Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
NIEVE
31 de Mayo 2011
Soy Nieve. Hermanos y Hermanas, aquí y en otras partes, que la Paz del Gran Espíritu esté en ustedes. Vengo a proseguir lo que les di, aquí hace algún tiempo, en lo que se refiere a la Vibración de la CLARIDAD. Vamos juntos, si lo quieren, avanzar de manera quizá más fina, sobre lo que es esta CLARIDAD, y lo que no es y en qué desemboca, completando así lo que les dio mi Hermana Teresa. La CLARIDAD de la que hablo es, por supuesto, la CLARIDAD espiritual, la CLARIDAD del Espíritu, que desemboca, también, en una determinada forma de Inocencia, que les hace, hasta cierto punto, escaparse y superar las dificultades de las Creencias y de la ilusión de este mundo, manteniéndoles al mismo tiempo en este mundo, con el fin de percibir la belleza y eso, lo expresé, por ejemplo, con relación a la Naturaleza. La CLARIDAD es del ámbito del Espíritu. Está vinculada a la PROFUNDIDAD, eso lo saben, a la capacidad para ver claro y en consecuencia obtener una clara Visión, precisamente, de lo que es el Espíritu y de lo que no es. La CLARIDAD, Vibración de este punto, no es la claridad que aporta una luz sobre las circunstancias de la vida ordinaria, sino la claridad de la propia Luz, del Espíritu, de la Verdad, permitiendo saturar de Luz lo que no es la Luz.
Entonces, esta CLARIDAD, esta Profundidad y esta Inocencia, no son atributos de la persona que van a permitir esclarecerla sino, más bien, hacer trascender y borrar la persona en provecho de lo que algunos Ancianos llaman el Sí mismo o la Unidad. Por mi parte, saben que prefiero la expresión “fundirse en el Gran Espíritu”. El Gran Espíritu no tiene color porque él es todos los colores a la vez. El Espíritu no tiene los colores del alma, el Espíritu no tiene los colores de la persona, el Espíritu es lo que va directamente a conducirles al Espíritu y en consecuencia hacerles sobrepasar, elevándolos de todo lo que es coloración del alma o la persona, elevándoles, hasta cierto punto, de la comprensión lineal y habitual, presente sobre este mundo. La CLARIDAD va pues a dar una Profundidad pero sobre todo va a darles aún más Inocencia y aún más Infancia, Infante que no puede discernir ni ver el menor mal, que eso sea por sus ojos o que eso sea por sus pensamientos. Por supuesto, a condición de que esta Infancia sea ideal y no se afecte por las vicisitudes del adulto o las privaciones. La CLARIDAD va a permitirles ver claro, no para encender causas o consecuencias de sus vidas sino para sobrepasar todo eso y establecerles en un nuevo color, en una nueva polaridad, si se puede decir, un nuevo estado donde todo aparece como de blanco, donde todo aparece como profundo e inocente y en consecuencia, sin mancha y puro. Se puede decir que el mundo es perfecto, eso lo saben, en los elementos de la naturaleza que no han sido alterados por la falsificación del hombre. Es a esta CLARIDAD que los llama y es en el sentido que, en mis modestas intervenciones, les hablé de la naturaleza como un elemento que podía permitirles acercarse a lo que no se ha sido alterado.
La CLARIDAD de la cual voy a hablarles, ahora, se refiere más a la CLARIDAD del Espíritu. El Espíritu es ilimitado, el no tiene que poner límites. El cuerpo que habitan, y que hemos habitado, es limitado, limitado en sus mecanismos, limitado en sus posibilidades, también en todo lo que puede concebir y expresar, limitado en su vista como limitado en sus percepciones, cualesquiera que sean, mientras que el Espíritu, él, está exactamente en lo opuesto de todo eso ya que él es enteramente ilimitado. Entonces, la CLARIDAD del Espíritu no está destinada a aportar cualquier claridad en esta densidad de vida sino está destinada, más bien, a superar la opacidad y la densidad de esta vida, poniendo fin, de alguna manera, a la ilusión y al principio mismo de la Falsificación. La CLARIDAD desemboca en esta Inocencia que los conduce a la Liberación y hace que la Conciencia experimente y viva Estados que no tienen ya nada que ver con la conciencia ordinaria, que es siempre construida según los métodos y los mecanismos de la acción, de la reacción, de sentimientos, de los impulsos. La CLARIDAD es indemne a todo eso.
Entonces vivir la CLARIDAD desemboca en la clara Visión, no de vuestras vidas, no de esta vida, no de los problemas sino una clara Visión de lo que es la Luz, de lo que es lo Ilimitado y de lo que no lo es. Esta CLARIDAD no puede expresarse en términos intelectuales o mentales. No se somete a los condicionamientos, a los encerramientos, o a las limitaciones presentes sobre este mundo. Incluso si existe analogías donde pueden, sacar como algunos seres lo hicieron, un elemento que va a impulsarles, hasta cierto punto, hacia el Espíritu, por ejemplo; como el día que amanece, la CLARIDAD que se hace día al final de la noche, y el sol amaneciendo, que van a llamarlos, por resonancia, a levantarse sobre las condiciones habituales de la densidad, de la ilusión. La CLARIDAD es el momento en el que lo que aparece como esencial como evidente, y también claramente, dónde van a comprender y a vivir la Verdad de la Luz no como un objetivo, tampoco como una suposición sino como un establecimiento en la Vibración de la Luz, del Espíritu, desplegando su propia CLARIDAD, poniendo fin a la opacidad y a la ilusión de la persona en la cual están. Eso desemboca necesariamente en la clara Visión, más allá de la Visión y más allá de la falsificación de los ojos y les permite experimentar, sobre todo, un estado de tranquilidad, de Paz, no teniendo ya nada que ver con la paz efímera de la persona, resultante de satisfacciones, cualquiera que sean.
Penetrar la CLARIDAD, efectivamente, va a permitir, inicialmente, ver claramente sobre su propia vida. Aceptar ver claramente sobre su propia vida, es aceptar ver lo que se es, ver las propias faltas y las propias Sombras. No para luchar contra algo, sino más bien, simplemente para tener la clara Visión, la clara Conciencia, permitiendo superar el juicio de sí mismo o de los otros y desembocando en la aceptación, permitiendo, por el simple hecho de aceptarlo, de poner la CLARIDAD en lo que era opaco. Y eso, lo saben, es la acción de la Luz y no la acción del ego o la personalidad, que debe, permanentemente, luchar contra esto o contra eso. La CLARIDAD de la que hablo es pues un esclarecimiento de la opacidad de la persona, contribuyendo a establecerlos, de manera lúcida y autónoma, en vuestra propia Libertad, en vuestro propio Espíritu. La CLARIDAD, es también ver a través de la claridad del Espíritu, el hecho de que todo es Uno, que todo es independiente y que todo está conectado, en esta independencia, a la Luz Una. Es ver pues más allá de la visión fragmentada, ver más allá de lo que da a ver el ojo y lo que dan a ver las emociones y los sentimientos, para penetrar por fin un estado diferente, donde todo toma lugar, donde todo se articula, dónde todo se explica, más allá de la explicación misma, de las ilusiones del mundo pero en la Verdad del Espíritu. Esta Claridad, no se hace para permitirles solamente discriminar, hacer elecciones sino, más bien, de ver por clara Visión, por la Visión Profunda llamada también Visión del Corazón, lo que es la Luz y lo que no lo es.
La CLARIDAD unifica. La CLARIDAD, por lo tanto, permite superar a las Sombras, no negándolas, no rechazándolas sino eliminándolas, sin hacer otra cosa que eso, sobre todo no una acción de la persona sobre la persona sino de comprender y vivir la acción de la Luz misma, en esta claridad, en esta transparencia y esta transcendencia que va a manifestarse. La CLARIDAD está vinculada al Espíritu. Está en resonancia, incluso, directamente, con el Espíritu ya que el Espíritu es transparencia. En el Espíritu no existe ninguna Sombra, el Espíritu es Ilimitado y Libre. El Espíritu no pertenece a nadie ya que es de todo el mundo. El Espíritu no es ni encerramiento, ni posibilidad de encierro, ni incluso posibilidad de descripción o definición ya que es sobre todo un estado de la Conciencia, una Vibración particular de la Luz estableciéndose en ustedes, en el momento en que lo viven. La CLARIDAD, cuando está en resonancia con la PROFUNDIDAD, en la Infancia y en la Inocencia, da acceso a la Fusión, o a la Penetración, si prefieren, del alma por el Espíritu, estableciendo una nueva Unidad llamada nueva Tri-Unidad, cuyo punto de unión es el Corazón, la Unidad y lo que llaman el punto ER. Entonces, en ese momento, un nuevo centro y un nuevo impulso se establece en el ser, no teniendo ya nada que ver con la persona, ni incluso con el alma. El Soplo del Espíritu se establece y este Soplo que es un Fuego, vivido como tal, un Fuego que no quema. Así es la CLARIDAD ya que el Fuego, él también, participa de la CLARIDAD y él es claro. El Fuego no puede ser portador de Sombra. El Fuego no puede ser portador de cualquier pesadez ya que él se eleva. Así es la CLARIDAD, así es el Espíritu.
Volverse claro, es también volverse transparente. Volverse transparente quiere decir ya no ser alterado o perturbado por todo lo que pueda venir de la persona. Hay una comprensión y uno vivencia exacta de lo que llega, en la persona, sin ser afectado de ninguna manera, sin ser perturbado de ninguna manera ya que la CLARIDAD es el Soplo del Espíritu dando la Paz, que nada puede venir a perturbar o nada puede venir a alterar. El Soplo del Espíritu se convierte en el Fuego que viene a forjar, hasta cierto punto, la transparencia y la Claridad del Ser, estableciéndose en su nueva Conciencia llamada Unificada, llamada, creo, Turiya o 4to. estado de la Conciencia. En mi pueblo, se llama a eso fusionar o convertirse en el Gran Espíritu. Terminologías muy diferentes pero que recubren, un hecho, la misma, sola Verdad y realidad, que es el ámbito del Espíritu. El mundo de la ilusión es, para el humano, un mundo de Sombra, un juego de Sombras y de Luz, alterado por lo tanto transformado. El mundo del Espíritu es total transparencia, no necesita ninguna Sombra y de ninguna densidad de este mundo para existir, para interpenetrarse en todas las Dimensiones y en todos los Universos. Eso es muy difícil a concebir, incluso de imaginar para el humano, mientras no haya penetrado el Aliento del Espíritu.
La CLARIDAD, en fin, procura la Paz. ¿Por qué procura la Paz? Simplemente por un concepto de apaciguamiento. De la misma forma que la nieve puede, ciertamente, irritar a algunas personas, por sobre todo, la nieve da un eco, una reverberación, una blancura, una profundidad, donde todo lo que no es blanco como ella, aparece con un contraste penetrante. Así actúa la CLARIDAD, a nivel espiritual, de la Luz Vibral, estableciéndose en la Unidad de la Luz blanca. Viene a alumbrar, viene a transfigurar a dar Luz, volviendo transparente. El ser que se establece en la CLARIDAD y en el Espíritu, se convierte, a medida de su establecimiento en esta Vibración, en un ser transparente, que no puede ser afectado de ninguna manera por lo que es su propia persona o lo que son las otras personas. Entonces, en otros pueblos, eso se llamó la Realización de la Unidad, del Sí mismo, del Despertar, la Realización. Muchos espíritus encarnados, en Oriente, describieron eso de manera muy justa. Eran, de alguna manera, observadores conscientes y lúcidos de su propia Conciencia. La CLARIDAD permite todo eso.
Asociada a la PRECISIÓN, ella va a dar lo que llamaría una Visión, esta vez, justa y directa, de lo que es la Verdad y de lo que ella no es. La Luz de la Vibración de la CLARIDAD, les permite, efectivamente, vivir el apaciguamiento, la Paz y la Alegría. Ya que la CLARIDAD es también, como lo dije, una forma de ligereza, manifestándose también en la Conciencia que en la percepción misma de lo que llaman la energía del cuerpo, cualquiera que sea el peso de ese cuerpo, cualquiera sea la edad de ese cuerpo. La CLARIDAD es un elemento que forma parte de lo que se ha llamado las Cruces Mutables y los Ejes. La CLARIDAD pues, contribuye a elevar el punto ER, en lo que se llama una parte particular del Tubo de Cristal que va de ER a ER, del Corazón a la cabeza, conectando, en cierta forma de manera más directa, el alma, el Espíritu y el cuerpo, permitiendo unificar entonces estos tres principios, de alquimizar la materia y de alquimizar el alma, de trascenderlas con el fin de vivir la Verdad del Espíritu. Sin CLARIDAD, eso no es posible. Esta CLARIDAD es en primer lugar, y ante todo, también, una transparencia frente a sí mismo y una honradez frente a sí mismo. Creo que ustedes la llaman Ética e Integridad. Pero esta Ética no es una Ética moral o social, es una Ética y una Integridad, ante todo, con relación a sí mismo, permitiéndoles de estar alineados, de acuerdo y por lo tanto claros consigo mismo. Son espacios de Conciencia donde no puede existir cualquier alteración de la Verdad, vinculada a la persona, vinculada con apropiaciones y en consecuencia con pesadeces y con opacidades. La pesadez y la opacidad causan sufrimiento. Y el que vivió la CLARIDAD y el Samadhi, una vez, sabe pertinentemente cuando desencadena una Vibración opuesta a la CLARIDAD, atizando o recordando entonces, por distintos y variados sufrimientos, este alejamiento incluso de la CLARIDAD. La CLARIDAD es pues un barómetro de vuestro estado de impresión de ligereza o, al contrario, de gravedad, ilustrando perfectamente su propio estado de CLARIDAD.
La CLARIDAD se ve, por supuesto, en la mirada, donde no existe ni bien ni mal sino solamente la Luz. La CLARIDAD se ve, por fin, en la transparencia del ser, donde todo aparece, a primera vista, como no transformado, no alterado, no encubierto, no escondido. En efecto, el que se acercó y vivió la Unidad, el Samadhi y la CLARIDAD del Espíritu, se vuelve transparente. Esta transparencia está pues, Internamente como exteriormente; visto del interior o visto del exterior, como una prueba patente de la realidad de lo que se vive, en Espíritu. La CLARIDAD, como ya se los había dicho, puede encontrarse también en la Unidad de los vegetales y en particular de los árboles, que, se lo recuerdo, han permanecidos, alineados a su Dimensión de Eternidad, a su Unidad. Ellos pueden ser, un apoyo para ustedes esencial como lo dije, a la manifestación de vuestra propia CLARIDAD. La CLARIDAD, también, es ligereza, es decir no puede dejar manifestarse, cuando ella se establece, cualquier pesadez del alma (puesto que es transfigurada en el Espíritu), cualquier terror o sufrimientos del alma. La CLARIDAD permite ver claramente, repito, las últimas zonas de Sombra y de alumbrarlas, sin ninguna culpabilidad. Ya que la CLARIDAD permite desembocar en el hecho que el Espíritu no es de este mundo y por lo tanto todo lo que pertenece a la persona o al alma es comprendido y asimilado como un juego y una ilusión.
Esta CLARIDAD corresponderá, también (más allá de lo que se había llamado la Fusión de los Éteres, la aparición de la Luz azul), a la aparición de la Luz blanca, no bajo forma separada, tal como algunos de ustedes ya las ven, llamadas Partículas Adamantinas, sino como una disposición de estas Partículas Adamantinas, hasta ahora fragmentadas, volviéndose Unificadas, ellas también, reunificándose en ese momento, dando una Claridad blanca, no constituidas de partículas aisladas sino realmente la concentración que ellas parecen formar, y esa es la Verdad, una única condensación, una sola Vibración de Luz blanca uniforme, donde las Partículas Adamantinas se han reunido para formar un tejido, sano, sin ningún agujero, y sin ninguna perforación. Es como eso que se establecerá la vuelta a la Unidad de la Luz blanca, por la acción de distintas fuerzas que les ha sido informado. Esta Claridad Interior de la que hablo, será por lo tanto también visible, como una Claridad exterior, invadiendo el mundo e implicando la desaparición total de toda zona de Sombra y todo juego de Sombra y de Luz, es decir, la desaparición total de lo que se llama la tercera Dimensión. Y en consecuencia la aparición de la Luz blanca les permitirá establecerse en la nueva Dimensión de Vida, en éste cuerpo transfigurado, o el cuerpo de Êtreté, directamente, resintetizado, como un holograma. Observen. Observen el cielo, la noche, cuando la noche cae y verán, muy, muy pronto, a partir de mañana, la arquitectura de la Luz blanca constituida de Partículas Adamantinas transformarse en una substancia blanca, viva y uniforme, donde las Partículas Adamantinas, poco a poco, no aparecerán ya más. Eso puede compararse, guardando toda proporción, a la bruma matinal que se levanta del suelo o que desciende del cielo, viniendo a borrar los contornos del bosque, de los árboles, de la naturaleza, de los animales, para hacer, de alguna manera una nube. La única diferencia, es que esta nube no será una nube constituida de vapor de agua sino de Partículas Adamantinas, de Luz, de Ultravioleta, Luz azul del Espíritu Santo, en resumen, eso será la nueva densidad de Vida. Es así que esta se manifestará, haciendo entonces desaparecer todo lo que era del orden de los juegos de Sombra y de Luz. Este proceso, lo vivirán. Ya comenzó al interior de ustedes, para los que descubren el Espíritu y lo viven, ustedes lo descubrirán también en este mundo que se transforma.
Por supuesto, y como los Ancianos siempre se lo han dicho, se les hará según su fe y según vuestra Vibración. Si ustedes se convierten en Claridad, penetrarán la CLARIDAD. Si ustedes aceptan no alimentar más a las Sombras, ya sean las vuestras como las de los otros, en ese momento, penetrarán, sin ningún impedimento, la nueva densidad. Este proceso se llamó Ascensión. También ha sido llamado, por el Comendador de los Ancianos, Rejilla-Planeta. Ya que esta nube no es una nube de agua sino una nube de Fuego, de Luz del Espíritu, a la imagen de la Fuente, constituida exclusivamente de esta Claridad. Es una Triple Radiación, como ya lo saben (Espíritu Santo, Fuente, Ultravioleta), que constituye la totalidad y la integridad de la Luz que se despliega sobre este mundo. Así pues, si ustedes pasaron a ser claros con ustedes mismos, transparentes; penetrarán esta densidad sin ningún problema, estableciéndose de manera completamente natural y espontánea. Este es un proceso que se instala a una gran velocidad, que como ya lo saben, no pertenece a ustedes y no nos pertenece, sino que es decidido por imperativos astronómicos y sobre todo por la respuesta de la Tierra misma, a vivir en su nuevo hábito. Todo esto, por supuesto, se acompaña, para la Sombra y las zonas que rechazan esta Luz, por convulsiones, cada vez más importantes, sobre las cuales no volveré de nuevo porque son objeto de profecías muy antiguas o más recientes, en Oriente como en Occidente, como entre mi pueblo. Todo eso les aparecerá cada vez más claramente, es el caso y la ocasión de decirlo, dejando a vuestros ojos y a vuestro Corazón, estupefactos y boquiabiertos. La Inteligencia de la Luz se volverá estructura y apariencia real de la Luz y no simplemente una agitación de Partículas Adamantinas apareciendo en vuestro mundo. Estas se estructurarán, en autonomía y la libertad, reuniéndose en la Libertad del Uno, en la cual serán invitados a penetrar. Esto es posible, precisamente, para la última Reversión, desplegando la Energía Metatrónica o la Conciencia Metatrónica, en este cuerpo, en este Templo y en este Corazón. Todo eso, vuestra carne va a vivirlo, vuestra Conciencia va a vivirlo y nosotros lo viviremos con ustedes, a vuestro lado.
Muchos seres humanos, que están aún velados, no tendrán ninguna dificultad para percibir lo que es esta Luz. Otros seres humanos, en número más importante, estarán en la resistencia a esta Luz, que representa, en realidad, para ellos, el final de toda vida y no un nuevo nacimiento. Recuerden que es la Vibración y la Conciencia que decide y ningún ser exterior. Y que cada uno es completamente libre de ser lo que el Vibra. La mejor manera de servir, y eso, el Comendador se los dijo, aquí hace mucho tiempo, es irradiar esta Luz, la Alegría y la Transparencia. Eso prescinde de toda palabra, eso prescinde de todo consejo, eso prescinde de toda interferencia en la Libertad del otro. Están llamados a hacerse libres, unos y otros, cualesquiera que sean los caminos comunes. Deben vivir esta CLARIDAD, ahora, correspondiendo al establecimiento del reino de METATRON y la Nueva Tri-Unidad, ahora reunificada. Esta reunificación de la Nueva Tri-Unidad, se ilustra también por lo que el Arcángel Miguel había llamado la Triple Radiación de la Luz. Recuerden, y hago hincapié al respecto, en el papel de la naturaleza, en el papel de los árboles. Esta nueva Conciencia pondrá fin totalmente la antigua electricidad. El cuerpo humano se transforma en esta Luz. Los mecanismos eléctricos del hombre antiguo no tendrán ya lugar de ser. Observen el cielo, observen la naturaleza, miren la difusión de la Luz blanca, observen su aparición como Inteligencia Suprema y tendrán una buena señal, más allá de vuestras percepciones de Paz y de Vibración, de lo que está desarrollándose sobre esta Tierra y sobre su estado actual que, como unos y otros se lo hemos dicho, tanto los Ancianos como alguna de las Estrellas, va en adelante a ir cada vez más rápido según vuestra escala del tiempo. He aquí algunos elementos que se me pidió comunicarles acerca a la CLARIDAD y la interacción del Espíritu, de la Luz, con relación a la CLARIDAD. Si nos queda tiempo antes del alineamiento, entonces responderé a las preguntas relativas a eso y solamente a eso.
Pregunta: ¿Hay un vínculo entre la CLARIDAD y las rejillas que se pueden ver de mañana al despertar?
Enteramente. Eso se llama la Trama Etérica de Luz Vibral que se construye, sobre la cual van a venir a depositarse las Partículas Adamantinas. Lo que ustedes ven se llaman la Trama del Éter.
Pregunta: ¿Cuál es el marcador de la fusión del cuerpo físico y el cuerpo de Êtreté?La capacidad para manifestar la Alegría, la capacidad para entrar, más o menos espontáneamente, en estado de Samadhi o Alegría y por último, la desaparición del cuerpo físico. Cuando tengan la oportunidad de percibir, para los que no los perciben aún, estas nubes blancas, generalmente en la noche, en vuestra cama o afuera, y que tienden la mano hacia esta nube blanca, cualquiera que sea la forma, constatarán que su mano desaparece enteramente. Por supuesto, al retirar la mano de esta nube blanca, vuestra mano reaparecerá. Es así que se vivirá la Ascensión, para una gran parte de entre ustedes, que despertaron las Coronas Radiantes de la cabeza y del Corazón.
Pregunta: ¿Si esta Luz sustituye a la electricidad, todo el mundo lo verá?
Algunos, con gran alegría. Muchos, con gran pavor.
No tenemos más preguntas. Le agradecemos.
Hermanos y Hermanas en Espíritu, que el Gran Espíritu les acompañe. Observen y vivan lo que viene. Quizá hasta pronto. Ciertamente. Con Amor y con Fraternidad.
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
NIEVE
31 de Mayo 2011
Soy Nieve. Hermanos y Hermanas, aquí y en otras partes, que la Paz del Gran Espíritu esté en ustedes. Vengo a proseguir lo que les di, aquí hace algún tiempo, en lo que se refiere a la Vibración de la CLARIDAD. Vamos juntos, si lo quieren, avanzar de manera quizá más fina, sobre lo que es esta CLARIDAD, y lo que no es y en qué desemboca, completando así lo que les dio mi Hermana Teresa. La CLARIDAD de la que hablo es, por supuesto, la CLARIDAD espiritual, la CLARIDAD del Espíritu, que desemboca, también, en una determinada forma de Inocencia, que les hace, hasta cierto punto, escaparse y superar las dificultades de las Creencias y de la ilusión de este mundo, manteniéndoles al mismo tiempo en este mundo, con el fin de percibir la belleza y eso, lo expresé, por ejemplo, con relación a la Naturaleza. La CLARIDAD es del ámbito del Espíritu. Está vinculada a la PROFUNDIDAD, eso lo saben, a la capacidad para ver claro y en consecuencia obtener una clara Visión, precisamente, de lo que es el Espíritu y de lo que no es. La CLARIDAD, Vibración de este punto, no es la claridad que aporta una luz sobre las circunstancias de la vida ordinaria, sino la claridad de la propia Luz, del Espíritu, de la Verdad, permitiendo saturar de Luz lo que no es la Luz.
Entonces, esta CLARIDAD, esta Profundidad y esta Inocencia, no son atributos de la persona que van a permitir esclarecerla sino, más bien, hacer trascender y borrar la persona en provecho de lo que algunos Ancianos llaman el Sí mismo o la Unidad. Por mi parte, saben que prefiero la expresión “fundirse en el Gran Espíritu”. El Gran Espíritu no tiene color porque él es todos los colores a la vez. El Espíritu no tiene los colores del alma, el Espíritu no tiene los colores de la persona, el Espíritu es lo que va directamente a conducirles al Espíritu y en consecuencia hacerles sobrepasar, elevándolos de todo lo que es coloración del alma o la persona, elevándoles, hasta cierto punto, de la comprensión lineal y habitual, presente sobre este mundo. La CLARIDAD va pues a dar una Profundidad pero sobre todo va a darles aún más Inocencia y aún más Infancia, Infante que no puede discernir ni ver el menor mal, que eso sea por sus ojos o que eso sea por sus pensamientos. Por supuesto, a condición de que esta Infancia sea ideal y no se afecte por las vicisitudes del adulto o las privaciones. La CLARIDAD va a permitirles ver claro, no para encender causas o consecuencias de sus vidas sino para sobrepasar todo eso y establecerles en un nuevo color, en una nueva polaridad, si se puede decir, un nuevo estado donde todo aparece como de blanco, donde todo aparece como profundo e inocente y en consecuencia, sin mancha y puro. Se puede decir que el mundo es perfecto, eso lo saben, en los elementos de la naturaleza que no han sido alterados por la falsificación del hombre. Es a esta CLARIDAD que los llama y es en el sentido que, en mis modestas intervenciones, les hablé de la naturaleza como un elemento que podía permitirles acercarse a lo que no se ha sido alterado.
La CLARIDAD de la cual voy a hablarles, ahora, se refiere más a la CLARIDAD del Espíritu. El Espíritu es ilimitado, el no tiene que poner límites. El cuerpo que habitan, y que hemos habitado, es limitado, limitado en sus mecanismos, limitado en sus posibilidades, también en todo lo que puede concebir y expresar, limitado en su vista como limitado en sus percepciones, cualesquiera que sean, mientras que el Espíritu, él, está exactamente en lo opuesto de todo eso ya que él es enteramente ilimitado. Entonces, la CLARIDAD del Espíritu no está destinada a aportar cualquier claridad en esta densidad de vida sino está destinada, más bien, a superar la opacidad y la densidad de esta vida, poniendo fin, de alguna manera, a la ilusión y al principio mismo de la Falsificación. La CLARIDAD desemboca en esta Inocencia que los conduce a la Liberación y hace que la Conciencia experimente y viva Estados que no tienen ya nada que ver con la conciencia ordinaria, que es siempre construida según los métodos y los mecanismos de la acción, de la reacción, de sentimientos, de los impulsos. La CLARIDAD es indemne a todo eso.
Entonces vivir la CLARIDAD desemboca en la clara Visión, no de vuestras vidas, no de esta vida, no de los problemas sino una clara Visión de lo que es la Luz, de lo que es lo Ilimitado y de lo que no lo es. Esta CLARIDAD no puede expresarse en términos intelectuales o mentales. No se somete a los condicionamientos, a los encerramientos, o a las limitaciones presentes sobre este mundo. Incluso si existe analogías donde pueden, sacar como algunos seres lo hicieron, un elemento que va a impulsarles, hasta cierto punto, hacia el Espíritu, por ejemplo; como el día que amanece, la CLARIDAD que se hace día al final de la noche, y el sol amaneciendo, que van a llamarlos, por resonancia, a levantarse sobre las condiciones habituales de la densidad, de la ilusión. La CLARIDAD es el momento en el que lo que aparece como esencial como evidente, y también claramente, dónde van a comprender y a vivir la Verdad de la Luz no como un objetivo, tampoco como una suposición sino como un establecimiento en la Vibración de la Luz, del Espíritu, desplegando su propia CLARIDAD, poniendo fin a la opacidad y a la ilusión de la persona en la cual están. Eso desemboca necesariamente en la clara Visión, más allá de la Visión y más allá de la falsificación de los ojos y les permite experimentar, sobre todo, un estado de tranquilidad, de Paz, no teniendo ya nada que ver con la paz efímera de la persona, resultante de satisfacciones, cualquiera que sean.
Penetrar la CLARIDAD, efectivamente, va a permitir, inicialmente, ver claramente sobre su propia vida. Aceptar ver claramente sobre su propia vida, es aceptar ver lo que se es, ver las propias faltas y las propias Sombras. No para luchar contra algo, sino más bien, simplemente para tener la clara Visión, la clara Conciencia, permitiendo superar el juicio de sí mismo o de los otros y desembocando en la aceptación, permitiendo, por el simple hecho de aceptarlo, de poner la CLARIDAD en lo que era opaco. Y eso, lo saben, es la acción de la Luz y no la acción del ego o la personalidad, que debe, permanentemente, luchar contra esto o contra eso. La CLARIDAD de la que hablo es pues un esclarecimiento de la opacidad de la persona, contribuyendo a establecerlos, de manera lúcida y autónoma, en vuestra propia Libertad, en vuestro propio Espíritu. La CLARIDAD, es también ver a través de la claridad del Espíritu, el hecho de que todo es Uno, que todo es independiente y que todo está conectado, en esta independencia, a la Luz Una. Es ver pues más allá de la visión fragmentada, ver más allá de lo que da a ver el ojo y lo que dan a ver las emociones y los sentimientos, para penetrar por fin un estado diferente, donde todo toma lugar, donde todo se articula, dónde todo se explica, más allá de la explicación misma, de las ilusiones del mundo pero en la Verdad del Espíritu. Esta Claridad, no se hace para permitirles solamente discriminar, hacer elecciones sino, más bien, de ver por clara Visión, por la Visión Profunda llamada también Visión del Corazón, lo que es la Luz y lo que no lo es.
La CLARIDAD unifica. La CLARIDAD, por lo tanto, permite superar a las Sombras, no negándolas, no rechazándolas sino eliminándolas, sin hacer otra cosa que eso, sobre todo no una acción de la persona sobre la persona sino de comprender y vivir la acción de la Luz misma, en esta claridad, en esta transparencia y esta transcendencia que va a manifestarse. La CLARIDAD está vinculada al Espíritu. Está en resonancia, incluso, directamente, con el Espíritu ya que el Espíritu es transparencia. En el Espíritu no existe ninguna Sombra, el Espíritu es Ilimitado y Libre. El Espíritu no pertenece a nadie ya que es de todo el mundo. El Espíritu no es ni encerramiento, ni posibilidad de encierro, ni incluso posibilidad de descripción o definición ya que es sobre todo un estado de la Conciencia, una Vibración particular de la Luz estableciéndose en ustedes, en el momento en que lo viven. La CLARIDAD, cuando está en resonancia con la PROFUNDIDAD, en la Infancia y en la Inocencia, da acceso a la Fusión, o a la Penetración, si prefieren, del alma por el Espíritu, estableciendo una nueva Unidad llamada nueva Tri-Unidad, cuyo punto de unión es el Corazón, la Unidad y lo que llaman el punto ER. Entonces, en ese momento, un nuevo centro y un nuevo impulso se establece en el ser, no teniendo ya nada que ver con la persona, ni incluso con el alma. El Soplo del Espíritu se establece y este Soplo que es un Fuego, vivido como tal, un Fuego que no quema. Así es la CLARIDAD ya que el Fuego, él también, participa de la CLARIDAD y él es claro. El Fuego no puede ser portador de Sombra. El Fuego no puede ser portador de cualquier pesadez ya que él se eleva. Así es la CLARIDAD, así es el Espíritu.
Volverse claro, es también volverse transparente. Volverse transparente quiere decir ya no ser alterado o perturbado por todo lo que pueda venir de la persona. Hay una comprensión y uno vivencia exacta de lo que llega, en la persona, sin ser afectado de ninguna manera, sin ser perturbado de ninguna manera ya que la CLARIDAD es el Soplo del Espíritu dando la Paz, que nada puede venir a perturbar o nada puede venir a alterar. El Soplo del Espíritu se convierte en el Fuego que viene a forjar, hasta cierto punto, la transparencia y la Claridad del Ser, estableciéndose en su nueva Conciencia llamada Unificada, llamada, creo, Turiya o 4to. estado de la Conciencia. En mi pueblo, se llama a eso fusionar o convertirse en el Gran Espíritu. Terminologías muy diferentes pero que recubren, un hecho, la misma, sola Verdad y realidad, que es el ámbito del Espíritu. El mundo de la ilusión es, para el humano, un mundo de Sombra, un juego de Sombras y de Luz, alterado por lo tanto transformado. El mundo del Espíritu es total transparencia, no necesita ninguna Sombra y de ninguna densidad de este mundo para existir, para interpenetrarse en todas las Dimensiones y en todos los Universos. Eso es muy difícil a concebir, incluso de imaginar para el humano, mientras no haya penetrado el Aliento del Espíritu.
La CLARIDAD, en fin, procura la Paz. ¿Por qué procura la Paz? Simplemente por un concepto de apaciguamiento. De la misma forma que la nieve puede, ciertamente, irritar a algunas personas, por sobre todo, la nieve da un eco, una reverberación, una blancura, una profundidad, donde todo lo que no es blanco como ella, aparece con un contraste penetrante. Así actúa la CLARIDAD, a nivel espiritual, de la Luz Vibral, estableciéndose en la Unidad de la Luz blanca. Viene a alumbrar, viene a transfigurar a dar Luz, volviendo transparente. El ser que se establece en la CLARIDAD y en el Espíritu, se convierte, a medida de su establecimiento en esta Vibración, en un ser transparente, que no puede ser afectado de ninguna manera por lo que es su propia persona o lo que son las otras personas. Entonces, en otros pueblos, eso se llamó la Realización de la Unidad, del Sí mismo, del Despertar, la Realización. Muchos espíritus encarnados, en Oriente, describieron eso de manera muy justa. Eran, de alguna manera, observadores conscientes y lúcidos de su propia Conciencia. La CLARIDAD permite todo eso.
Asociada a la PRECISIÓN, ella va a dar lo que llamaría una Visión, esta vez, justa y directa, de lo que es la Verdad y de lo que ella no es. La Luz de la Vibración de la CLARIDAD, les permite, efectivamente, vivir el apaciguamiento, la Paz y la Alegría. Ya que la CLARIDAD es también, como lo dije, una forma de ligereza, manifestándose también en la Conciencia que en la percepción misma de lo que llaman la energía del cuerpo, cualquiera que sea el peso de ese cuerpo, cualquiera sea la edad de ese cuerpo. La CLARIDAD es un elemento que forma parte de lo que se ha llamado las Cruces Mutables y los Ejes. La CLARIDAD pues, contribuye a elevar el punto ER, en lo que se llama una parte particular del Tubo de Cristal que va de ER a ER, del Corazón a la cabeza, conectando, en cierta forma de manera más directa, el alma, el Espíritu y el cuerpo, permitiendo unificar entonces estos tres principios, de alquimizar la materia y de alquimizar el alma, de trascenderlas con el fin de vivir la Verdad del Espíritu. Sin CLARIDAD, eso no es posible. Esta CLARIDAD es en primer lugar, y ante todo, también, una transparencia frente a sí mismo y una honradez frente a sí mismo. Creo que ustedes la llaman Ética e Integridad. Pero esta Ética no es una Ética moral o social, es una Ética y una Integridad, ante todo, con relación a sí mismo, permitiéndoles de estar alineados, de acuerdo y por lo tanto claros consigo mismo. Son espacios de Conciencia donde no puede existir cualquier alteración de la Verdad, vinculada a la persona, vinculada con apropiaciones y en consecuencia con pesadeces y con opacidades. La pesadez y la opacidad causan sufrimiento. Y el que vivió la CLARIDAD y el Samadhi, una vez, sabe pertinentemente cuando desencadena una Vibración opuesta a la CLARIDAD, atizando o recordando entonces, por distintos y variados sufrimientos, este alejamiento incluso de la CLARIDAD. La CLARIDAD es pues un barómetro de vuestro estado de impresión de ligereza o, al contrario, de gravedad, ilustrando perfectamente su propio estado de CLARIDAD.
La CLARIDAD se ve, por supuesto, en la mirada, donde no existe ni bien ni mal sino solamente la Luz. La CLARIDAD se ve, por fin, en la transparencia del ser, donde todo aparece, a primera vista, como no transformado, no alterado, no encubierto, no escondido. En efecto, el que se acercó y vivió la Unidad, el Samadhi y la CLARIDAD del Espíritu, se vuelve transparente. Esta transparencia está pues, Internamente como exteriormente; visto del interior o visto del exterior, como una prueba patente de la realidad de lo que se vive, en Espíritu. La CLARIDAD, como ya se los había dicho, puede encontrarse también en la Unidad de los vegetales y en particular de los árboles, que, se lo recuerdo, han permanecidos, alineados a su Dimensión de Eternidad, a su Unidad. Ellos pueden ser, un apoyo para ustedes esencial como lo dije, a la manifestación de vuestra propia CLARIDAD. La CLARIDAD, también, es ligereza, es decir no puede dejar manifestarse, cuando ella se establece, cualquier pesadez del alma (puesto que es transfigurada en el Espíritu), cualquier terror o sufrimientos del alma. La CLARIDAD permite ver claramente, repito, las últimas zonas de Sombra y de alumbrarlas, sin ninguna culpabilidad. Ya que la CLARIDAD permite desembocar en el hecho que el Espíritu no es de este mundo y por lo tanto todo lo que pertenece a la persona o al alma es comprendido y asimilado como un juego y una ilusión.
Esta CLARIDAD corresponderá, también (más allá de lo que se había llamado la Fusión de los Éteres, la aparición de la Luz azul), a la aparición de la Luz blanca, no bajo forma separada, tal como algunos de ustedes ya las ven, llamadas Partículas Adamantinas, sino como una disposición de estas Partículas Adamantinas, hasta ahora fragmentadas, volviéndose Unificadas, ellas también, reunificándose en ese momento, dando una Claridad blanca, no constituidas de partículas aisladas sino realmente la concentración que ellas parecen formar, y esa es la Verdad, una única condensación, una sola Vibración de Luz blanca uniforme, donde las Partículas Adamantinas se han reunido para formar un tejido, sano, sin ningún agujero, y sin ninguna perforación. Es como eso que se establecerá la vuelta a la Unidad de la Luz blanca, por la acción de distintas fuerzas que les ha sido informado. Esta Claridad Interior de la que hablo, será por lo tanto también visible, como una Claridad exterior, invadiendo el mundo e implicando la desaparición total de toda zona de Sombra y todo juego de Sombra y de Luz, es decir, la desaparición total de lo que se llama la tercera Dimensión. Y en consecuencia la aparición de la Luz blanca les permitirá establecerse en la nueva Dimensión de Vida, en éste cuerpo transfigurado, o el cuerpo de Êtreté, directamente, resintetizado, como un holograma. Observen. Observen el cielo, la noche, cuando la noche cae y verán, muy, muy pronto, a partir de mañana, la arquitectura de la Luz blanca constituida de Partículas Adamantinas transformarse en una substancia blanca, viva y uniforme, donde las Partículas Adamantinas, poco a poco, no aparecerán ya más. Eso puede compararse, guardando toda proporción, a la bruma matinal que se levanta del suelo o que desciende del cielo, viniendo a borrar los contornos del bosque, de los árboles, de la naturaleza, de los animales, para hacer, de alguna manera una nube. La única diferencia, es que esta nube no será una nube constituida de vapor de agua sino de Partículas Adamantinas, de Luz, de Ultravioleta, Luz azul del Espíritu Santo, en resumen, eso será la nueva densidad de Vida. Es así que esta se manifestará, haciendo entonces desaparecer todo lo que era del orden de los juegos de Sombra y de Luz. Este proceso, lo vivirán. Ya comenzó al interior de ustedes, para los que descubren el Espíritu y lo viven, ustedes lo descubrirán también en este mundo que se transforma.
Por supuesto, y como los Ancianos siempre se lo han dicho, se les hará según su fe y según vuestra Vibración. Si ustedes se convierten en Claridad, penetrarán la CLARIDAD. Si ustedes aceptan no alimentar más a las Sombras, ya sean las vuestras como las de los otros, en ese momento, penetrarán, sin ningún impedimento, la nueva densidad. Este proceso se llamó Ascensión. También ha sido llamado, por el Comendador de los Ancianos, Rejilla-Planeta. Ya que esta nube no es una nube de agua sino una nube de Fuego, de Luz del Espíritu, a la imagen de la Fuente, constituida exclusivamente de esta Claridad. Es una Triple Radiación, como ya lo saben (Espíritu Santo, Fuente, Ultravioleta), que constituye la totalidad y la integridad de la Luz que se despliega sobre este mundo. Así pues, si ustedes pasaron a ser claros con ustedes mismos, transparentes; penetrarán esta densidad sin ningún problema, estableciéndose de manera completamente natural y espontánea. Este es un proceso que se instala a una gran velocidad, que como ya lo saben, no pertenece a ustedes y no nos pertenece, sino que es decidido por imperativos astronómicos y sobre todo por la respuesta de la Tierra misma, a vivir en su nuevo hábito. Todo esto, por supuesto, se acompaña, para la Sombra y las zonas que rechazan esta Luz, por convulsiones, cada vez más importantes, sobre las cuales no volveré de nuevo porque son objeto de profecías muy antiguas o más recientes, en Oriente como en Occidente, como entre mi pueblo. Todo eso les aparecerá cada vez más claramente, es el caso y la ocasión de decirlo, dejando a vuestros ojos y a vuestro Corazón, estupefactos y boquiabiertos. La Inteligencia de la Luz se volverá estructura y apariencia real de la Luz y no simplemente una agitación de Partículas Adamantinas apareciendo en vuestro mundo. Estas se estructurarán, en autonomía y la libertad, reuniéndose en la Libertad del Uno, en la cual serán invitados a penetrar. Esto es posible, precisamente, para la última Reversión, desplegando la Energía Metatrónica o la Conciencia Metatrónica, en este cuerpo, en este Templo y en este Corazón. Todo eso, vuestra carne va a vivirlo, vuestra Conciencia va a vivirlo y nosotros lo viviremos con ustedes, a vuestro lado.
Muchos seres humanos, que están aún velados, no tendrán ninguna dificultad para percibir lo que es esta Luz. Otros seres humanos, en número más importante, estarán en la resistencia a esta Luz, que representa, en realidad, para ellos, el final de toda vida y no un nuevo nacimiento. Recuerden que es la Vibración y la Conciencia que decide y ningún ser exterior. Y que cada uno es completamente libre de ser lo que el Vibra. La mejor manera de servir, y eso, el Comendador se los dijo, aquí hace mucho tiempo, es irradiar esta Luz, la Alegría y la Transparencia. Eso prescinde de toda palabra, eso prescinde de todo consejo, eso prescinde de toda interferencia en la Libertad del otro. Están llamados a hacerse libres, unos y otros, cualesquiera que sean los caminos comunes. Deben vivir esta CLARIDAD, ahora, correspondiendo al establecimiento del reino de METATRON y la Nueva Tri-Unidad, ahora reunificada. Esta reunificación de la Nueva Tri-Unidad, se ilustra también por lo que el Arcángel Miguel había llamado la Triple Radiación de la Luz. Recuerden, y hago hincapié al respecto, en el papel de la naturaleza, en el papel de los árboles. Esta nueva Conciencia pondrá fin totalmente la antigua electricidad. El cuerpo humano se transforma en esta Luz. Los mecanismos eléctricos del hombre antiguo no tendrán ya lugar de ser. Observen el cielo, observen la naturaleza, miren la difusión de la Luz blanca, observen su aparición como Inteligencia Suprema y tendrán una buena señal, más allá de vuestras percepciones de Paz y de Vibración, de lo que está desarrollándose sobre esta Tierra y sobre su estado actual que, como unos y otros se lo hemos dicho, tanto los Ancianos como alguna de las Estrellas, va en adelante a ir cada vez más rápido según vuestra escala del tiempo. He aquí algunos elementos que se me pidió comunicarles acerca a la CLARIDAD y la interacción del Espíritu, de la Luz, con relación a la CLARIDAD. Si nos queda tiempo antes del alineamiento, entonces responderé a las preguntas relativas a eso y solamente a eso.
Pregunta: ¿Hay un vínculo entre la CLARIDAD y las rejillas que se pueden ver de mañana al despertar?
Enteramente. Eso se llama la Trama Etérica de Luz Vibral que se construye, sobre la cual van a venir a depositarse las Partículas Adamantinas. Lo que ustedes ven se llaman la Trama del Éter.
Pregunta: ¿Cuál es el marcador de la fusión del cuerpo físico y el cuerpo de Êtreté?La capacidad para manifestar la Alegría, la capacidad para entrar, más o menos espontáneamente, en estado de Samadhi o Alegría y por último, la desaparición del cuerpo físico. Cuando tengan la oportunidad de percibir, para los que no los perciben aún, estas nubes blancas, generalmente en la noche, en vuestra cama o afuera, y que tienden la mano hacia esta nube blanca, cualquiera que sea la forma, constatarán que su mano desaparece enteramente. Por supuesto, al retirar la mano de esta nube blanca, vuestra mano reaparecerá. Es así que se vivirá la Ascensión, para una gran parte de entre ustedes, que despertaron las Coronas Radiantes de la cabeza y del Corazón.
Pregunta: ¿Si esta Luz sustituye a la electricidad, todo el mundo lo verá?
Algunos, con gran alegría. Muchos, con gran pavor.
No tenemos más preguntas. Le agradecemos.
Hermanos y Hermanas en Espíritu, que el Gran Espíritu les acompañe. Observen y vivan lo que viene. Quizá hasta pronto. Ciertamente. Con Amor y con Fraternidad.
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