTATRON abrió, en ustedes, la Puerta Posterior del Corazón, la Puerta KI-RIS-TI, que permite a la Luz Blanca penetrar en ustedes, enteramente (ndr: el punto KI-RIS-TI, entre los omóplatos). Este Pilar es uno de los apoyos principales que, si lo adoptan, si lo perciben, si lo viven y lo vibran, van a conducirles a pasar la Puerta Estrecha con más facilidad, porque en ese momento, tendrán la prueba indeleble, que se señala en la conciencia ordinaria, que existe un estado efectivamente de la Conciencia que no está vinculado a la persona, que no está vinculado a la ilusión y a la proyección, vividas en este mundo, sino que es intemporal, eterno y de un estado de Alegría y Éxtasis, que no tiene nada que ver con lo más bonito de las alegrías vividas en esta vida, en la ilusión.

Así pues, pasar a ser Transparente de Luz, es aceptar que la Luz atraviese, de parte a parte, el conjunto de la Conciencia, es aceptar ya no desear, es aceptar dejarse llevar y extasiar por la Luz, enteramente. Es ya no interferir por la sombra de los miedos. Es ya no interferir por la sombra de los compromisos. Es ya no interferir por la sombra de los deseos, cualquiera que sean, porque la Luz viene a colmar el conjunto de los deseos de toda alma. Eso fue llamado, por algunas de las Estrellas, consumirse en el Amor, y es eso exactamente que se produce. Por supuesto, los testimonios de las Estrellas fueron quizá más fuertes que las de los Ancianos. Y, por otra parte, entre lo que se llama los sexos, presentes sobre la superficie de esta Tierra, las mujeres siempre dieron testimonios mucho más intensos y mucho más ricos, de su vivencia de este estado. Porque la Transparencia, en cualquier caso, se inscribe, de manera mucho más simple, en la mujer, por lo mismo que su recepción de la vida dentro de su seno, cosa que el hombre no puede conocer. La mujer es pues más fácilmente una Creadora. No hablo de la creadora genital, sino de la Creadora de Luz, como pueden serlo, como ya se sabe, las Estrellas de Maria o también las Maestras Genetistas de Sirius, que son, por Esencia y por naturaleza, de las entidades de polaridad femenina. Aunque este femenino allí no tiene ya ningún sentido, con relación a la feminidad de la Tierra, no obstante se inscribe en una polaridad de alma y Espíritu.

No obstante, en este tiempo particular que viene, ahora, sobre la Tierra, tienen todos, hombre como mujer, niño como adulto y como anciano, la posibilidad de convertirse en una Transparencia de Luz. Pero para eso, es necesario aceptar, como se los dio el Arcángel ANAËL, desde hace mucho tiempo, abandonarse, enteramente, a la Luz, de aceptar ser llevado por la Luz, de olvidarse de uno mismo, ya no existir, ya no ser cualquier cosa, en este mundo. Eso se llama, efectivamente, la pequeña muerte y luego después, lo que ha sido llamado por otros Ancianos, de la noche negra del alma. Es a eso que son llamados. No pueden vivir en CRISTO, viviendo al mismo tiempo en la personalidad. Es uno u otro. Y eso va a aparecerles, cada vez más claramente, incluso en la conciencia de la personalidad. Esto con el fin de hacerles decidir a dar este paso que les hará cruzar la Puerta de la Unidad. Así como se lo demostramos, a medida de estos años, la Unidad no es un concepto que debe aceptarse intelectualmente. Es, sobre todo, un estado de consciencia que debe vivirse, que está bien más allá de la dualidad del BIEN y del MAL, que está bien más allá de los juegos habituales de las leyes de ATRACCIÓN y REPULSIÓN de este mundo, vinculados a la ATRACCIÓN/VISIÓN del eje falsificado de la Luz. Todo eso se rectificó, lo saben también, y cada ser humano, cada persona, cualquiera que sea lo que podrían llamar su karma, su edad, sus sufrimientos, sus compromisos, debe, en este último período, vivir la Transparencia.

Pero el volverse Transparente y ser Transparente, es aceptar dejar caer a sus propias sombras. Aceptar dejar caer sus propias sombras, esto no es combatirlas, es aceptar verlas, es aceptar reconocerlas por lo que son, y no más apegarse, y ya no darles atención, ya no darles peso y, al contrario, dejarles reducirse, por el juego de la Luz y por, precisamente, la Transparencia de la Luz. Eso no es un juego intelectual, pero es una acción real, Vibratoria, que debe traducirse, en la Conciencia, después de la noche negra del alma, por una disminución, cada vez más perceptible, de la propia Conciencia. La Conciencia va, hasta cierto punto, a trasladarse de este cuerpo, trasladarse de esta persona que habitan, trasladarse de todos los apegos presentes, sin por lo tanto desviarse de lo que debe realizarse, pero eso va a tomarse diferentemente, con una diferente mirada, que es la Visión del Corazón, que no tiene ya nada que ver con la visión de la persona o la visión de los ojos. Todo se vuelve transcendente.

La Transparencia a la Luz hace de ustedes un Ser de Luz, en el sentido más noble y el más perceptible para los que se acercan a ustedes. Más ninguna emoción puede venir a entonces alterar lo que son. Las emociones no hacen más que pasar, son disueltas instantáneamente por la Presencia de la Luz y por su Transparencia. Es a eso que el CRISTO viene a llamarles. Es a eso que la Luz Blanca viene a revelarles. Pero para eso, es necesario aceptar, como él lo decía cuando estuvo de paso sobre la Tierra, dejar los muertos enterrar a los muertos, de aportarles todo su amor (y no una ayuda, inscrita en la dualidad). Es necesario elevarse, para poder hacer bañarse, al conjunto de la humanidad y al conjunto de sus prójimos y al conjunto de vuestras relaciones, vuestras emociones y vuestros pensamientos, en esta Transparencia. Así pues, hay una necesidad de ligereza que experimenta el alma, en este momento último de Crucifixión llamado la noche negra del alma, también llamado, por el amado Juan, el choque de la humanidad. Es aquél que viven, actualmente, y que muchos entre ustedes comenzaron a vivir, por anticipado, yo diría, he aquí algunas semanas, algunos meses.

En este tiempo extremadamente reducido, que precede el Anuncio de María, van a ser llamados a hacer un examen de conciencia, no al sentido religioso, sino en el sentido de aceptar verse tal como son: eso se llamó, por eso, él cara a cara. No hay otra manera de solucionar el cara a cara que volverse Transparente, entonces, cualquiera que sea el nombre que daban a esta Transparencia. Ya que, efectivamente, pueden llamarle la Gracia, y también un Perdón, pero no un perdón conceptual (vivido en las emociones y del mental o del emocional) sino un Perdón real que permite abandonarse a la Luz y convertirse en, realmente, Transparencia. Ese Perdón no es un perdón de circunstancia o un perdón social. Es un Perdón Vibratorio, que se traduce, realmente, en una ligereza real y en una Alegría total, cuando se realiza. Si el Perdón no les libera y no les vuelve ligeros, no es el Perdón. Es simplemente un juego del ego y la personalidad. Si el hecho de desapegarse, por la acción de la Luz, no contribuye a aligerarlos, entonces, allí también, se trata de un juego de la personalidad.

Recuerdan que siempre he dicho que la Conciencia es Vibración. La Luz Vibral es Vibración. El Amor Vibral es Vibración. La Conciencia de la Unidad no puede existir, enteramente, hasta que se despierte la Corona Radiante del Corazón (el Fuego del Corazón). Y el que viene, como un ladrón en la noche, a despertar el Fuego del Corazón, es el CRISTO, es la Luz Blanca, es lo que, en mi tradición, yo llamaba Brahmán (la disolución Brahmánica). Es la que les conduce a vivir la disolución total, allí donde desaparecen todas las señales que hacen la vida ordinaria y el marco ordinario de la vida, en esta Dimensión. Es a eso que, ahora, el impulso del CRISTO (que va a hacerse cada vez más urgente) va a llamarles: a rasgar los sobres de la conciencia limitada, con el fin de penetrar, al mismo nivel y en plena lucidez, ante este cara a cara y esta Transparencia.

Entonces, para los de entre ustedes que aún no vivieron este Fuego del Corazón, y que están quizá en las primicias o en la plena cumbre de la noche negra del alma, sepan que, del otro lado, hay la Luz y hay la Felicidad. Pero, para eso, deben aceptar liberarse. No son ustedes sus sufrimientos. No son sus compromisos. Son menos aún este cuerpo y con todo, es dentro que se encierra su Conciencia. No son ustedes tampoco los juegos sociales. No son de lo que se enteraron. No son nada de la edad que creen tener. No son esta persona que se localiza, aquí, en este lugar. Son mucho más extensos que eso. Pero, para eso, es necesario aceptar liberar todo lo que tienen con la personalidad. No pueden penetrar el Cielo, como se los dijo, si no vuelven a ser como un niño y si aceptan, solamente, morir a ustedes mismos, enteramente.

Mientras la Crucifixión no se vive, hay Resurrección. Para eso, la Luz Vibral viene a llamarles. Los llamó durante mucho tiempo, como lo había dicho San Juan, por la Corona Radiante de la cabeza, haciendo de ustedes los Llamados. Ahora, si quieren incorporarse a la Unidad, a ustedes les corresponde decidirse, a ustedes les corresponde dar el paso, es decir, de pasar a ser Transparencia de Luz. Para eso, es necesario abandonar razonablemente todo lo que hace lo que creen ser ya que no son nada de todo eso. Como se los decía también HERMANO K, es necesario liberarse, enteramente, de lo que se conoce, y lo que se conoce, es la personalidad, con sus defectos, con sus inclinaciones, con sus compromisos, con sus vínculos, con sus roles, con sus funciones. Deben penetrar, completamente desnudos, en esta Transparencia, con el fin de cruzar la Puerta Estrecha y establecerse, por la Gracia de la Humildad y la Simplicidad, en el centro del Corazón, sobre el punto ER, sobre la Radiación de la Fuente y convertirse en esta Fuente.

Mientras eso permanezca en ideas, mientras eso permanezca en conceptos, su persona, en el sentido de la personalidad, va a apropiárselo. Entonces, es necesario devolverlo todo. No pueden penetrar la Transparencia de la Luz, y convertirse en Transparencia de Luz, mientras exista la menor zona de sombra. Las zonas de sombra no son más que miedos proyectados exteriormente. Las zonas de sombra no son más que sufrimientos que no se curaron. Pero no tienen ya tiempo de curar estos sufrimientos, aplicando el bálsamo de la personalidad. No tienen ya tiempo de curar los sufrimientos, aplicando el bálsamo de la comprensión. En la actualidad, el único bálsamo que es posible, es el de la Luz Vibral. Y para que actúe, basta simplemente con dejarla actuar, enteramente. Y para eso, no es necesario obrar recíprocamente con la Luz, no es necesario ya buscarla, no es necesario ya pedirla, es necesario serlo y personificarlo, enteramente. Y eso sólo puede realizarse si, precisamente, detienen, de manera deliberada, todo pensamiento, de manera deliberada, toda emoción y, por eso, toda voluntad y toda pretensión. Es el momento en que no aceptan, como se lo habría dicho, quizá, la Estrella TERESA, no ser estrictamente ya nada, penetrar en la Humildad (que no es una negación de la vida, pero la negación de la ilusión de este mundo), con el fin de hacerles penetrar, en Verdad, la Verdadera Vida, que es la de la Eternidad, de la Transparencia de la Luz. En ese momento, no serán ya el testigo de esta llamada de la Luz, pero se convertirán en el testigo de la propia Luz, porque se convertirán en Transparentes. Pasar a ser Transparente es, por eso, vibrar más allá de toda la problemática existiendo en este mundo, no desviándose de ellas, sino simplemente porque ellas, a medida de su Abandono, van a desaparecer por sí mismas por la acción de la Luz.

Recuerden que la Luz nunca lucha, la Luz nunca obliga. La Luz tiene exactamente que dejarse actuar. La Luz tiene exactamente, en lo que son, que dejarse traslucir, es decir, ir más allá de lo que parece, más allá de la apariencia, para que todo pase a ser claro, que todo se vuelva límpido, que todo se vuelva ligero. La Luz les llama a un Amor inefable. Ningún amor humano, cualquiera que sea, ninguna proyección de un amor exterior, puede competir, de ninguna manera, con este Amor. Es por eso que muy numerosos místicos y místicas les hablaron de esta consumación de Amor. Es exactamente a eso que son llamados. Los Estados que vivía, por ejemplo, MA ANANDA MOYI, pueden, hoy, totalmente vivirlos. A medida que dejen la Transparencia establecerse, a medida que dejen la Luz actuar y trabajar, en ustedes, vivirán eso, cada vez con más claridad y limpidez.

Es necesario también entender y aceptar que lo que muchos de ustedes ven en el cielo, en la Luz Adamantina, se reforzará y volverá cada vez más denso, va, un bonito día, a invadir el conjunto de este mundo, y en ese momento, no habrá dos soluciones: o mantuvieron las resistencias, o se convirtieron en, Transparencia, completamente. Es mucho más fácil convertirse en Transparente durante este período último, pero no podrán convertirse en más Transparentes en el momento final. Es ahora que es necesario hacer eso.

He aquí el sentido de mi intervención, era mostrarles e intentar hacerles vivir, a lo sumo cerca del Corazón, lo que es este concepto de Transparencia de Luz. Cuando el CRISTO venga a tocar a la Puerta (no ya a su Puerta individual, sino al nivel del mundo entero), les preguntará, en ese momento, si son Transparentes. No se los pedirá con palabras. Se los mostrará, con relación a lo que son. Y de la distancia que pueda existir, o de la coincidencia que se establecerá, entre lo que creen ser y lo que son, realmente, entonces se establecerá la Unidad. Y eso se desarrollará, en un momento, sin ninguna pérdida, sin ningún sufrimiento, sin ningún miedo, cualquiera que sea. Eso será, obviamente, profundamente diferente si aún ni siquiera pasaron la noche negra del alma. Y para eso, recuerden, deben abandonarse. Eso se repitió de múltiples maneras: esta tensión hacia el Abandono, del que hablaba HILDEGARDE VON BINGEN, corresponde realmente a esto que tienen que ser. No hay nada que hacer en este estado de ser. Hay precisamente que deshacer. Hay, precisamente, ya que no querer. Hay, precisamente, no estar identificados ya a cualquier cosa de este mundo, a cualquier cosa de este cuerpo, a cualquier cosa de esta personalidad, muy siendo conscientes de que están también en eso, pero que no son eso. He aquí lo que viene a pedirles el impulso del CRISTO. He aquí lo que Lord MÉTATRON abrió, lo que MARIA les anuncia, como Estrella anunciando la Estrella. Todo eso se inscribe en su vivir, todo eso se inscribe en lo que tienen que vivir, sobre este poco de tiempo de estas cuantas semanas, que tienen para transmutar en ustedes. El mundo se transmutará, en cualquier caso. La entrega de la Tierra, y su Ascensión, está inscrita y realizada y, como ya lo sabes, sobre otros planos. Ustedes permanecen, en la conciencia individual que es la suya, en esta conciencia limitada, a manifestarlo, a concretarlo, a concientizarlo y a vivirlo.

Lo dijimos que algunos de entre ustedes, ya viviendo el Fuego del Corazón, tenían vínculos. Que estos vínculos (en las muñecas, en los tobillos) se habían retirado, pero que ustedes se mantienen, aún, en la superficie de este mundo, porque sabían que tenían que actuar en la superficie de este mundo. Muy pronto, eso les resultará, no como una obligación, no como un conocimiento, porque la Vibración de la Luz se volverá tan intensa, sobre esta Tierra, que los fenómenos llamados Ascensión corresponderán a la inmersión en la Luz, a la inmersión en vuestra naturaleza, pero a condición de que, hasta entonces, si tal es su elección, ustedes hayan realizado esta naturaleza que son, de toda Eternidad. En cualquier caso, mantengan presente al espíritu (y allí me dirijo al conjunto de la humanidad y no solamente a los que vibraron y vivieron en una de las Coronas Radiantes o del conjunto de las 3 Lámparas): se liberará cada ser humano, cada Hermano, cada Hermana, del encerramiento y eso pasa por la reconexión a la Luz. Incluso si hay una distancia entre la Conciencia, aún encerrada, y la Luz, cada uno reconocerá la Luz para lo que es e irá pues, como se lo dijimos, en función, estrictamente, de su propio estado de consciencia, es decir, de su propia Vibración.

Entonces, no hay ningún temor que añadir a eso. Ciertamente, lo que debe vivirse es un momento que, como todo pasaje, puede presentar algunos relieves, algunas dificultades, pero si anticipan este pasaje, al sentido colectivo, él pasará, para ustedes, de manera más simple, de manera más evidente y más alegre, porque habrán aprendido a convertirse en Transparentes y no resistirán ya el impacto último de la Luz que vendrá a establecer su Reino. En ese momento, se convertirán en completamente permeables y todo lo que hace la ilusión de este mundo desaparecerá bajo sus ojos, sin ningún problema, y pasaran a ser ustedes mismos, entonces, lo que son, de toda Eternidad, olvidando este paso en la ilusión y el olvido. Todo será restaurado, en la Eternidad. Su Conciencia también, enteramente. Si, no obstante, no están listos, si, no obstante, su alma ha decidido proseguir en los mundos densos, no estarán ya jamás cortados, estarán en permanencia reconectados. Incluso si un sentimiento de pesadez les obliga a mantener una determinada forma de densidad, no es similar a vivir en el olvido, que vivir, incluso en la densidad, con la conciencia de la reconexión.

Lo que viene, después del choque de la humanidad, es, por supuesto, una reconexión total a la Fuente, donde nunca más podrá existir la separación, dónde nunca más podrá existir el sufrimiento, cualquiera que sea su pasar a ser Vibratorio. Pero recuerden: es ahora que es necesario convertirse en Transparencia de Luz, antes de que la Transparencia de la Luz se establezca definitivamente, haciendo oscilar la Conciencia de este sistema solar en su nueva Dimensión de vida. He aquí las algunas palabras que los Ancianos me pidieron transmitirles, en relación, efectivamente, a mi propia percepción y a mi propio vivir, en mi última encarnación, de este concepto de Transparencia y vivir de mi Transparencia, desde mi edad más joven, hasta mi último día sobre esta Tierra.

Permanezcamos sobre un momento de Comunión y, después de, si están en ustedes interrogaciones sobre esta Transparencia, entonces, si puedo hacerles avanzar, aún más, sobre esta Puerta Estrecha, yo lo haré. Pero en primer lugar, de mi Corazón a su Corazón, en Comunión y en Luz Blanca, vivamos.

... Efusión Vibratoria...

Hermanos y Hermanas en la carne, en este cuerpo, si existen en ustedes cuestionamientos con relación a lo que acabo de expresar, les escucho.

Pregunta: ¿Qué es lo que llaman comunicación de Espíritu a Espíritu? ¿Mencionan la telepatía? Querida Hermana, absolutamente no. La comunicación de Espíritu a Espíritu es, simplemente, ver más allá de la apariencia. Es cuando los ojos del Corazón están abiertos y que ven más allá de la persona que está en frente, o que está en relación. Es ver el Espíritu, es ver el alma, que está detrás la apariencia. Pues, siendo Transparentes de Luz, el otro se les vuelve también, completamente, Transparente, incluso si no lo pueden entender, lo comprenden o lo viven. Tienen acceso, en ese momento, al alma y al Espíritu. Ven al otro sin ningún juicio, con el ojo del Corazón, ya que es ustedes. Eso sobrepasa de sobra el marco de la telepatía, eso sobrepasa de sobra el marco de la compasión o el de la empatía. En ese momento, se realiza, en la Conciencia de la Transparencia de Luz y la Unidad, lo que se lo vive realmente de la Unidad, en la Conciencia. Cuando hemos expresado, como lo expresé de mi vivo, que todo es Uno, no es una vista del espíritu, es la Verdad del Espíritu. Nada está separado, en los Mundos Unificados. No puede existir la menor separación. Mientras que, en este mundo, todo es separación. Su cuerpo no es el cuerpo del vecino. Pero el Espíritu que está detrás este cuerpo es el mismo Espíritu que el mío. La Conciencia Turiya vive eso a cada momento.

Pregunta: ¿decir “soy la Luz” e intentar vivir esta Vibración permite alcanzar el estado de Transparencia?
No, eso no basta. Es necesario estar Crucificado, enteramente. La mejor frase que debe decirse (porque la frase que se diga, para ustedes, estará todavía en la personalidad) sería: “no soy nada”. Eso se llama la Humildad y la Simplicidad. Para poder estar vivo, es necesario aceptar haber muerto, aquí. Y aceptar haber muerto, aquí, es acoger la Vida, no la ilusión. Así pues, la declaración: “soy la Luz”, con el fin de convertirse en Transparente, es una proyección generalmente de una intención. La Luz nunca será un hacer, ni un deseo. Es un estado. Y el estado no tiene nada que hacer de cualquier afirmación. Lo saben muy bien aunque, cualquiera que sea el pueblo personificado sobre esta Tierra, hay, por todas partes, gente que oró, durante milenios. ¿Con todo encontraron la Unidad? No. Pueden repetir miles millones de vez la misma frase, eso no sustituirá a la Transparencia. La Transparencia no puede vivirse hasta que acepten cruzar la Puerta Estrecha del 2º. Pilar, es decir de ser Crucificados (ndr: punto OD de la punta del esternón). Y eso no puede hacerse sino a través de la noche negra del alma. Si observan, que eso esté en Occidente o en Oriente, o en cualquier otra tradición, los seres que pusieron por escrito lo que vivieron: este paso es un pasaje estrecho, porque es la noche negra del alma, esto es la Puerta, es el momento en que, efectivamente, es necesario estar de acuerdo al hecho de no ser nada del todo, probando, por allí incluso, que son Todo. Y eso nunca se hará por una afirmación, eso nunca se realizará (y eso les fue comunicado) incluso por lo más puro de los yogas que yo les di. Todo eso solo es una preparación para vivir esta última etapa.

Pregunta: ¿qué significa hoy ser Anclador de Luz, sabiendo que pocos, entre los Ancladores de Luz adquirieron esta Transparencia de la Luz?
Muchos están viviéndolo. Por la activación de la Puerta posterior del Corazón, por un vivir Vibratorio, que prefigura (si no se vive ya) el Fuego del Corazón. Ustedes son muy numerosos. Solo los que resisten no lo viven aún. Ahora, anclar la Luz corresponde a ser llamado por la Luz. San Juan se los dijo: en el sentido de la Unidad, “habrá muchos llamados y pocos elegidos”. Pero entiendan que todos están Liberados, sin ninguna excepción. Pero el elegido es el que se incorpora al CRISTO, es decir, la Transparencia de la Luz. Es el que acepta su crucifixión y su Resurrección. Ahora, anclar la Luz e irradiar la Luz se hacía, hasta ahora, por la Corona Radiante de la cabeza. Lo que se pide, ahora, esto es cruzar la última Puerta.

Pregunta: ¿Por qué las fases de acceso a la Luz, a la Unidad, se viven durante el sueño? Mi Hermana, pienso que hablas para ti. No puedes hablar para el conjunto de tus Hermanos y tus Hermanas, ya que muchos, una vez más, lo viven en plena conciencia y en pleno día. El hecho de vivirlo en la noche traduce simplemente que, durante el día, en lo que se llama la conciencia de víspera, las resistencias son demasiado fuertes. Aceptar ver sus propias resistencias ya es un paso enorme hacia la Transparencia. Negar sus propias resistencias, es negar la evidencia, es alejarse de la Transparencia. La única explicación, la única razón, la única lógica, es siempre Interior a ti misma y nunca depende, y no dependerá nunca, de cualquier proyección exterior.

Pregunta: Hace algunas semanas, ANAËL precisó que el 26 de septiembre una Puerta se cerraría definitivamente. ¿Podrían precisar de qué se trata? Es muy exactamente la Puerta de la que acabo de hablar, que es la Puerta posterior del CRISTO. Ya que cuando el CRISTO ha llegado, la Puerta no existe ya.

Pregunta: ¿Cómo llegar a la Transparencia, mientras que el mental está siempre allí y que puede llevar a vivir la noche negra del alma? Eso es imposible. Es necesario que el mental no esté ya allí. Hay una oposición, total y formal, con el mental: el que miente a AL, el que miente al alma, y al Espíritu. El mental pertenece, de manera irremediable y definitiva, a la ilusión de este mundo. No es más que una construcción lógica, creada para enterarse de la acción-reacción. La Transparencia, es la Gracia, donde la acción-reacción no tiene ya curso. Eso formó parte de todas las enseñanzas, del Este como del Occidente. Mientras existe la menor actividad mental, mientras exista la menor emoción, no pueden penetrar las esferas de la Unidad. Una vez la Unidad vivida (y la Transparencia), el mental puede manifestarse, pero no es más un obstáculo, porque, también, fue superado por esta Transparencia de Luz y por la Luz Blanca. Eso forma parte de todas las enseñanzas, cualesquiera que sean las escuelas, si se puede decir. El mental es lo que se opone, lo más ferozmente posible, a su propia desaparición. Y eso estuvo presente en todos los tiempos. El mental y la emoción no les conducen nunca a la Luz, contrariamente (una vez más, y como se los dijo HERMANO K) a esto que algunas enseñanzas quisieron hacerles creer, trayendo a ustedes en quimeras y en ilusiones. CRISTO se los había dicho bien: “su Reino no es de este mundo”. Los que creyeron hacer, de este mundo, su Reino, eh bien, ven lo que eso da, en este final de era llamado la Sosa Yuga.

Pregunta: ¿el hecho de que la Puerta KI-RIS-TI esté cerrada el 26 de septiembre significa que los que no habrían realizado la Unidad hasta entonces no podrán subir? La palabra Ascensión es de doble filo. La humanidad está Liberada: allí es la palabra más importante. Entonces, tener miedo de no ascender no quiere decir nada, si es una proyección, allí también, del ego, porque se hará, a cada uno, según su Vibración. Y ustedes son, por su Vibración, los que crean las condiciones de su vida y su Conciencia. ¿Cómo podría ser diferente? Entonces, la Ascensión es un proceso colectivo, pero que no tiene la misma finalidad, ni el mismo destino. Mientras haya miedo, hay obstáculo y no Abandono. El vencimiento de tiempo no tiene nada que ver dentro, porque es el mental todavía que va a apoderarse y el mental impide a la Conciencia Libre, de nacer. Hay realidades Vibratorias que conciernen al conjunto de este sistema solar y al cual no pueden escaparse. Esta realidad es la del suelo de esta tierra y del Sol de este sistema solar y de la estrella. Y esto, usted no puede nada. El tiempo de este mundo no corresponde a la Eternidad. El tiempo de vuestra vida se inscribe en un marco, muy preciso, llamado el nacimiento y la muerte. La personalidad se inscribe, también, en este marco. El mental también. Y todo ello es una ilusión. Es necesario ahora ir más allá de la liberación adoptada. Es necesario ir más allá de la voluntad. Es necesario aceptar, para vivir el abandono, la Crucifixión y la Resurrección. Lo que es absolutamente formal, es que cada Conciencia se encontrará, muy exactamente, en lo que creó, para sí misma. ¿A partir de ese momento, qué miedo puede existir, si no es la proyección, siempre, del mental?

Pregunta: ¿el estado de Transparencia es el estado de 3 D unificado? El estado de Transparencia está presente en todos los Mundos Unificados, sin ninguna excepción.

Pregunta: En la frase: “muchos llamados y pocos elegidos”… ¿Se podría añadir que habrá muchos chirridos de dientes, pero es de nuestra falta?

Pregunta: ... ¿no hay un concepto de juicio de valor? Precisamente dije que no había ningún juicio y ningún valor. Ahora, mi Hermana, si tu mental quiere jugar con eso, que juegue, pero sin mí. No hay ningún juicio de valor en esta frase. Sólo el mental y el ego creen y ven un juicio de valor puesto que se hará, muy exactamente, a cada uno, según su Vibración. Un ser que está en la resistencia no puede penetrar el Reino de los Cielos, en los Mundos Unitarios. Es una cuestión Vibratoria y no de juicio. O entonces, la Vibración es el juicio. ¿Pero quién es responsable de su propia Vibración? Es uno mismo que juzga a uno mismo. Por lo tanto no hay juicio.

No tenemos más preguntas. Les agradecemos. Hermanos y Hermanas en humanidad, de mi Corazón a su Corazón, doy Gracia a su Presencia.