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Original en francés. http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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UN AMIGO
6 de Agosto del 2011
Soy un AMIGO. De mi Corazón a su Corazón, que la Paz, el Amor y la Alegría estén en ustedes. Hermanos y Hermanas en humanidad, vengo a ustedes, elegido por los Ancianos. Así como lo dije, he aquí algunos meses, yo he terminado con la Enseñanza del Yoga de la Unidad y la Verdad. Queda ahora por hacer el vínculo formal entre este Yoga y lo que llamaría la Conciencia de la Unidad, quién conduce, de manera muy lógica, a vivir la Conciencia Unitaria. La Conciencia de la Unidad desemboca inevitablemente en la Conciencia Unitaria, ella misma. Existe pues un proceso, a través de los distintos Yogas que les transmití, la posibilidad, real y concreta, de manifestar y vivir lo que se llama la Conciencia Unitaria o también la Conciencia Turiya, correspondiendo al establecimiento de su propia Conciencia en un estado no conocido, sobrepasando, de muy lejos, el marco de la Conciencia de la personalidad o la Dualidad. El conjunto de las preparaciones que se llevaron y que ustedes han seguido, los unos y los otros, permitieron conducirles a este límite máximo particular, en ese momento bien localizable dónde la Conciencia debe pasar de una Conciencia ordinaria a una Conciencia que puede calificarse de extraordinaria, enteramente estando al mismo tiempo encarnados, estando presentes sobre este mundo, allí donde están actualmente. A través de lo que se llamó (y que es acordado llamar) el despliegue de la Luz, se realizaron una serie de procesos trayéndoles hasta la Puerta de su propia Resurrección. La comprendieron, el paso de la Puerta de la Resurrección les lleva a que vivan, en Conciencia y en Verdad, el principio mismo de la Unidad. Entiendan bien que la Unidad no es renunciar a alguna vida que sea, aunque las circunstancias de esta Tierra son, por lo menos, particulares, durante este tiempo, sino mas bien a descubrir y establecer otro método de funcionamiento de su propia Conciencia, es decir, de lo que son, participando al mismo tiempo, por su presencia, en este mundo.

Establecer en sí la Conciencia de la Unidad, es ya plantearse preguntas sobre el fundamento de todo planteamiento espiritual y todo planteamiento de vida, llevándoles a colocar, como eso se había dicho, aquí ya algún tiempo, las elecciones, las orientaciones, y a manifestar, en su vida, impulsos bien diferentes de los que se inscriben en un marco moral, social o legal. No viniendo a (en ningún caso) contravenir a estos cuadros morales, sociales o legales sino, más bien, transcenderlos, a la Luz, precisamente, de la Conciencia de la Unidad. La Conciencia de la Dualidad siempre se inscribe en un principio de acción/reacción, donde va a sucederse, en el Ser, una permanencia de Estados alternados, oscilante entre la Paz y la no Paz. Tomar Conciencia de la Unidad y la Conciencia de la Unidad, es preparar su establecimiento en la Conciencia Unitaria, allí donde no puede existir más pérdida de equilibrio, allí donde no puede existir más ningún antagonismo, ni ninguna oposición. Por supuesto, esta Conciencia debe establecerse en este cuerpo y el cuerpo fue, así como se los he, lo espero, demostrado, un Templo, un resonador permitiéndoles, siguiendo algunas normas simples (de un yoga muy simple), de acercarles y hacer la experiencia de esta Conciencia de la Unidad con el fin de probarles a ustedes mismos que esta existía, más allá de la Conciencia ordinaria y las leyes de esta materia, de los espacios inexplorados y no alcanzados, hasta ahora, para la mayoría de la masa de la humanidad, conduciéndoles a vivir diferentemente, a vivir diferentemente, no según un conocimiento intelectual, no según una modificación de los cuadros de vida, cualquiera que ellos mismos sean pero, bien más, por el Transcendencia de los cuadros de vida, llevándoles a manifestar un estado particular de Paz, de Alegría con distintas capas, sucesivas, a descubrir.
Existe, por supuesto, numerosos marcadores de esta Consciencia de la Unidad y del establecimiento de la Conciencia en Unidad, que se les han sido desarrollados por muchos Ancianos, relativos tanto al Fuego del Espíritu, a los guardianes del umbral, las Coronas Radiantes, el Fuego, sus distintas implicaciones. Cada uno de ustedes, a su ritmo, a su manera, pudo explorar y experimentar algunas etapas o algunos Estados, llevándose a elegir, de manera consciente y lúcida, el principio de Unidad más bien que el principio de Dualidad. Para los de ustedes que se interesaron por filosofías más antiguas, obviamente, habrán por supuesto percibido, que lo que les dábamos no era más que la prolongación de las doctrinas Unitarias llamadas el sistema monista, llevando distintos nombres, según las corrientes tradicionales, las culturas, los tiempos y las tradiciones, pero haciendo, todas, llamada a otro estado de la Conciencia donde no puede existir más menor antagonismo, el menor sufrimiento, la menor fricción, existente debido a la vida ordinaria. Pues los condujimos e invitamos (que eso esté por lo que se ha transmitido por los Arcángeles, por las distintas y sucesivas revelaciones de la Luz y sus planos Vibrales) a su Puerta, a la Puerta de ustedes mismos. Algunos de entre ustedes ya cruzaron esta Puerta y se establecieron, de una manera más o menos intensa y más o menos duradera, en la Conciencia Unitaria.
Otros percibieron lo que significaba la Conciencia de la Unidad pero aún no penetraron, en conciencia, la Unidad. En cualquier caso, cada uno de entre ustedes se encuentra, en adelante, en el momento último dónde debe establecerse en la Conciencia Unitaria (en el mismo momento que la Tierra, ella misma, debe vivir su Conciencia Unitaria) y, hasta cierto punto, desnudarse de todo lo que hace las leyes de acción/reacción y todo lo que hace este principio llamado encerramiento, falsificación, llamado ley de acción/reacción y que debe permitir un cambio, llamado Dimensional. Este cambio Dimensional pone fin a algo que era falso y permite a la Verdad instalarse. Esta Verdad (que está presente en ustedes, de la misma forma que eso está presente exteriormente ya que es la misma Verdad) debe nacer y ahora aparecer, de manera definitiva. Entonces, por supuesto, existen distintos nombres. Ciertos pueblos indios hablarán del regreso de la Estrella Azul. Otros hablarán del regreso del Rey de los Cielos. Otros hablarán aun del regreso del Cristo. Otros hablarán entonces de la Luz Unitaria que se despliega. Cuales quiera que sean los apelativos, cada uno, por supuesto, siendo marcado por su propia cultura, su propio conocimiento, interior como exterior. Todo eso describe, por supuesto, el mismo proceso, el mismo evento, coloreado según la cultura, según la mirada, pero que corresponde innegablemente a un Pasaje. Este pasaje es de naturaleza Vibratoria, de naturaleza cuántica, si lo prefieren, y llama a la Consciencia a su última revolución, a su adhesión, hasta cierto punto, y al Paso de esta Puerta de la Unidad, a fin de establecer la inmanencia de la Consciencia, la Unidad de la Consciencia y sobre todo romper de manera definitiva, el ciclo de la Ilusión, el ciclo del Samsara. Permitiéndoles, ahora y de ahora en adelante, vivir, en toda lucidez y en toda Consciencia (en los momentos que viven sobre esta Tierra), este proceso de reversión última, haciéndoles vivir eso que ha sido llamado la crucifixión y la resurrección por emplear una terminología occidental pero que no es nada mas, diría, que el despertar a ustedes mismos. Este despertar a ustedes mismos hace inútil, hasta cierto punto, todo cuestionamiento, vuelve inútil toda interrogación, ya que a la hora en que ese despertar se efectúe, la Consciencia, en ese momento, se despoja de todo eso que no es la Unidad y concibe y llega a percibir y a vivir que ese estado siempre ha estado allí pero que, simplemente, ciertos juegos de la Consciencia de la Dualidad, a través de proyecciones, a través de la Ilusión, a través de sufrimientos, de alegrías, de dolores, habían simplemente encubierto e impedido la manifestación.

Muchos entre ustedes comienzan a vivir los estados de Consciencia no ordinarios, que esto sea durante sus noches, que esto sea en ciertos episodios de sus vidas cotidianas diarias o que eso sea aún en sus espacios de alineación o de meditación. Cada uno se dirige hacia este Pasaje a su manera. No hay uno que sea mejor que los otros. No hay una manera que sea preferible a otra. Hay simplemente múltiples maneras de realizarlo, de vivirlo y de concientizarlo. Esta revolución de la Consciencia, esta reversión de la Consciencia, se traduce, por supuesto, por un cierto número de elementos particulares llamados, en lenguaje humano, las pérdidas, las renuncias, los abandonos, que no son una decisión de la Consciencia separada sino, más bien, los marcadores del establecimiento de su Consciencia nueva. Por supuesto, el conjunto de eso que hace el cuerpo del deseo o cuerpo de personalidad, está llamado a alejarse de ustedes, cualquiera que sean esos deseos de la personalidad. Cualesquiera que sean los miedos y los sufrimientos inscritos en la Consciencia dual, ellos tienden a alejarse de ustedes, de diferentes formas, pero pueden constatarlo cada día, en su vida, por las pequeñas o grandes señales que los acercan a ustedes ineludiblemente, a este Pasaje de esta ultima Puerta. Entiendan bien que la renuncia, el abandono que enumero, no es una forma de renuncia, como pudieron vivir algunos renunciando, en la India como en Occidente, que se retiraron (voluntariamente, por un acto de voluntad) de la vida, sino mas bien cualquier cosa que se establece, de manera natural, sin buscar cualquier voluntad, sin buscar, incluso, el establecimiento.
Entonces, cada uno de entre ustedes hace la experiencia de un cierto número de deseos que se alejan de ustedes. Muchos de entre ustedes viven los procesos de separación de eso que hacia su vida ordinaria, antes, que solo traducen, en realidad, impulsos del Alma y, para muchos de ustedes, en adelante, los impulsos del Espíritu, directamente, para vivir en el Espíritu y en la Verdad. El marcador indeleble de este Pasaje en curso se traduce por un establecimiento en el seno de la Alegría y de la Paz. Eso que no quiere decir que deben vivir, en permanencia, este estado de Alegría y Paz ya que, obviamente, la conciencia ordinaria, a causa de la presencia de su cuerpo, está aún allí. Pero simplemente, el propio cuerpo se transforma, permitiendo a la personalidad ya no controlar y dirigir su vida sino someterse a la Libertad del Espíritu que viene a modificar, transformar y realizar nuevas normas, no teniendo ya nada que ver con las normas del encerramiento. Por supuesto, al mismo tiempo que esta Paz y esta Alegría se despliegan, de manera igualmente importante, una serie de elementos (esos elementos fueron desarrollados por otros Ancianos), llamados la humildad, la simplicidad pero también la capacidad para establecerse en el Aquí y el Ahora, y no depender ya de un pasado, a no depender ya de un futuro, sino a instalarse de verdad, en el tiempo presente. Ya que la Consciencia de la Unidad y la Consciencia Unitaria solo puede existir en el tiempo presente, escapando así a toda influencia del pasado y a toda influencia del futuro. Todo eso se hace por toques sucesivos, o de manera brutal, allí también, una vez más, cada uno a su propio ritmo, mismo si existe un ritmo forzado, yo diría, inducido por las circunstancias astronómicas y las circunstancias Terrestres a las cuales, por supuesto, el conjunto de la humanidad no puede sustraerse y con las cuales ella debe llegar a un término.
La preparación que llevaron, algunos de manera muy antigua, y otros de manera más reciente, tiene por único fin facilitar la tarea. Esta tarea siendo aceptar de vivir este Abandono, en totalidad, y de dejarse bañar y sumergir por el despliegue de la Luz, expulsando toda identidad (que ella sea reciente, pasada o remontándose a las vidas pasadas), expulsando toda proyección a una identificación en un futuro (cualquiera que sea) pero permitiéndoles descubrir la realidad, la Verdad, la belleza del instante presente, de establecerse dentro de esta Alegría, dentro de esta Paz, dentro de esta humildad, dentro de esta simplicidad, dentro de un estado donde la Consciencia nada tiene que hacer de la actividad mental, nada tiene que hacer de la actividad intelectual, nada tiene que hacer de las emociones y nada tiene que hacer de su propia identidad ya que han sobrepasado la identidad que les es propia, a fin de penetrar los dominios de lo impersonal. Allí también, cada uno a su manera, a su ritmo, con sus propias experiencias de Consciencia. Así pues, el conjunto de los marcadores Interiores como exteriores están en adelante, todos, despiertos y activos.
Todo es pues, se puede decir, final accesible, para vivir esta fase particular (llamada, por el Bien Amado Juan o Sri Aurobindo, este choque de la humanidad), este despliegue total de la Conciencia Unitaria que, obviamente, no puede coexistir, al final, con la Conciencia de la Dualidad. Lo que significa, por supuesto, lo comprendieron, la desaparición total de la Conciencia de la personalidad, la desaparición total de los componentes del cuerpo del deseo (que eso sea el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral). Estableciéndose en su Templo Interior, en el Cuerpo de la Resurrección o en el Cuerpo de Êtreté. Permitiéndoles volver a ser lo que son, desde hace mucho tiempo, desde mucho antes del principio mismo de esta proyección en esta Ilusión, que, los orientales, llamamos Maya. Entonces, es totalmente otra cosa tener la Conciencia que este mundo es Maya y es totalmente otra cosa vivir la Verdad de esta afirmación. Así pues, por medio del Yoga de la Unidad, de la Verdad y el conjunto de lo que se les ha transmitido del conjunto de sus alineaciones y sus citas Vibratorias, pudieron darse cuenta, por ustedes mismos, haciendo su experiencia, que existían esferas bien diferentes de lo que la Conciencia ordinaria podía percibir, vivir y experimentar.

El hecho de vivir estos Estados no ordinarios (cualquiera que sean las manifestaciones), ha permitido a muchos Seres humanos acercarse de este momento. Este momento que está, ahora, como ya se sabe, extremadamente cerca y en el cual ustedes van poder fundirse, realizándose, en su Unidad. Por supuesto, hicimos hincapié en la Luz Vibral, en este Amor Vibral que no tiene absolutamente nada que ver con el amor/emoción o el amor/mental, o el amor/emocional, sino la Vibración del universo, la Fuente misma del universo y las Dimensiones, a la cual tuvieron la posibilidad de conectarse y de resonar, con el fin de progresar, en alguna forma, en este descubrimiento y este despliegue de su propia Luz y su propia Unidad. Va a ser hora, ahora, de establecerse, de manera definitiva, en su Unidad, dejando a la Luz trabajar, revistiendo, hasta cierto punto, su abrigo de eternidad y su Residencia de eternidad. Cualesquiera que sean los nombres que puedan darles, sólo serán nombres. Les queda por vivir la Verdad. Les queda por vivir la Conciencia y por convertirse en esta Conciencia, enteramente.

Entiendan bien (y como eso ha sido desarrollado en gran medida) que solo son ustedes mismos y solos ustedes quienes pueden, real y concretamente, pasar en la Conciencia Unitaria. Va pues a deber, hasta cierto punto, a los unos y los otros (respondiendo a la llamada de la Luz), pasarse de la conciencia de la Unidad a la Conciencia unitaria, es decir, del cuerpo de deseo al Cuerpo de Êtreté. Este Cuerpo de Êtreté (que se reconstituyó a la imagen de lo que es, no como imagen sino como otra realidad inscrita en la misma realidad), principio mismo, no de la imagen sino del holograma, permitiendo reconstruir, hasta cierto punto, esta eternidad, aquí mismo, en este mundo encarnado. Los marcadores son numerosos, los conocen, ellos son llamados los siddhis, es decir, las manifestaciones vinculadas a la conexión con el Alma y con el Espíritu. En primer lugar, encontramos, por supuesto, el sonido del Alma y el sonido del Espíritu. Debería decir los distintos sonidos del Alma y los distintos sonidos del Espíritu, permitiéndoles precisarse, refinarse, hacerles resonar con su propia Conciencia Unitaria. Ya observan que se les vuelve cada vez más fácil, para muchos de ustedes, penetrar este espacio de resonancia y alineación, haciéndoles vivir, no solamente la Conciencia de la Unidad pero la Conciencia Unitaria, ella misma. Es decir los Seres humanos son de ahora en adelante más aptos, incluso sin llegar a formular palabras o explicaciones sobre eso, a establecerse, en Conciencia, en su propia Unidad, en su propia eternidad. Por supuesto, y lo comprendieron, no se establecen aún estos momentos, enteramente, puesto que están aún en el cuerpo de la personalidad pero éste se desagrega, poco a poco. No existe ningún traumatismo para el que acepta, completamente, el cuerpo de Êtreté. No existe ningún sufrimiento tampoco ni ninguna resistencia. Cuanto más van hacia esta Luz Vibral, más viven los efectos, más fácil les será efectuar este Paso, en toda lucidez, por supuesto, y también en toda facilidad y en toda Alegría.
Entonces, por supuesto, la personalidad va siempre a intentar traerles a eso que les son queridos, a las actividades que les son queridas, cualquiera que sean. Pero constatarán fácilmente, por ustedes mismos, que entre más se sumergen en la Conciencia de la Unidad y en su propia Unidad, más eso va a alejarse ustedes, como algo que podría asemejarse a un sueño o, para algunos de entre ustedes, a una pesadilla que se aleja ustedes. Entiendan bien, allí también, que la personalidad no quiere esta forma de renuncia: no es una denegación de vida, no es una denegación de la verdad de este mundo (incluso falsificado), sino, bien más, un mecanismo íntimo de su propia Conciencia, que les conduce a vivir eso. Entonces, algunos de entre ustedes van a vivir momentos, cada vez más intensos, de desconexión de la Conciencia ordinaria y penetración, mucho más potente, en un estado de consciencia de la Unidad o Unidad de la Conciencia que les permitirá entonces, con pleno conocimiento, cruzar esta Puerta. No tienen que adelantarse a la llamada. No tienen que retirarse, de su propia voluntad, de cualquier cosa, ya que recuerden que en este proceso de la Conciencia, esto no es la personalidad que actúa sino la Luz Vibral, ella misma, en su Conciencia del Êtreté. La Luz es Inteligente y es Inteligencia. Va pues a aplicar el principio de lo que se llamó la ley de acción de gracia y la ley de Unidad, de sincronicidad, para que la Fluidez de la Unidad se establezca, en ustedes, en su vida, y en el conjunto de las manifestaciones de su Conciencia, incluso lo más ordinario. En este estado allí, y cuando penetrarán, cada vez más, en este estado Unitario, constatarán que el mental tiene cada vez menos fuerza. Es como si él se alejara de su propia Conciencia Unitaria. Será así mismo para sus propias emociones. Será así mismo para sus propios dolores. Será así mismo para sus propios compromisos. Esto se vivirá, no como un luto, no como una pérdida, a partir del momento en que no hay resistencia. A partir del momento en que las Puertas se pasaron, dónde se han solucionado los compromisos colectivos (en parte, al menos), constatarán que la Luz actúa por sí misma con el fin de pacificar lo que debe aún serlo, en su Conciencia. No hay nada, en ese momento, ni a practicar, ni a aplicar sino, una vez más, a dejar hacer la Luz, a dejar hacer la Inteligencia suprema de lo que son, en Verdad. Eso va a aparecerles cada vez más claramente y va a permitirles descubrir espacios de Libertad completamente insospechados. Es decir, y en una terminología mucho más actual, en su tiempo, diría que deben convertirse en los propios creadores de su propia realidad, de su propia Verdad, teniendo muy bien conciencia que esta realidad, esta Verdad, esta creación, no tiene ya nada que ver con el mundo, tal como se conoce, sino expresado, cada vez más, en una nueva Dimensión, de un nuevo estado de la materia, de un nuevo estado de la Conciencia, correspondiendo a su destino. Eso les parecerá a ustedes como un sueño, inicialmente, pero este sueño vendrá a adquirir cada vez más agudeza e importancia en su vida ordinaria, facilitando, allí también, este Paso, facilitando, allí también, su renacimiento.
Entonces, por supuesto, se le les dijo también y pedido no juzgar, ser humildes y simples porque, por supuesto, y eso lo saben, no tienen todos la misma Vibración, no tienen todos la misma Conciencia. Incluso en la Unidad, no tienen todos el mismo pasar a ser, el mismo establecimiento. Entonces, es necesario aceptar que cada individuo vive su propia revolución y su propia revelación, con más o menos felicidad y más o menos facilidad, y que no pueden pretender vivir lo que vive el otro mientras ustedes no hayan pasado completamente en su Conciencia unitaria, mientras ustedes no hayan cedido el paso, enteramente, a la Conciencia de la personalidad, por la acción misma de la Luz. El tiempo en el cual volvieron a entrar, ya, desde hace algunos meses (como nuestro Comendador lo había anunciado eso), afecta ahora a su pleno potencial, a su plena manifestación, a su plena revelación. Por otra parte constataron que cada día y cada hora que va a pasar, v a conducirles a una mayor lucidez, a un mayor despliegue de su Conciencia de la Unidad o su Conciencia Unitaria, con el fin de que siempre les lleve, por la Vibración y por la Alegría, lejos de toda zona de Sombra y toda zona de sufrimiento. Por otra parte, las zonas de Sombra o sufrimiento que pueden aún existir, les aparecerán como un viejo despojo, hasta cierto punto. Su Conciencia Unitaria les alejará de sus propios sufrimientos y habrá una forma de distancia que se tomará con relación a su propios afectos, con relación a sus propios acondicionamientos, con relación a sus propios sufrimientos, ya que constatarán que en la Unidad, no hay ya ningún sufrimiento, ningún afecto, ninguna emoción y ningún mental.
No podrán pues ya identificarse a cualquier cosa que pertenecerá a este famoso cuerpo de deseo o personalidad, pero ustedes estarán desidentificados, desincrustados, para volver a entrar en lo que es llamado el Si, para entrar en eso que es llamado esta Alegría permanente, llamada Sat Chit Ananda. En ese momento, comenzarán también a vivir, como Hermano K dijo eso, un proceso de apertura y desfragmentación, llevándoles a vivir más allá de su Conciencia propia, la no limitación de la Conciencia Unitaria. Haciéndoles descubrir que ya no son limitados, por cualquier cosa, y es esto que es la Libertad y es esto que se llamó autonomía. Es en esta autonomía, de esta Libertad, que se establecerán en su Co-creación consciente, de ustedes mismos, en un nuevo espacio Vibratorio y en un nuevo espacio de vida, llamado otro estado Dimensional. Todo esto va a desplegarse, de manera armoniosa, para el conjunto de los Hermanos y Hermanas que lo aceptarán y que se dejarán trabajar por la Luz y por la Libertad. Entonces, esta Luz y esta Libertad no son una pretensión del ego, no es tampoco una investigación, al sentido espiritual, sino el establecimiento en la Verdad que no puede realizarse, enteramente, hasta que hay un cese de toda voluntad de la personalidad, hasta cuando hay un cese de toda definición a todo sufrimiento, a todo miedo, a toda falta. Es esto que debe experimentarse, vivir y concientizar, a partir de la vuelta de lo que llaman Cristo, la Luz blanca actualizada en sus células.
La Luz se desplegó, he aquí algunas semanas, enteramente. Le resta, ahora, por concientizarse, hasta cierto punto, en su Conciencia ordinaria. Es a este proceso, que se le llama Pasaje, Crucifixión, Resurrección, que son llamados, por la Luz, y al cual deben responder, por su propio abandono en la Vibración de la Luz Una. Por supuesto, dimos, los unos y los otros, así como las Estrellas y los Arcángeles, los elementos. Estos elementos, es a ustedes que corresponde seleccionar lo que puede aún serles útil. Pero retengan, no obstante, que cuanto más acepten acoger la Luz Vibral, menos necesitarán herramientas, y más estarán en condiciones de vivir eso, en Conciencia y por la Conciencia. En ese momento, las ayudas podrán parecer como superfluas, completamente superfluas ya que, en ese momento, les bastará que se establezcan en su propia Luz para vivir todas las simplificaciones necesarias, todos los ajustes necesarios, y para ir allí donde deben ir. Sri Aurobindo no les ha ocultado nunca que este período se acompañaría de elementos llamados choque de la Humanidad. Este choque de la humanidad (y así como Hermano K dijo eso) ya está produciéndose. No alcanzó aún, diría, la Conciencia colectiva, de manera total, pero puede corresponder, para algunos de nuestros Hermanos y Hermanas aún presentes sobre Tierra y no despertados, a un sentimiento de malestar creciente dónde el conjunto de las señales habituales de la Conciencia que condiciona desaparece, se aleja o se vuelve tortuoso.

Allí también, la mejor manera que tengan de estar en el servicio y en la ayuda, es abandonarse a su propia Luz ya que, en ese momento, como Sembradores de Luz y Ancladores de Luz, ustedes serán un apoyo, no mental y no emocional, no afectivo, para los de estos Hermanos y estas Hermanas que están por el momento, en el no reconocimiento de la Luz. Entonces, la frase pronunciada por el Cristo: “busquen el cielo y se les dará el resto por añadidura” va a pasar a ser cada vez más de actualidad ya que la Luz, como eso se dijo, cuando les riega y cuando la Fuente se despliega en ustedes, como se dijo: “no tendrán más sed y se satisfarán para siempre”. Este hecho satisfacerse se refiere, por supuesto, al conjunto de las necesidades del cuerpo de deseo, sin ninguna excepción. Es decir lo que se buscaba, en una proyección exterior (que llamaban eso un alimento, un placer, otro ser humano), se volverá accesible del Interior y sin ninguna proyección. Es a ustedes que corresponde hacer la experiencia, no hacer un dogma, no hacer una voluntad que debe adquirirse o recorrer, sino simplemente un estado que debe manifestarse y vivir ya que es la estricta verdad de lo que debe vivirse. Pero eso no puede vivirse sino a partir del momento en que aceptan dar este paso y de comprometerse en este concepto de Pasaje a su propia Revelación.
En la Conciencia y en este cuerpo (que es el Templo de su Conciencia), se les dieron algunos mecanismos Vibratorios. Estos mecanismos Vibratorios son, como eso se dijo, los puntos de sujeción de la nueva Conciencia, los puntos de sujeción de la Conciencia de la Unidad y la Unidad de la Conciencia, permitiendo desplegar estas Sendas, estas Puertas, estas especies de Pórticos inter dimensionales, entre este mundo y los mundos unificados. Son pues los marcadores privilegiados, los testigos, hasta cierto punto, de su establecimiento en la Conciencia Unificada. Les dijimos, muy a menudo, los unos y los otros, que la Conciencia era Vibración y es esta Vibración que, cuando se vive, enteramente, los instala en la Unidad y más allá incluso de la identificación a esta Vibración. La Conciencia, entonces, se descubre por lo que es: ilimitada, Libre, Autónoma, de ningún modo condicionada por una existencia, de ningún modo condicionada por una historia, cualquiera que ella sea, de ningún modo condicionada por compromisos o normas sociales, morales u otras sino, más bien, como algo enteramente Libre que puede, efectivamente, para algunos de entre ustedes, hasta un momento dado, parecer tan inmenso y tan infinito que les parecerá quizá inaudito. Pero, sin embargo, hacer la experiencia o acercarse suficientemente cerca, basta, por regla general, a dar la certeza de su pasar a ser. Saben también que esta Luz les satisface. Colma realmente y colmará, cada vez más, el conjunto de sus necesidades en el cuerpo de personalidad, aún presente sobre este mundo. Es por la Luz que encontrarán el conjunto de las soluciones ya que no podrá existir más ninguna solución a través del tejido social, emocional, moral o mental o emocional sino la Luz será la que realmente proporcionará, en la Conciencia Unitaria, el conjunto de eso que es necesario para acabar su misión.
Esta misión que, lo preciso, es la misma para cada uno: pasar a ser lo que son, de toda eternidad. Salir del marasmo de la ilusión, salir de la personalidad, no para rechazarla sino, de verdad, para establecerse en su transcendencia y en la Verdad. Todo eso, por supuesto, se realizará, a partir del momento en que acepten la Luz blanca. Entonces, por supuesto, si me dirijo a orientales, yo les diría: esta Luz blanca, es Krishna. Si me dirijo a occidentales, diría: esta Luz blanca, es el Cristo. Si me dirijo a un Sufi, diría que es la Luz de Allah, tal como corresponde a su experiencia y no a la Verdad otra, en particular religiosa. Entonces, cada uno podrá nombrar y vivir, hasta cierto punto, una definición de esta Luz blanca, como un hecho histórico o como una mitología, pero qué más da. Es la Luz blanca: Luz de Amor, de Paz, Luz de Unidad, que es un bálsamo viniendo a, enteramente, superar y borrar todas las faltas, todos los miedos, todas las insuficiencias y, por supuesto, todos los sufrimientos. En la Luz blanca, se encuentra esta Paz, esta felicidad, se encuentra este Samadhi conduciéndoles a llegar hasta el Maha Samadhi, en toda lucidez y en toda Conciencia. Maha Samadhi mismo que dependerá, allí también, del Maha Samadhi de la Tierra, y de la llegada de la Luz blanca en sus cielos, visible no en forma de partículas duras o lluvia de Luz, sino como la totalidad de la Luz. Este proceso ya se despliega en ustedes, viven, hasta cierto punto, las primicias, dentro de su Conciencia antes de que eso se despliegue en la Conciencia colectiva, en su totalidad. No olviden respetar lo que pide su cuerpo, sobre todo en lo que pedirá su Conciencia de la mañana, al despertar. Estén a la escucha de ustedes mismos, estén a la escucha de su propia Vibración, y perciban, cada vez más claramente (ya que eso será el caso), los momentos en que pasaron en la Conciencia de la Unidad o en la Conciencia Unitaria, y los momentos en que vuelven a bajar, de manera transitoria, cada vez más transitorios, en la Conciencia de la personalidad. Estos movimientos y estas idas y vueltas son de verdad, para mucho entre ustedes, una necesidad absoluta ya que es a través de estas idas y vueltas, incluso a veces dolorosas (sobre todo en el sentido de la pendiente), que puede establecerse, aún más firmemente, la Luz y su Inteligencia, ayudándoles a vivir en un momento dado, la totalidad de su Êtreté.

En algunos días (creo incluso, en términos humano, a partir de mañana), se les darán unas series de informaciones Vibratorias complementarias y finales sobre el despliegue de la Luz. Esos serán, hasta cierto punto, los últimos elementos (bien más allá del Yoga de la Unidad) que les permitirán servirse de su cuerpo para facilitar su propio establecimiento en la Conciencia Unitaria. Guarden presente, no obstante, en una esquina de su Conciencia que, en definitiva, todo solo depende de ustedes y de la distancia que ponen, o de la Coincidencia que establecen, entre ustedes, precisamente, y la Luz. Todo el mecanismo que debe vivirse (este mecanismo de superposición, desidentificación, desfragmentación, de apertura), sólo está allí para permitirles estabilizar su Conciencia Unitaria y estabilizar la Alegría y la Paz.

El período que se abre es el período más propicio para vivir eso porque este período es dónde el conjunto de las ilusiones de este mundo y la personalidad van a desaparecer. Los Arcángeles les habían hablado de desconstrucción, Marchas, Aterrizajes. Nosotros, hablamos, más concretamente, de disolución de lo que no es la Verdad. Vivir la disolución puede parecer, por supuesto, para el ego, una destrucción total. Allí también, todo dependerá desde su punto de vista, todo dependerá de su visión, la Atención y la Intención con la cual se establecerán en el momento: HIC y NUNC, como diría el Arcángel Anaël, que les permite, con más o menos felicidad y Alegría, establecerse en este estado Vibratorio. La casi totalidad de los preámbulos del despliegue final de la Luz están en vías de dárseles con el fin de permitir la intercesión de Lord METATRON y luego de MARIE, que permitirá la vuelta de la Luz blanca, completamente.

Hermanos y Hermanas en humanidad, de mi Corazón a su Corazón, en la Paz de la Luz y en la Alegría de la Unidad, que su Presencia se establezca. El Arcángel Uriel, a su manera, les llevará a que vibren. Les digo, por mi parte, ciertamente, al final del despliegue de la Luz blanca, después de la llegada de METATRON y MARIE. En Amor y por el Amor.