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Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
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MA ANANDA MOYI

21 agosto 2011

Yo soy MA ANANDA MOYI. Hermanos y Hermanas, que el Amor sea vuestra morada y que la Paz sea con vosotros. Vengo a vosotros para intentar continuar lo que he dicho, en parte, en mi última intervención entre vosotros. Vengo a completar de alguna forma, todas las nociones que están en relación con la Conciencia Una, con el Espíritu. Vamos pues a caminar juntos para intentar avanzar en la comprensión, cierto, intelectual pero que os dará, eso espero, los jalones en vuestro retorno a vuestra propia Unidad, para percibir de manera clara e identificar los signos que revelan el establecimiento de la Conciencia Una. En mi primera venida, he explicado lo que me pasaba en mi última encarnación en el momento en que entraba en Samadhi, durante espacios de tiempos a veces muy largos. Hoy vamos a intentar abordar una etapa que se sitúa antes de ese Samadhi, antes del acceso a la Unidad, lo que se llama de alguna forma, el momento en que el Espíritu se vuelve la Conciencia Una. Aunque la expresión “se vuelve” no tiene sentido verdaderamente, en la medida en que el Espíritu es la Conciencia Una. Se trata más aun, no de volverse sino de manifestar, aquí mismo, aquí donde estáis, un estado diferente.

Este estado, antes de situarse, da sus primicias. Algunas de esas primicias por cierto las ha dado ya mi hermana GEMMA, concernientes a la noche oscura del Alma y los procesos que se experimentan a veces, de manera difícil, por un Alma que se vuelve hacia el Espíritu. Esto se ha llamado de diferentes formas: el Arcángel ANAEL os ha hablado del Abandono a la Luz, os ha hablado de la resistencia a la Luz porque, efectivamente, hoy toda la Tierra vive un proceso colectivo que se inicia y que va a alcanzar muy pronto a su finalidad. Yo voy a hablaros ahora, no de un proceso colectivo sino de un proceso que os concierne a todos los que me escucháis y me leeréis, relativo a lo que vosotros llamáis la orientación espiritual y vuestro camino espiritual. El despertar de la personalidad a la espiritualidad es una búsqueda que muy lógicamente, se orienta hacia un conocimiento. Este conocimiento es la necesidad de satisfacer un impulso del Alma a comprender sus propios mecanismos, sus propias reglas en la encarnación y también encontrar un equilibrio, sean los que sean los nombres que deis a este equilibrio. En cualquier caso, una mejora, un impulso de vivencia ordinaria a ir hacia algo mejor, a algo mucho más vasto, que puede llenar un sentimiento natural de vacío que pueda existir en el Alma, en un momento dado de la evolución de la personalidad, en este mundo. Entonces, en ese momento el Alma que inclina naturalmente, hacia lo que es común en su tradición, en su cultura, hacia su cultura, hacia su propia religión o por afinidad, hacia las religiones que no pertenecen a su cultura. Así pues, el Alma se va a inclinar hacia procesos de adhesión a culturas, a ritos, a plegarias, a ceremonias muy variadas, muy diversas cuyo objetivo es acercar esta Alma en proceso de búsqueda, hacia la Luz. Muchos son los Ancianos y las Estrellas que os han significado que la Luz, la verdadera Luz no era de este mundo y que ver la Luz bajo forma de proyección no era acceder a la Luz sino vivir simplemente las etapas intermedias o las etapas que pueden enmascarar precisamente el acceso al Espíritu.

El Espíritu no es una búsqueda. El Espíritu no es un estado ordinario. La conciencia Una no es tampoco, un estado ordinario para la humanidad y para toda Conciencia que evoluciona en esta humanidad. La revelación del Espíritu en el Alma, corresponde a los procesos que se han desarrollado, llamados los balanceos, las reversiones: el momento en que el Alma no se inclina ya hacia la personalidad, para iluminarse, no se inclina más hacia sus propias faltas y sus propias necesidades sino que capitula, de alguna forma, hacia algo que no es nada habitual (en un sentido no común, a nivel de la encarnación) es decir el Espíritu. La Conciencia Una (lo habéis comprendido porque esto se ha explicado ampliamente y quizá lo habéis vivido) es algo que no tiene nada que ver con la Conciencia habitual, tampoco. La Conciencia Una, en mis propias palabras, es una suerte de abolición de toda distancia, de toda separación, de toda Ilusión que hace penetrar plenamente, la Conciencia en esa Unidad, en todos los términos que os hemos dado y empleado que de hecho, se refieren a la misma verdad. Hay una Conciencia dada (que es la Conciencia ordinaria que es propia de toda la humanidad) y es una Conciencia que aun durante mi vida, era extremadamente rara, expresándose por signos y manifestaciones totalmente inhabituales, desacostumbrados, totalmente fuera de lo real ordinario, diríamos, de la vida del Alma misma, en su evolución.

El Alma en efecto, tiene necesidad de comprender los mecanismos y los engranajes. El alma tiene necesidad de proyectar al exterior, en la personalidad, algunos elementos que se basan en principios bien conocidos que se han desarrollado como la atracción, la visión, como la alucinación de la propia Alma en este mundo, en relación a sus propios engranajes, a sus propios deseos, a sus propios impulsos, incluso los llamados espirituales. El Alma no conduce jamás, espontáneamente al Espíritu porque está muy ocupada en manteneros en una evolución ligada a esta misma Dimensión. El Espíritu no es de este mundo y la Conciencia Una no es a priori, de este mundo. Entonces, no pueden existir Almas más o menos refinadas que hayan descubierto por sí mismas, algunas capacidades espirituales, algunas capacidades para evolucionar según una armonía mucho más grande y mucho más ligera que la que puede proporcionar una personalidad, aun perfectamente equilibrada. Pero esta vida del Alma, incluso la más armoniosa, no será jamás la vida del Espíritu porque las manifestaciones, porque la manifestación de la Conciencia y de la vivencia y de todos los hechos y gestos de la persona, no son en absoluto los mismos según las reglas y las leyes del ama y según la regla y la ley del Espíritu.

El Alma traduce siempre (y es el principio mismo que ha creado) una noción de carencia. Alma, vosotros sospecháis que en vuestra lengua particular, tiene la misma resonancia que Amor, tiene la misma resonancia que matriz, tiene la misma resonancia que mamá, que manifestación y es además la primera parte de mi nombre: MA. Pero el Alma no es en absoluto lo que os conducirá al Espíritu porque el Alma, aunque sea en su evolución, va a tender a perdurar en la matriz porque no conoce lo que está fuera de esta matriz. Igual que la personalidad no puede en absoluto conocer la ley del Espíritu, ni incluso vibrar en el Espíritu, de igual forma, el Alma no conoce nada del Espíritu porque permanentemente, el Alma está vuelta a su propio despliegue, en su propia ramificación, si se puede decir, de la encarnación misma, de las reglas y de los engranajes cada vez más sutiles existentes en un Alma manifestando una sed de absoluto, manifestando una búsqueda auténtica de bien, una búsqueda auténtica de estado interiorizado, meditación, de Paz e incluso de serenidad. El Espíritu no tiene nada que ver con todo esto porque el Espíritu no está en absoluto interesado en este mundo, por el momento, en esta Dimensión. El Espíritu no es de este mundo. El Espíritu es una Conciencia que no tiene nada que ver con el principio mismo y las leyes de la encarnación, de igual forma que no tiene nada que ver en absoluto, con las leyes del Alma y los principios del Alma. A nivel del Espíritu, no existe más que una ley y un principio que es la Luz Vibral, tal como vosotros la nombráis. La Unidad es lo que nosotros en Oriente denominamos, el Atman, es decir ese principio eterno, inmutable que es lo mismo desde la eternidad, y que comparte cada Conciencia con la cuna primordial.

Por supuesto, y lo habéis entendido, ni la personalidad ni el Alma tienen por vocación, conduciros al Espíritu. Solamente algunas Almas (que se denominan a sí mismas privilegiadas y con razón) como por ejemplo, mi Hermana HIDEGARD DE BINGEN, que ha podido tenderse a nivel de su Alma, en ese abandono al Espíritu, con una tensión tal, que el Alma se ha vuelto espontáneamente, por esta misma tensión, se ha revertido de las leyes de la encarnación, no para huir de la encarnación, sino para penetrar de alguna forma, el misterio absoluto que está vinculado a lo que vosotros llamáis en Occidente, Dios, aunque sepáis que este término es la huella de muchas ilusiones muchos errores y muchas equivocaciones. Así, la Fuente es otra palabra que reemplazará todo esto. Nosotros hablamos de Atman, es decir lo que es inmutable, eterno, indefinible, inexplicable. La particularidad es que el Espíritu, aunque es Uno, se encuentra como desmultiplicado hasta el infinito y presente, como se ha dicho en todas las tradiciones, en el interior mismo del cuerpo del Ser humano encarnado. Este Atman (llamado en otras tradiciones, la gota blanca o licor de inmortalidad, llamado también por algunos místicos en Occidente, la fuente de cristal, el Vajra y otras denominaciones) puede también vivirse por algunas Almas, en el momento de esa Retroversión, como una polaridad más específica, por ejemplo, la Shakti o la Shekina o aun una polaridad femenina, un dulzura particular. El Atman está constituido en efecto, por 3 partes, y se encuentra en todas las culturas, en todas las tradiciones, en todas las religiones. Este principio inmutable está presente de igual forma, en cada Ser humano que habita esta Tierra pero, mientras que no se descubra, mientras que no se desvele a la Conciencia ordinaria, no puede por supuesto, ser Vibrado de ninguna forma, vivirse de ninguna forma y no tiene ningún efecto transformador sobre el principio de la personalidad e incluso sobre el principio de la evolución del Alma. Por cierto, a menudo el Alma tiene tendencia a conocerse cada vez más sin por eso pensar en inclinarse hacia otra cosa. Esta otra cosa que es el Espíritu porque, toda la polaridad del Alma ha estado, de alguna forma, invertida por los principios que se llaman Ahrimanianos y Luciferinos. Los principios de división, los principios de encierro, de cristalización que progresivamente os han llevado a evolucionar simplemente, en esta noción de Dualidad o bien y mal, más allá de cualquier noción incluso de Unidad o de algo transcendente.

Por supuesto existe una transcendencia a nivel del Alma (en cualquier caso, vivida como tal) pero esta transcendencia misma del Alma (que corresponde a lo que yo llamo, el refinamiento del Alma), aunque esto pueda conducir, en casos particulares, como HILDEGARD, de la que acabo de hablar, a vivir este abandono al Espíritu, es a fin de cuentas, relativamente raro. En efecto, basta sumergirse en los mecanismos de la revelación del Espíritu que se producen fuera de cualquier búsqueda del Alma, fuera de cualquier refinamiento del Alma. En efecto, cualesquiera que sean los pueblos, cualesquiera que sean las civilizaciones, cualquiera que sea el sexo, la edad, muchísimos Seres tienen testimonios de este Reencuentro del Espíritu. Este Reencuentro a nivel del Espíritu, se traducirá por una revolución total de todas las reglas, de todas las atracciones, de todo lo que hasta el presente formaba la vida. Algunos, por supuesto, os han descrito perfectamente este proceso de encantamiento (que se puede llamar así), que transfiere la Consciencia desde su normalidad habitual hasta una transcendencia total. Esta normalidad de alguna forma, está completamente invertida, completamente devastada (es efectivamente el nombre que se puede emplear) por la irrupción de la nueva Conciencia en algo que antes estaba marcado, aunque hubiera un refinamiento, por un encierro en una vivencia personal. Aunque esta vivencia se inscribiera en una memoria mucho más antigua de vuestras propias vidas pasadas, de vuestros propios fenómenos ligados a la encarnación o al refinamiento del Alma, y queriendo comprender los mecanismos de la psiquis, los mecanismos de la mente, los propios mecanismos del Alma en sí mismos. Pero jamás esto permite la revolución de Conciencia que puede vivirse en la revelación del Espíritu.

Cuando se realiza la revelación del Espíritu, hay un acceso a esta desfragmentación, como se ha llamado, hay una explosión total de todas las referencias, hay un estado en que todo se disuelve realmente, es decir que ya nunca más existe lo que formaba la personalidad, en ese momento preciso. Todo se disuelve, no hay sentido incluso de identidad, no hay sentido de lo que va a pasar en el momento en que esto ocurra. Hay solamente un testigo que es efectivamente, esta Conciencia Una del acceso al Espíritu, con ese Samadhi, con ese sentimiento de fusionarse con toda la creación y de hacerse real y concretamente a sí mismo, la totalidad de la creación. Esta impresión es suficientemente poderosa para dejar, como sabéis, una marca indeleble en la Conciencia que de alguna forma (a nivel del Alma, como de la personalidad, como del cuerpo), está marcada como a hierro candente por esta experiencia. Esta experiencia, según los casos, se va a expresar de diferentes formas en lo sucesivo y se ha expresado de diferentes formas para muchos Seres en esta Tierra. Algunos han perdurado en ese estado y han podido encontrar ese estado a satisfacción, sin querer incluso desencadenarlo pero se desencadena espontáneamente, sin buscarlo incluso: eso fue por ejemplo el caso, durante mi encarnación pasada. Otros han querido salir de ese estado para poder describir, de alguna forma, la magnificencia, tanto a través de textos filosóficos, como a través de poemas, como a través de composiciones artísticas, musicales u otras. Ese fue el caso de aquél que vosotros llamáis el amado Juan que, después de haber accedido a ese estado de Samadhi particular, de acceso al Espíritu, ha podido hacer la descripción que vosotros conocéis y ha podido expresar el refinamiento del Alma en su totalidad. En ese momento, el Alma ya no se vuelve hacia la personalidad sino hacia el Espíritu. Pero lo que caracteriza el Alma que se inclina hacia el Espíritu, estando siempre presente en la encarnación y decidiendo hacer vivir la personalidad, es dar de alguna forma, una voluntad de construir una enseñanza, construir una nueva vida, construir un nuevo estado, un nuevo paradigma, una nueva religión, si lo preferís. Y el bien amado Juan que fue Sri Aurobindo, hizo exactamente esto durante su vida y pienso que es la ilustración perfecta, como tantos otros.

Hoy las circunstancias son profundamente diferentes porque, incluso para aquellos de vosotros que hoy han descubierto el Espíritu, hace algún tiempo, que han vivido la experiencia, evidentemente existe a nivel de este Espíritu, un sentimiento y una vivencia, una impresión si lo preferís, profundamente diferente que está ligada a esta última etapa que vive la humanidad, en su retorno global a la Unidad donde está la posibilidad de no ser jamás cortada de la Unidad de la Fuente. Existe pues hoy en esta Reversión del Alma hacia el Espíritu, algo diferente porque el impulso del Espíritu hoy, se expresa por lo que yo llamaré una des identificación total de este mundo. Por supuesto, y esto también se os ha dicho, yo he sido sostenida en mis estados de Samadhi, durante mi vida, no solamente por los humanos que me rodeaban sino también por las entidades celestiales, ya que en ese momento, yo no tenía la total conciencia y lucidez. Ellos han permitido efectivamente, que mantenga un estado de Samadhi total durante varias semanas, varios meses, varios años, permitiendo a aquellos que se acercaban, literalmente, bañarse en esta Luz Vibral que vosotros describís y vivís hoy. A Algunos Seres les han ayudado efectivamente, a mantener no un estado particular, sino a permanecer en la encarnación. Los mecanismos colectivos, hoy son muy diferentes ya que se orientan a hacer salir a toda la humanidad de los mecanismos de encierro y la finalidad del Espíritu no es en absoluto la misma. Existen pues, accesos que yo calificaría de graduales, a la experiencia de la Unidad, a la experiencia de los diferentes Samadhis posibles, haciendo que paso a paso y ahora yo diría, cada vez más rápidamente, un proceso de des implicación. Comprended que cuando hablo de des implicación o des identificación, no se trata de una renuncia a la vida, no se trata de una renuncia a ciertas manifestaciones de la vida ordinaria, sino de una transcendencia total y absoluta de sus contingencias, llamadas afectivas, sociales, emocionales y otras. En efecto, el Espíritu en su característica actual de la humanidad, es igualmente des cristalizaros, des implicaros y des identificaros de todo aquello a lo que estabais identificados e involucrados. Y comprended que cuando expreso estas palabras, no hablo de una renuncia por voluntad a cualquier implicación en la vida social, o en la vida que sea, de la personalidad, sino más bien una lucidez total de la Ilusión.

Por supuesto, durante mi vida, esto no era posible, lo que quiere decir que no había más que dos elecciones: sea la de estar en Maha Samadhi, en la disolución de la Luz (y dejar este cuerpo a aquellos que se ocupaban de él), sea de volver aquí y experimentar la nostalgia de ese sentimiento de Maha Samadhi que yo vivía en otros momentos, siempre manifestando la misma paciencia, el mismo Amor y la misma cualidad, si se puede decir, de mi propia Alma. Hoy, es muy diferente porque lo que estáis llamados a concretar y a concienciar es algo totalmente diferente porque no hay necesidad colectiva de mantener lo que sea de ilusorio, lo que sea que pertenezca a la personalidad y a la vida en el momento, como sabéis, o la Tierra lo haya decidido. Pero no os corresponde a vosotros decidirlo porque el Espíritu no os demandará jamás y sobre todo ahora. Evidentemente, existía hace algunos años, los impulsos del Alma que muchos de vosotros habéis vivido y preparado el reencuentro con el Espíritu: es decir cambiar esto, cambiar de lugar, cambiar de entorno, cambiar de condiciones de vida, en el sentido más amplio. Hoy no es ya tiempo por supuesto, de cambiar y vivir sus impulsos del Alma. Es cuestión de ir con el impulso del Espíritu, lo más directamente posible.

No es necesario entonces atascarse con cualquier impulso del Alma que os dijera de parar esto o perseguir aquello sino simplemente, dejaros sumergir verdaderamente, por el Espíritu. Esta inmersión en el Espíritu, se traduce por las primicias. Estas primicias, las conocéis, son: la Alegría, el sentimiento de un solo golpe, de no existir ya en el sentido del yo, en el sentido de vuestras actividades ordinarias: una forma de pequeña muerte o de pequeño Samadhi final o Maha Samadhi. Entended bien que todo esto (y cada uno de vosotros, lo vivís por toques sucesivos, por toques graduales y algunos de manera brutal, también) es posible pero que, cuanto más avance el tiempo, según vuestro calendario, más se va a hacer evidente, o violento. Es decir que no será posible ya, para aquellos que hayan emprendido el camino de retorno a su Unidad, de resistir el impulso del Espíritu. Y eso también se os ha dicho. Y vais a constatar que existen momentos, instantes y tiempos en que va a hacerse más y más duro mantener una actividad ordinaria, sea la que sea. Esto forma parte efectivamente, de la transformación.

Por supuesto, si esto no sucede, no tenéis que buscarlo porque no lo encontraréis. Pero si esto se produce en vuestra vida, ciertamente se trata de una llamada de vuestro Espíritu, una llamada del Alma que comienza a volverse hacia el Espíritu y que, como he dicho, se des implica, se des identifica de todas las interacciones que puedan existir en la personalidad o incluso en la vida del Alma. Cada uno en este nivel, a su ritmo propio. Cada uno en este nivel, vive la experiencia que debe vivir, en el momento en que debe vivirla. Es en esos momentos por cierto, que el principio de resistencia no debe obrar porque es la misma que mostraréis por vosotros mismos, porque adoptaréis en esos momentos como elección, como decisión, como comportamiento como actitud, como os demostraréis a vosotros mismos vuestra capacidad de vivir en el Espíritu o no.

Como dijo San Juan: “habrá muchos llamados”. Y ha habido muchos llamados ya que la totalidad de la humanidad será liberada. Pero habrá pocos Elegidos. ¿Qué es lo que nosotros entendemos por elegidos? Nosotros no entendemos por esto, las gentes que serían superiores, las Almas que serían superiores a otros, sino simplemente los Seres que han hecho la libre elección de volver a la Unidad, al Espíritu y sobre todo a la multi dimensionalidad. Todo esto, vosotros ya lo sabéis. Lo importante es comprender que las primicias que vivís, algunos de vosotros (y que van a hacerse cada vez más invasoras en vuestras vidas), demandan, por vuestra parte, una atención muy particular. Porque, en efecto, si la Luz os llama a la Vibración, si la Luz os impide realizar tal tarea, ¿qué vais a hacer? ¿Qué vais a hacer si por ejemplo, una mañana, debéis tomar vuestro coche y la llamada del Espíritu os pone en un estado de Samadhi tal, que no podéis ya tomar vuestro coche? ¿Qué vais a hacer? Es bueno quizá, hacerse preguntas ahora porque esto puede (y lo hará realmente) pillaros desprevenidos. Eso no quiere decir, de manera instantánea (poniendo en juego vuestra vida, por ejemplo, si conducís un vehículo) sino simplemente, sentiréis, de manera más y más opresiva y viviente, esta llamada del Espíritu a volveros hacia la Conciencia Una y a haceros esta Consciencia Una. Y es en esta etapa (sean los que sean, tal como se os ha dicho, los elementos que serán aportados a vuestra vida) que debéis manifestar toda la lucidez necesaria y hacer las elecciones necesarias para vivir lo que tenéis que vivir. Por supuesto, es en estos momentos en los que hace falta estar Consciente y lúcido porque, por supuesto la naturaleza de la personalidad, del Alma, está hecha, así que mientras no viva ese estado, ella dice buscarlo. Pero por supuesto hasta que ese estado llega, el Alma ha hecho todo para olvidar (y la personalidad todavía más) que es la llamada del Espíritu lo que surge.

La llamada del Espíritu no es un impulso como el impulso del Alma. El impulso del Espíritu o la llamada del Espíritu se evidencia por ese mecanismo de deslocalización de vuestra Conciencia, de vuestra pequeña persona, de vuestras actividades ordinarias, incluso las más normales, incluso las más sutiles, si queréis emplear esas palabras. Pero en ese momento, hace falta estar lúcido de lo que se juega en vosotros. Hace falta estar lúcido de que en ese momento, vivís literal y verdaderamente, una llamada del Espíritu. Entonces esa llamada del Espíritu ciertamente vais a vivirla cada vez más, en los momentos de alineamiento, sean colectivos o individuales. Vais a vivirlo también, como he dicho, de forma inopinada, sobreviniendo así, a mordiscos y llamando de alguna forma, a una suspensión de la persona, una pausa del cuerpo, una suspensión de la personalidad e incluso de lo que estáis realizando como actividad. En ese momento y de forma cada vez más palpable, yo diría, percibiréis modificaciones fisiológicas cada vez más claras. No hablo de percepciones Vibratorias de la Luz Vibral (como picaduras o zonas de resonancias) sino que yo hablo verdaderamente de las modificaciones de los ritmos fisiológicos que en primer lugar se encuentran, por supuesto, la respiración, el ritmo cardiaco, el sentimiento de dormirse o de flotar y también la magnificación de las percepciones Vibratorias, pero además el sentimiento real de que vuestra Conciencia os escapa.

En esos momentos es en los que corréis el riesgo de vivir lo que se llama la noche oscura del Alma (que ha desarrollado GEMMA) porque es en esos momentos cuando el Alma siente que está destinada a otra cosa que, animar el cuerpo y la personalidad. Ella está destinada a volver al Espíritu y esto es un duelo para ella y también realizar que es un mecanismo de Reversión. Entonces ese mecanismo de Reversión puede durar algunos minutos, volverse a reproducir o no volverse a reproducir pero puede también instalarse de manera, no duradera (ya que estáis en tiempos particulares) sino de manera suficientemente larga como para perturbar incluso, la base de vuestro camino espiritual. En un momento dado, algunos de vosotros corréis el riesgo de encontraros confrontados a un sentimiento de vacío muy importante. Esto es un signo muy bueno porque, desde el momento en que sobrevenga ese vacío y la Alegría parezca abandonaros, paradójicamente quiere decir que estáis preparados realmente, para vivir la verdadera Alegría en su totalidad. Así pues, no hay que alarmaros de las cosas que puedan pareceros a priori y en un primer momento, contrarias a la Luz. Así, un acontecimiento traumatizante que pueda ocurrir hoy en vuestra vida, sea lo que sea, sin ninguna excepción (puede poner en juego lo que vosotros llamaríais vuestro pronóstico vital, lo que vosotros llamaríais vuestra supervivencia, lo que vosotros llamaríais simplemente, vuestra vida y vuestras relaciones), no es la manifestación de una pérdida sino que es la traducción de algo que os es quitado para encontrar al Espíritu. Sabed y reconoced que la Inteligencia de la Luz en este caso, es absoluta y que es en este periodo, sea lo que os haga vivir la Luz, sea lo que otro os haga vivir, sea lo que las circunstancias de vuestra vida os hagan vivir, cuando no debéis tirar jamás la toalla. Lo que quiero decir con esto, es que a través de ese cara a cara, como os hemos dicho, ese cara a cara último, va a encontrar en vosotros los elementos más poderosos de resolución de la Dualidad, sea la que sea vuestra finalidad, sea el que sea vuestro devenir en los mundos unitarios y en la Unidad o sea en los mundos de carbono, sea en la perpetuación de este cuerpo en otro espacio tiempo. Entonces aseguraos, no hay nada que temer en las circunstancias ordinarias de vuestra vida porque acordaros: incluso lo que os es dado manifestar y vivir en este periodo particular, os conducirá de manera cierta y segura, ahí donde debéis ir. Entonces, incluso si estáis destinados a vivir una noche oscura del Alma, si estáis llamados a vivir un duelo, si sois llamados a vivir algo que os aparece como terrible, no permanezcáis a este nivel. No huyáis lo que se os presenta. No huyáis de lo que tenéis que vivir. No huyáis de lo que tenéis que afrontar o confrontar sino id más allá. Atravesad esto con una certeza inquebrantable porque detrás de este acontecimiento, se encuentra el Espíritu enteramente. Cada uno y antes incluso de que podáis, viviréis las primicias del Espíritu. Esto está inscrito en el calendario de la Tierra, está inscrito en numerosas profecías y lo han vivido ciertos Seres.

La llegada de la Luz, la destrucción total de todo lo que es ilusorio, la vivencia de la Luz, la vivencia de una relación diferente entre los Seres humanos, todo esto serán signos importantes que la Luz comienza a obrar en su establecimiento en esta Tierra. No hablo ciertamente de signos visibles a vuestros ojos y a vuestra visión etérica que son cada vez más patentes. No hablo de los signos físicos de la Tierra que, también, son más y más patentes, sino que hablo realmente de vuestra Conciencia. Y acordaros que si en esos momentos que podrán pareceros los más difíciles (a nivel de la personalidad o del Alma) y, para otros, parecerían también muy fáciles, todo depende de vuestro estado de Abandono, de vuestro estado de entrega de vosotros mismos a la Luz. Así, os daréis cuenta de que sea lo que sea que viváis, cualquiera que sea la intensidad que os proponga la Luz, sabréis que la Luz está detrás, siempre, sin ninguna excepción, porque la finalidad es la Luz esta vez, y no la reencarnación infinita y no la depuración infinita de un Karma sino la Alegría inefable de la reconexión con la Verdad. Entonces si simplemente llegáis a tomar un poco de distancia y a no sumergiros totalmente, en lo que la Luz os hace vivir en vuestro cara a cara, en vuestra noche oscura o en vuestra salida (por esta des identificación) o esa desvinculación de vuestra propia vida, por momentos. Si sois capaces de vivir esto con serenidad, sin implicaros de ninguna forma, sin ninguna voluntad (un poco como un espectador, un poco como un observador), sin implicaros sino permaneciendo centrados en vosotros mismos, veréis que esto no os atrapa en lo que sois. Este cuerpo no puede ya atraparos en lo que sois, aunque debáis vivir vuestra transformación en este cuerpo, si todavía estáis aquí.

Entonces, guardad presente en el Espíritu mis palabras, de igual forma que HERMANO K, en su primera venida entre vosotros, hace ya algunos meses, dijo que hablaba con anticipación de la Libertad y de la Autonomía a fin de prepararos a la Libertad y a la Autonomía. De igual forma, las palabras que he empleado esta tarde son una preparación a lo que tenéis que vivir. Lo que tenéis que vivir lo he precisado, tenéis que atravesarlo y si tenéis que atravesarlo, no es ni una retribución ni un castigo, nada de todo esto es un karma, son simplemente las condiciones óptimas para vosotros, de ir hacia vuestra Libertad y absolutamente nada más. No veáis y no busquéis, como se os ha dicho, ni culpabilidad ni satisfacción (si ese estado es agradable), ni ninguna revancha, ni ninguna retribución de lo que sea. Son simplemente las circunstancias de la instalación de la Luz para vosotros, que son lo más adecuado a lo que sois, incluso si en algunos momentos puede pareceros muy alejado de lo que buscáis o de lo que esperáis, o incluso de lo que habéis vivido ya. Lo que quiero decir con esto también, es que cada Ser humano no vivirá necesariamente el proceso de la misma forma: ese choque de la humanidad que ha comenzado, se va a vivir ciertamente, de forma muy diferente para cada uno y yo diría que esto será incluso muy distinto de lo que podáis imaginar, esperar o temer. Entonces no hay nada que esperar. No hay nada que temer Solamente hay que vivir lo que hay que vivir, estando centrado totalmente, sobre la Luz y sobre el Ser que sois, más allá de todo lo que haya que atravesar. Estos son algunos elementos que tenía que daros. Si hay cuestiones suplementarias en relación a lo que acabo de decir, sobre estas primicias y esas etapas que se despliegan ahora, os escucho con gran atención y gran placer.

Pregunta: ¿en este proceso dónde se sitúa el Reencuentro con Cristo?

Como se os ha dicho, anunciado y enunciado de diferentes formas: la Puerta posterior de Cristo está abierta. Él vendrá como dijo, como un ladrón en la noche. Vendrá muy pronto pero cada uno puede vivir este Reencuentro con el Cristo, con el principio de la Unidad, con el Atman, en cualquier momento. Esto puede situarse antes del choque como después del choque. Es diferente para cada uno, no a título individual, sino que es diferente para diferentes grupos de Almas. Algunos grupos de Almas lo vivirán ahora, muy próximo, otros lo vivirán después del primer impulso de Luz visible a los ojos de todos y otros lo vivirán solamente al final. Sea como sea, el momento en que lo viváis os pertenece y marca para vosotros a veces, una facilidad y a veces no. Esto no cambiará nada el proceso que hay que atravesar y que tenéis que atravesar, que es el vuestro. Algunas Almas tienen necesidad de la dulzura, del Amor Cristo, personificado o no, para poder atravesar eso que ellas tienen que atravesar más fácilmente. Otras, al contrario no tienen que vivir esto para atravesar lo que tienen que atravesar porque esto sería más un freno que otra cosa. Por lo tanto, tened confianza en la Inteligencia de la Luz.

Pregunta: ¿el Reencuentro con Cristo es el momento en que se está en Unidad de manera definitiva?

Hermana mía, mira por ejemplo, en los escritos del Occidente, mira el que han llamado San Pablo, después del reencuentro en el camino de Damasco, ¿ha permanecido en el mismo estado después de su reencuentro? No, el ha cambiado de camino, ha cambiado su Conciencia. Pero ¿estaba por tanto en Unidad después de su reencuentro con el Cristo? ¿Todos los Seres que han vivido en esta Tierra y que han encontrado la Luz (sea Krisna, Cristo, otros nombres, poco importa) han estado todos en la Unidad, de manera definitiva? Precisamente yo he expresado exactamente al contrario, por ejemplo al hablar de mi Hermano Sri Aurobindo. Para algunos, esto puede ser una ayuda y para otros, quizá no, puede ser incluso un freno.

Pregunta: ¿por qué se viven episodios de Samadhi pero cada vez más cortos y raros?

En eso, Hermana, tampoco hay explicación. Tampoco hay ni retribución ni castigo. Hay exactamente, la justa lógica de la Luz Vibral en ti. Algunos seres (y esto lo han dicho los Ancianos), si se les dejara establecerse en su Êtreté totalmente, no volverían simplemente a este mundo. Ahora es aquí donde sois útiles. Hace falta también entender que el Samadhi no es el objetivo. El Samadhi es simplemente la consecuencia de la Conciencia Una, no es cualquier cosa que haya que buscar ni desear experimentar. Ese Samadhi acompaña a la Conciencia Una, de diferentes formas y existen por cierto múltiples Samadhi, de múltiples formas. Lo más importante, más allá de todo Samadhi, es mantener (sin desearlo realmente, sino simplemente constatarlo en sí) la Presencia de la Alegría, a cada Aliento. Si la Alegría permanece, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestra vida, entonces no tendréis ninguna dificultad, cuando llegue el momento para vosotros, para estableceros en vuestra Unidad y en Maha Samadhi. Pero como lo habéis constatado, cuando se vive una experiencia, cualquiera que sea, ya fuera la más majestuosa y la más unitaria, la personalidad y el Alma desean revivirla. Por supuesto, como constatáis todos, lo más frecuentemente, esto no se revive, por una razón que es simple, que he explicado justo antes: si os ofrecéis a vosotros mismos la posibilidad de instalaros definitivamente en ese estado, no habría ya absolutamente ninguna razón de que estuvierais presentes en la superficie de esta Tierra, vistas las circunstancias actuales colectivas de la Tierra, porque el objetivo no es ese y vosotros lo sabéis. Acordaros que vosotros estáis aquí por todos los demás. Realizar el Yo es salir del yo. Realizar el Yo, es comprender y vivir que todos los otros sin ninguna excepción, son vosotros mismos, no como una aceptación mental o espiritual, sino más bien como una vivencia real. Partiendo de aquí, ¿en nombre de qué abandonaríais partes de vosotros mismos en la Sombra? Lo importante en una experiencia (incluso la más majestuosa o la más frustrada que sea) de un acceso a la Unidad, es el principio de Reversión del Alma, el principio de Reversión del triángulo Luciferino (de la cabeza, si lo preferís) hacia el Espíritu. Es Espíritu ha vuelto a fecundar la materia, por lo tanto ha revivificado la materia. La reconexión de la experiencia vivida (la vuestra o la de cualquier otro) es el fundamento mismo de la experiencia.

No tenemos más cuestiones, os damos las gracias.

Entonces, mis muy queridos Hermanos, mis muy queridas Hermanas, vamos a vivir juntos, un momento de comunión. Esta será mi forma de dar Gracias a vuestra presencia, a vuestra escucha y a vuestra disponibilidad. Os digo entonces hasta pronto y vivamos pues, juntos, nuestra comunión.


... Efusión Vibratoria...


MA ANANDA os ama y os saluda.