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Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Traducción: Hedyn Núñez.

SILO
08 de Agosto 2007. (Traducido el 14 de Agosto 2011).

Queridos hermanos y hermanas, os saludo. Mi función principal es extraer la Luz de la sombra, de hacer crecer la Luz. A través de eso, el eje de la curación, que representa la batalla entre la sombra y Luz, me proporciona el terreno para la elevación de las almas. La sombra, es sin duda lo más necesario en el mundo donde viven hoy, porque éste plano, es un plano de extremos, plano donde la atracción de la sombra es más fuerte y donde el plano de la atracción de la Luz comienza a hacerse presente. Así, a través de los canalizadores, intervengo para aclarar las zonas de sombra y nunca concebir la enfermedad como un obstáculo, sino más bien como una oportunidad única para subir las etapas paso a paso hacia la Luz. Por lo tanto, la enfermedad es también el poder de la sombra sobre vuestro destino. Me ha sido conferida la posibilidad de liberar la Luz encarcelada por las sombras, pero no rechacen las sombras, ya que pueden esperar un día apoyarse en ella para ir hacia la Luz verdadera, hacia la Luz del Cristo, hacia el Logos Solar, a vuestra Luminiscencia de alma y de Espíritu. La sombra trabaja para la Luz, entiendan eso. La sombra no ha sido nunca un fin en sí misma; un fin en sí misma es la Luz y nada más. Ustedes están aquí para combatir, para identificarse en ese combate de la oscuridad contra la Luz y la Luz contra la sombra, hasta una determinada etapa. Este estado es la resolución o más bien el espacio de resolución de la enfermedad, que conduce a la explosión de Luz que se traducirá ya sea por la muerte, sea por la resurrección.

Por lo tanto, me ha sido dado de intervenir en este espacio tenue donde el Ser se codea con la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, para extraer su propia Luz y tratar de superar sus zonas de sombra a fin de renacer totalmente a la Luz, totalmente purificado, totalmente iluminado. Mi intervención consiste en favorecer el apoyo de la Luz sobre la sombra, a fin de que la sombra desaparezca por el resplandor de la Luz. Mi espíritu es un espíritu de Fuego porque el Fuego ilumina, transforma, trasciende y conduce a la resurrección en la verdad, la resurrección en la Luz donde la sombra no existe más, en definitiva la trascendencia, o el camino que está más allá del camino, momento en que el ideal de la Luz deja lugar al abandono a la Luz para que ésta reabsorba las sombras. Así procede la enfermedad, cualquiera sea. La enfermedad que vuestro templo físico traduce no es más que la concreción y la expulsión del combate de las sombras y de la Luz. No alimenten la sombra con vuestros pensamientos, alimenten la sombra con vuestro corazón y con la Luz para que ésta se disuelva de manera que no los lleve a la muerte sino a la resurrección, a la Luz que ustedes Son, desde la eternidad. Recuerden la necesidad de identificación como seres humanos: es necesario en primer lugar identificarse a fin de hacer propio lo que se busca. ¿Prefieren identificarse con la sombra? ¿O prefieren identificarse con la Luz? Uno y otro, de todos modos los llevará un día a abandonar, a matar ese ideal para entrar en la eternidad que está más allá del combate de la sombra y de la Luz. La luz es un fin en sí misma para descubrir que más allá de la Luz, está el pensamiento no dual. Existe la eternidad más allá de la Luz, en la inmensidad y el infinito de lo que Son.

Pero en esta dimensión, en esta encarnación, deben en todo momento (es un combate de cada respiración) separar el buen grano de la paja, apartar la sombra de la Luz. En este sentido, en un momento dado de vuestro camino, ustedes son un guerrero de la Luz después de haber sido un guerrero de las sombras, de la división, de la separación. Pero llega un día en que el guerrero se vuelve pacífico. En este punto, ustedes abandonan vuestra alma, vuestro Espíritu y vuestro cuerpo al pensamiento de la Luz que está más allá de la Luz. Así va la vida humana: identificarse, comer y absorber vuestro ideal. Y llega el día en que entienden que vuestro ideal, al principio externo y luego interior no es el fin, sino el comienzo del camino. El final del camino se producirá cuando sean capaces de dominar todos los elementos de vuestra naturaleza inferior y habiendo dominado eso, devolverla a la Luz a fin que ésta venga a liberar completamente las cadenas de la encarnación. Empleo la palabra cadenas para significar con ello que solo hay un peso a reducir y un peso a trascender.

En efecto, todos ustedes sin excepción, son por vuestra propia creación, Cristo en desarrollo. Son Cristo, pero no lo saben. Son Cristo, pero no lo viven. Ustedes son Luz pero no lo saben. Son pensamientos de Luz pero que no lo viven todavía. Lo que uno llama muerte otro lo llama nacimiento. Así van los ciclos de la vida, pasando de un estado a otro estado. La enfermedad es el medio de dejar nacer otra cosa y yo vengo a favorecer eso, para permitir a esa Luz y esa enfermedad de alcanzar un nuevo nivel para acercarse a la Luz y al pensamiento de la Luz. Vuestro destino es Luz. No den importancia al bullicio de este mundo. Ya tienen bastante qué hacer con vuestro propio jaleo. Algunos de ustedes llevan un combate. Otros están a punto de terminar esa lucha. Para luchar, es necesario ser dos. Terminar el combate es terminar la dualidad. Finalizar la lucha es volver a la Unidad.

Mi papel, a través de las manifestaciones tangibles de la curación de una enfermedad, a través de la realidad de la Luz que se transmite durante mis intervenciones, les da un suplemento de alma, un suplemento de Luz que los compromete a terminar la lucha. A menudo se dice que nadie puede hacer el camino en vuestro lugar. Esta es la verdad. Nadie puede tomar vuestros pasos para caminar, que no sea ustedes mismos, es necesario todavía que acepten plenamente el por qué están ahí. Comprender este mundo de dualidad, no como un mundo oscuro, sombrío y tenebroso sino al igual que se siembra la semilla en la tierra, lo mismo en la sombra de la tierra se producirá la alquimia más sublime que es salir del cascarón. Vuestra vida, vuestro destino busca un día u otro salir del cascarón. Ustedes están por convertirse en una flor, se convertirán en un Cristo, todos sin excepción.

Sin embargo, vamos a verbalizar un espacio de intercambio. Así que, queridas Luces, queridos Cristo, les doy la palabra.

Pregunta: ¿Qué significa "ser Cristo"?
El propósito de toda la vida es Cristo. Cristo lejos del Señor es Sol, hijo del Padre, hijo de la Fuente, de donde todo proviene y a donde todo vuelve. Movimiento de ida y vuelta. En lo más profundo del ir ustedes ven poco el retorno. La dimensión de vida presente es el fin de la ida y el momento del retorno que comienza. Ustedes son Cristo significa lo que usted es desde toda la eternidad, desde el momento inicial en que separa vuestra alma de la Fuente hasta el momento final, cuando todo vuelve a la Fuente. El estado Cristo es un estado de sacrificio, un estado de Unidad. ¿Qué significa ser sacrificado en el estado Cristo? Es la sombra, sacrificada en el altar de la Luz, en el altar de la Unidad. Tú eres Cristo. Y es así que lo llamo.

Pregunta: ¿Orarle a un Santo en una iglesia puede ayudar?
Querido Cristo mientras tú busques fuera de ti el camino, estarás al exterior de ti. Mientras busques en un lugar, a través de una fecha la radiación de un Cristo cualquiera, buscarás fuera de ti mismo donde reina el combate. Hay que buscar en sí mismo. Tienes como decimos, la respuesta en ti, y no es una visión del Espíritu, es una realidad del Espíritu. Mientras busques al exterior, olvidarás el lugar primordial que es el corazón de tu Ser. Mientras des tu poder a otro Cristo no serás tu propio Cristo y te alejarás de la Unidad. La resolución final es, te lo recuerdo es el abandono a la Luz, que solo puede situarse al interior de vuestro Ser y no en otros modelos. Es posible por vuestra libertad continuar la búsqueda al exterior. Puedo responderle que usted puede hacerlo. Eso significa que tendrás todavía que buscar al exterior la prueba de tu realidad Crística.

Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre depositar sus problemas a los pies de Jesús o junto a la Fuente?
Pero, querida hija, no hay ninguna diferencia. Jesús es Cristo, es Fuente, es origen. Él es hijo del Padre, imagen del Padre. Sea cual sea el nombre que le dan (Cristo, Fuente, Unidad) que son lo mismo, la misma Esencia que vuestro velo de ilusión de la encarnación les hace comprender de manera diferente. Cuando se fusionen esas diferencias (Cristo, Jesús, Fuente, Unidad), verán la Unidad. No hay oposición, es la misma cosa.

Pregunta: ¿La oración de corazón, a corazón con el Padre puede lograr esta Unidad?
La oración de corazón a corazón, tal como tú la formulas, es dualidad. Esto significa, querido Cristo, que consideras que el corazón del Padre está fuera de tu corazón y tú pones ahí una distancia entre tú corazón y el Padre. Eso no es Unidad. Esto sigue siendo combate de guerrero de Luz. No hay diferencia entre tú corazón y el corazón del Padre. No puede haber oración de corazón a corazón, sino oración en el corazón. Mientras tú pongas una distancia entre el objeto de tú oración y tú misma habrá dualidad.

Pregunta: ¿Así que dirigirse al Padre, es dirigirse a una parte de nosotros mismos?
No una parte, sino la totalidad. Eso sería limitante.

Pregunta: ¿Es necesario usar palabras para anclar eso?
Las palabras son solo palabras. Sólo cuando se convierten en Luz cuando no hay identificación con las palabras, que estas toman su total Vibración. Mientras las palabras son pronunciadas ellas son externas a la Unidad. Sólo cuando son dirigidas es que son Unidad. Toda oración, dicha incluso con el corazón son en sí solo un pálido reflejo de la realidad. Sólo cuando se vive las palabras a nivel del corazón, que se encuentra un espacio de resolución, la Unidad se manifiesta.

Ahora, queridos Cristo, centrados en vuestra Esencia, centrados en vuestro ser, olviden las palabras, retornen al corazón del centro. Nada existe excepto el centro inmutable en ustedes, espacio de resolución de los opuestos, donde ahora por la gracia del Padre, vengo a sellar la promesa. Reciban la Luz y la Unidad. Sean benditos por lo que son, sean benditos por vuestra Divinidad.

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