Original en francés.
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Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
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PHILIPPE DE LYON
30 octubre 2011
Queridas Hermanas y queridos Hermanos, mi nombre era Maestro Philippe de Lyon. Yo vengo como Melquizedec de la Tierra, como Hermano en la Luz CRISTO. Lo que voy a deciros y lo que vamos a intercambiar en la Comunión, de Corazón a Corazón, en CRISTO, no hace más que continuar algunos elementos que os he dado, como Melquiesedech de la Tierra, por medio de este canal. Como nuestro Comendador os dice y repite a cada una de sus venidas, vivís desde hace unos meses tiempos particulares, que corresponden y reflejan la instalación de la Luz Una, el retorno de la Verdad, al CRISTO. Este periodo os ha demanda y os sigue pidiendo manifestar, crear ciertos elementos o al contrario, quizá sea preciso alejaros para realizar lo que sois, realizar el Corazón, realizar la Verdad de vuestra naturaleza, que es la misma para cada uno. Una frase que yo he pronunciado tanto durante mi vida, como aquí, ha sido decir: “para ser la Luz, para convertirse en lo que sois, desde la Eternidad y que habéis olvidado”. Es cierto que eso no lo habéis hecho vosotros, pero encontrarlo requiere, como sabéis, ciertas condiciones. Muchos de vosotros habéis vivido una lenta maduración o una maduración más brutal en vuestra vida, recientemente o antiguamente.
Hoy, en estos tiempos que vivís, quizá es todavía más crucial realizar esta frase que yo he pronunciado, que es: “volverse el más pequeño, para ser la Luz”. Hacer lo que CRISTO hacía, hacer lo que yo hacía y como él os dijo, haréis aun mucho más grande todavía, implica, de manera lógica y evidente, aceptar olvidar todo lo que sabéis, todo lo que habéis aprendido, todo lo que habéis investigado, porque no hay nada que aprender, no hay nada que investigar, no hay nada que esperar, más que ser la Luz. Y para ser la Luz, hace falta como sabéis, que la personalidad sea transmutada por la Revelación de ésta. Y necesita efectivamente, hacerse lo más pequeña posible para ser todo. Existe efectivamente, en este mundo que yo he recorrido y que vosotros recorréis todavía, un principio fundamental que podría asimilarse en relación a las otras Dimensiones, a un principio de vasos comunicantes. No podéis ser grandes en el cielo, permaneciendo grandes aquí, en esta Tierra. ¿Qué se llama grade? Por supuesto es cuestión, en este nivel, del Espíritu. Es cuestión de hacerse Pobres en Espíritu y esto lo sabéis. Manifestar ciertas Virtudes llamadas Pilares del Corazón, sin los que no podéis franquear la Puerta Estrecha, de manera definitiva. Por supuesto, esto no tiene nada que ver con vuestra vida y lo que habéis creado con el sudor de vuestra frente, (sea lo que sea) sino más bien, una actitud interior. Es la actitud del ego que es transmutada por la Luz y que en definitiva, acepta dejarse poseer por la Libertad, poseer por la Luz, totalmente, y poseer por la Luz CRISTO, la Luz blanca.
El periodo actual, como sabéis, ve establecerse en vosotros, esto, por toques más o menos importantes, estados más o menos repetitivos o iterativos, de acercamiento a la Luz. Es el gran tiempo ahora, más allá de vuestras experiencias que os son propias, vivir totalmente, la Humildad de hacerse cada vez más pequeño para convertirse en Todo. Nosotros los Ancianos, así como las Estrellas, hemos expresado todo esto de muchas formas, en función de nuestras experiencias individuales, de nuestra vivencia, de nuestra propia Vibración que es la nuestra hoy, en los espacios donde nosotros nos mantenemos, en nuestra función de Ser y de Servicio en relación a todos vosotros. Vosotros también debéis penetrar, si os agrada, cada vez más en las esferas de la Gracia, de la Comunión, traduciéndose en vosotros, por la Alegría más intensa. Y como lo vivís quizá, existen etapas entre esas vivencias de Alegría, donde os parece a veces volver a caer en esta famosa noche oscura del alma donde nada luminoso existe. Esas son, y también lo hemos dicho, las etapas intermedias que representan las primicias de vuestra Resurrección, del establecimiento en la Alegría eterna, en el Sí mismo, en el Êtreté: los calificativos, como sabéis, son muchos. Nosotros os hemos dado muchas informaciones y hemos comulgado con vosotros, de diferentes formas, muchas Vibraciones y estados de Conciencia que hemos intentado haceros compartir, cada uno en función de nuestra propia Vibración. Y esto es válido por supuesto, para los Arcángeles, para las Estrellas y para muchas Conciencias Unificadas que están y se mantienen todavía en el borde de esta Dimensión y lo más cerca de vuestra Conciencia. Las condiciones previas se han cumplido. Todo lo que era requerido en la superficie de la Tierra para vivir este Acabamiento, esta terminación, se ha cumplido más allá de cualquier expectativa. Muchos de vosotros estáis ya instalados (quizá todavía no totalmente, pero en gran parte) en vuestra Unidad, viviendo procesos Vibratorios y de Conciencia sin ningún otro igual. Otros dudan y oscilan, por la presencia de ciertos elementos en ellos, sea el miedo, por supuesto de lo desconocido, o uno de los diferentes miedos que existen en la personalidad que no se ha abandonado totalmente a la Crucifixión a la Resurrección y a la Luz.
Hoy más que nunca, no hay más tiempo en absoluto, para inclinarse hacia lo que os pueda frenar. Durante cierto tiempo la Luz os ha puesto frente a vosotros mismos. Ella os ha mostrado vuestras propias zonas de sombra, vuestras propias resistencias, a través de este cuerpo, como a través de vuestra psicología. La calidad y la cantidad de Luz que hay ahora, como sabéis ya, en esta Dimensión, es tal que no os pide más que una cosa, que la dejéis actuar en vosotros. Y la mejor forma en que la Luz puede actuar en vosotros es, por supuesto, dejarla hacer y vosotros no hacer más nada. Establecerse en el Ser, hagáis lo que hagáis, como ha dicho el Comendador, tengáis la capacidad de realizar todas vuestras tareas, o que no exista en vosotros ninguna capacidad de realizar cualquier tarea, la Llamada de la Luz será profundamente diferente y profundamente justa para cada Hermano y cada Hermana. MARÍA os ha aportado un elemento nuevo hace muy poco tiempo, concerniente al establecimiento de la Gracia y de la Comunión, el establecimiento de la Vibración de Yo soy Uno y la Comunión que hay que establecer entre diferentes Conciencias, permitiendo mucho más allá de la Merkabah interdimensional colectiva, reunificaros de manera colectiva. Y es de esta forma, como hoy, realizaréis mejor la dimensión del Sí mismo: convertirse en el CRISTO.
Esto requiere, yo diría, toda vuestra energía, toda vuestra Conciencia, no buscar más luchar contra lo que os pueda parecer anormal o injusto, porque no tenéis el medio de saber si esto es anormal o injusto. Porque, lo que para a la mirada de la Luz es importante, a veces para vosotros es insignificante. Y de igual forma, aquello a lo que dais una importancia mayor, para la Luz, no tiene ninguna importancia. Por lo tanto, como sabéis y como se ha anunciado de diferentes formas, se os ha pedido soltar la mente, las emociones, las heridas, los sufrimientos, soltar todo lo que pertenezca al pasado y a mañana, para instalaros en el eterno Presente, donde se encuentra la solución última y final, que os permite y con la ayuda de la Comunión, pasar por la Puerta Estrecha y acoger al CRISTO, totalmente. Ningún conocimiento, sea el que sea, de vosotros mismos o de las leyes de este mundo, os será de ninguna utilidad. Mientras que estéis persuadidos de una forma o de otra, de que domináis lo que sea, vosotros no podéis vivir la Luz. La maestría interviene después y no es un acto de voluntad, sino más bien un acto de Crucifixión total, permitiendo a la Luz manifestarse, revelarse, desvelarse, para haceros Transparentes y, en ese momento, ser maestros en vosotros. A través de esta maestría (donde no tenéis nada que enseñar, de alguna forma), os dais cuenta de que la Luz llena, de manera espontánea y natural lo que sois vosotros, porque ciertamente, ella es vuestra Esencia, nuestra Naturaleza común. Esto también requiere, no esfuerzos, sino aceptar a todos vuestros Hermanos y Hermanas. Cualesquiera que fueran los juicios de la personalidad, no rechacéis nada, porque aquello que rechazáis corresponde exactamente, a lo que rechazáis en vosotros. Y que cada encuentro, cada palabra, cada mirada, cada comunión, cada Gracia, todo lo que se desarrolla y se despliega en la vida en que estáis hoy, participa a su manera, de la Gracia y del retorno a la Luz de lo que vosotros sois. Hay pues, no un aprendizaje, no un querer, sino una aceptación a que se realice en vosotros la Luz y el Espíritu.
Todos los Ancianos os han dicho que vosotros no podíais conocer en este cuerpo, la totalidad de las leyes del Espíritu. Éstas son estrictamente desconocidas. Y las leyes espirituales que os han sido reveladas o que habéis aprendido o vivido, no son de ninguna importancia para vivir la Simplicidad de la Luz. Volverse Humilde, hacerse Simple, Transparente, es la única forma de vivir la Pobreza, la del espíritu reunificado al CRISTO. Por supuesto, esto se os ha repetido de muchísimas formas y hablo esta vez, para occidente. Frecuentemente los Hermanos y Hermanas que estaban en la búsqueda de la Luz podían considerar esto la peor de las estupideces, o como una noción muy religiosa, en el sentido católico u otro. No lo es en absoluto, porque hoy, despojados y desembarazados de todo lo que conformaba ese pasado polvoriento, necesitáis realizar exactamente lo mismo: aceptar perder todo, aceptar dejar todo, para haceros Libres y haceros el Sí mismo. Mientras mantengáis lo que sea en vuestra vida, aunque fuera vuestro cuerpo, no podéis vivir el Corazón totalmente. Vosotros podéis aproximaros, más y más cerca, pero vendrá un momento en que la experiencia de la Luz y la instalación de la Luz, por el tercer Paso de la Puerta del Corazón, os pondrá frente al desafío del Abandono total a la Luz, llamado como sabéis, Crucifixión y Resurrección. Esta Crucifixión y esta Resurrección no se refieren específicamente, al hecho de ser clavado en una cruz, sino simbólicamente, a no retener nada, a aceptar no ser nada. No hay otra forma de ser el Todo en la Luz. Es un desafío. Y es un desafío en particular, para aquellos de vosotros, mis Hermanos y Hermanas, que no vivís las Vibraciones y que no tenéis el testimonio de la Vibración que os lleva por la propia Vibración a franquear, yo diría, cueste lo que cueste y valga lo que valga, la Puerta del Corazón de manera definitiva. Pero recordad también que CRISTO os había dicho que los primeros serían los últimos y los últimos serían los primeros. Y para estos últimos, hacerse los primeros es simplemente dejar todo, sin ninguna excepción, a fin de realizar lo que decía CRISTO también: “deja a los muertos enterrar a los muertos y sígueme”. Ciertamente, el principio de culpabilidad o de responsabilidad, sea familiar, financiera, afectiva, o qué sé yo, se va a situar entre vosotros y la Luz.
En tanto no hayáis aceptado perder todo y en tanto no hayáis perdido todo, no podéis vivir el Corazón. Y esta pérdida, por supuesto, no concierne al hecho de abandonar todo, esto se os ha dicho ya, sino a abandonaros vosotros mismos, aceptar no ser más, los dueños de lo que vosotros llamáis vuestra vida, para descubrir y vivir la vida en CRISTO. Realizar el Si mismo solo es posible si esto se realiza. Nosotros os hemos dado todos los elementos, vosotros tenéis a vuestra disposición todos los mecanismos exteriores, pero que pueden acercaros a este momento. Cada día que pase ahora, en este tiempo preciso, va a ser para cada uno de vosotros una Llamada a vivir la Comunión, a vivir la Gracia. Como os han dicho algunas Estrellas, la Luz os va a llamar. Ella va a llamar a vuestras puertas y no únicamente a la Puerta de la Pobreza, sino a todas esas Puertas que no son en definitiva, más que las puertas que deben conduciros a la Puerta Estrecha y al Último Paso. Para esto, por supuesto, nuestros Hermanos Ancianos y nuestras Estrellas ancianas que pertenecen al oriente, os han detallado de manera quizá mucho más fácil para un oriental, lo que había que vivir. Un occidental y en particular en Europa o en occidente, como han dicho, tiene quizá más dificultad con esto, yo diría por atavismo y por cultura. Pero la intensificación de la Luz es una realidad, que aquellos entre vosotros que lo viven a nivel Vibratorio, perciben cada hora, ahora, cada día, de manera más y más fuerte, más y más caliente y más y más extendida en el cuerpo, como en la Conciencia.
Los potenciales espirituales del Êtreté, para muchos de vosotros se han activado también. Que concierna a la visión eterica o a la visión del Corazón, que concierna a vuestra capacidad a extraeros de la personalidad, que concierna al hecho de poder establecer la Gracia, la Comunión y vivir lo que está más allá de los velos de la personalidad y contactaros de alma a alma, pero también de Espíritu a Espíritu. Todos estos elementos que vivís con anticipación, en relación al colectivo, no tiene más que un objetivo, por supuesto, es siempre y cada vez más, asentar la Luz, irradiar la Luz, no solamente para vosotros ya que no sois nada si la aceptáis, sino haceros totalmente Transparentes a la Luz y de esta forma realizaréis mejor el Amor, en el sentido más noble y el más incondicional.
El Servicio debe ser Amor y no un servicio de la personalidad que se somete a los dictados, sean los que sean, convenciones (familiares, morales, afectivas o financieras). Recordad también que cuanto más vayáis hacia la Luz, más sumergidos estaréis en la Alegría, sea lo que le ocurra a este cuerpo y lo que ocurra a esta vida. Por supuesto, los periodos oscilantes y la noche negra del alma para muchos de vosotros, se manifiestan de repente, pero no durarán nunca mucho tiempo, porque la Luz es mucho más fuerte que el choque de la humanidad, porque la Luz es mucho más fuerte que la noche oscura del alma, porque concierne al Espíritu, y el Espíritu de Verdad está más que a vuestras puertas, puesto que vosotros sois cada vez más, viviendo las Vibraciones y, en particular, de la Puerta KI-RIS-TI de la espalda, que es el último elemento que os lleva a pasar, de manera definitiva, la Puerta Estrecha. Y, durante esos momentos de Llamada de la Luz, constatáis que es mucho más fácil atrapar cualquier elemento procedente de la personalidad. No tenéis entonces, que hacer esfuerzo puesto que en ese momento, todos los deseos, sean los que sean, se evaporan totalmente en la Luz. En esos momentos es cuando conviene hacer crecer vuestra Luz. En esos momentos es cuando la Alegría os recorre y es vuestra naturaleza en el momento en que es necesario comulgar con la Gracia. Porque es en esos momentos cuando aumentaréis la cantidad de Luz Adamantina y todas las Puertas, los Circuitos, los Hogares que representan la Conciencia del Êtreté, entran en acción en lo que sois. El Yo soy Uno (ver el folleto “Humanidad en devenir”) y todas las técnicas que os ha vuelto a señalar UN AMIGO son efectivamente, los medios más simples (ndr: intervención de UN AMIGO del 28 octubre 2011, en la rúbrica “mensajes para leer”). Pero acordaros en definitiva, que mientras que luchéis, mientras que exista en vosotros, un sentimiento de lucha, mientras que exista en vosotros una pregunta, no podéis vivir el Corazón totalmente. Es, repito, en este periodo particular en el que yo diría, que tenéis cada vez más, que dejar actuar la Luz, no hacer más, contentaros con ser cuando la Luz os llama y sea lo que sea que hagáis, por cierto.
Pensad sin descanso en la Humildad, porque no puede haber verdadera Luz sin Humildad. Mientras que consideréis que sois grandes en Luz, en este mundo, y bien, no podéis vivir la Alegría. La Alegría es un Fuego devorador. Algunos de vosotros lo viven, sea en sus noches, sea en diferentes momentos, contrastando también, cuando se aleja de vosotros, por una razón o por otra, con unos sentimientos de volver a caer en la noche oscura del alma. Pero recordad que la Luz no os deja y que sois vosotros los que la dejáis, en esos momentos. Sin por ello culpabilizar, sin por ello buscar el por qué, porque conviene en esos momentos, simplemente dejar hacer a la Luz, todavía más quizá, para encontrar muy rápido la Alegría interior: ese sentimiento de Unidad y de disolución en la Luz, que marca el paso de la Puerta y el establecimiento en la Unidad, el Sí mismo (o cualquiera que sea el término que empleéis).
En cuanto a mí, yo lo llamo realizar el CRISTO y hacerse el CRISTO. Mucho más allá de un personaje histórico (cuya historia ha sido ampliamente disfrazada) sino como un modelo de perfección en su acción, en sus palabras, en sus dichos y en lo que ha representado realmente, como sentido de sacrificio y de Crucifixión y Resurrección. Ciertamente los momentos que vivís son particulares, perfectamente descritos en los últimos capítulos del Apocalipsis del amado Juan, puesto que es muy exactamente lo que se vive ahora, en la Tierra: la última etapa, la que corresponde al momento en que todas las tempestades y los sellos se han roto, permitiendo la revelación de la Verdad, permitiendo el establecimiento y el retorno de CRISTO, en Conciencia, tal como partió. Cuanto más simples seáis, más asintáis a la Luz y asintáis a la voluntad de no comprender nada, porque no hay nada que comprender. Solamente hay que Ser. Y el Ser no será jamás la mínima comprensión, la mínima justificación, el mínimo miedo y aun menos la mínima pregunta. Si aceptáis este principio, os aproximaréis de manera tangible al Fuego del Corazón, de manera tangible, a la Alegría eterna.
El Canal Marial, si todavía no está realizado, se manifestará a vosotros por medio de una de las Estrellas que será, de alguna forma, vuestro guardián del momento y vuestro testigo del momento, preparando lo que se va a anunciar por CRISTO, por MARÍA y por tota la Confederación Intergaláctica de los Mundos Unificados y Libres. Lo que tenéis que vivir es tan simple, es tan evidente, que lo que se plantea, la cuestión de la evidencia y de la simplicidad no puede ser más que la voluntad personal del ego, habituado a justificar y comprender. Cada día, el acceso a la Luz va a hacerse más y más simple y más y más evidente, a condición de que vayáis a las zonas de resistencia, que no os sometáis a vuestros propios deseos, que solo son la eliminación de ellos por la Luz, justamente. Como decía el CRISTO: “velad y orad” que significa estar atentos a lo que se despliega en vuestra vida, en todas vuestras Comuniones vuestras Gracias, en todo lo que puede ocurrir en vuestra vida, porque es exactamente lo que debe ocurriros, para permitiros convertiros en Luz. Que sea la pérdida de un cuerpo, la pérdida de un padre, la pérdida de una situación o un acontecimiento mucho más feliz (como por ejemplo haceros millonarios). Nada de esto tiene sentido, exceptuado haceros descubrir el sólo y único sentido de la Luz. Todo lo demás no es más que una ilusión. Esto os lo han dicho nuestros Hermanos orientales, desde hace mucho tiempo. Pero ahora es necesario verificarlo, es decir, vivirlo. Mientras que lo pronunciéis simplemente de esta forma, sin vivirlo, no estáis en la Verdad de la Unidad.
Conviene entonces, ser sensible a la Vibración. Conviene estar atento a la Llamada de la Luz, porque esta Llamada se hace cada vez más opresiva, cada vez más Vibrante, cada vez más caliente. Las modificaciones de vuestra Conciencia, y esto se os ha dicho, las pérdidas de memoria, la impresión de no estar aquí, no son una falta de enraizamiento de lo que sea, de huida de lo real, sino precisamente, la entrada en lo real y la salida de la Ilusión. No hay pues que manifestar el más mínimo miedo, ni la mínima inquietud, sino vivir la confianza del Abandono a la Luz para convertiros, vosotros mismos en esta Luz, enteramente.
Nada de lo que antiguo e ilusorio puede persistir cuando la Luz os hacer franquear, por vosotros mismos, la Puerta Estrecha, por tercera vez. En ese momento, descubrís la Alegría eterna. Ninguna manifestación en ese momento, de la personalidad, de vuestras propias emociones restantes o de vuestras propias actividades mentales o de cualquier allegado, puede afectaros, de ninguna manera. Vosotros no estáis, repito, en la indiferencia, sino que estáis en la Alegría eterna y vuestra simple Presencia irradiante de Amor es una Comunión y una Gracia. Por supuesto, en torno a vosotros cada vez más, constataréis que, cuando os establecéis de manera definitiva en ese estado, a veces, aquellos que os parecen los más cercanos van a tener un sentimiento de rechazo, por incomprensión de lo que estáis a punto de transformaros, porque os escapáis a ellos. También hay que comprender lo que estáis viviendo, no a través del intelecto, sino como una Llamada todavía más intensa a vivir la Luz y no a volver a descender en la noche oscura del alma, para complacer a cualquiera.
También en esos momentos y en esta experiencia de vida que es la vuestra, es cuando tenéis que demostraros a vosotros mismos, vuestra aptitud a vivir el CRISTO y no a vivir el compromiso del que os pide lo que sea, porque servir en la Luz, no es responder a una demanda de un ego, cualquiera. Ser el CRISTO es Irradiar. Es recorrer los pasos de CRISTO, es actuar sin querer, es sanar sin quererlo, es ser la Luz y nada más. Y en ese nada más, no hay evidentemente, más lugar para la mínima acción de la personalidad. Estas palabras pueden pareceros a veces duras, a aquellos que todavía no han vivido esto. Pero desde el instante en que lo hayáis vivido, de manera casi completa, no podréis más que reír y sonreír de vuestras propias ataduras y limitaciones, que eran las de la personalidad que habitabais antes, no iluminada por la Luz Vibral, enteramente.
Todas las cosas que representaban para vosotros, una importancia (y hablo de lo que es común a cualquier ser humano en su vida ordinaria) os aparecerá como totalmente ilusorio y totalmente fútil y que no manifiesta de forma alguna, la intensidad o la Verdad de la Luz qué vais a vivir y alcanzar. No hay otra solución que vivir esta Luz, de una manera como de otra. Porque, como se os ha anunciado y de la manera en que habéis sido prevenidos, en particular el Comendador, llegará un tiempo que nadie conoce (ni la Tierra, ni el Padre, ni el CRISTO), en que la colectividad humana, en su totalidad, deberá vivir la Llamada de CRISTO. Por supuesto, la Libertad es total para cada Hermano y Hermana, pero las condiciones de experimentar esta Llamada serán muy diferentes, evidentemente, según lo que hayáis realizado en el Ser, o no realizado en el Ser (estéis más allá de este cuerpo o estéis en este cuerpo), porque la Conciencia es Una. No hay más facilidad de un lado o del otro lado del velo, que comprende la misma ilusión, es decir la encarnación de este lado del velo, o lo que se ha llamado la muerte, del otro lado del velo, que es otra forma de ilusión.
La Resurrección es la Luz. No es el astral, no es la ilusión de la Luz, sino que es la totalidad de vuestro Ser, llamado Êtreté, que está llamado a desvelarse totalmente si no lo ha hecho ya. Pero la mayoría de los signos, la mayor parte de las Vibraciones, la mayoría de las percepciones vuestras, son una Llamada de la Luz. Os corresponde a vosotros responder, abandonándoos cada mas más a la Luz, aceptando que todo es simple y que cuanto más simples seáis, más y más simples se harán las cosas. No es una imaginación, ni una actitud mental sino la Verdad estricta de la instalación de la Luz en este mundo, y el retorno de la Luz a vuestra Conciencia total. No es cuestión de estar simplemente persuadido de mis palabras sino evidentemente, de vivirlas en Verdad, a cada minuto, a cada respiración, para que esta se transforme en vuestra Eternidad. Estad bien lúcidos, sea lo que viváis en la actualidad, que la única Verdad es esta. Que todo lo demás solo son útiles, más o menos reales, que están destinados a haceros vivir esto, si lo aceptáis. Vosotros estáis en el encadenamiento de las circunstancias, Interiores y exteriores de la Tierra y de vuestra Conciencia, para acabar el mecanismo de la Ascensión y la instalación de la nueva Dimensión de Vida, para cada uno de vosotros.
Os hemos hablado hace pocos días, por otras vías, del cielo que se iba a abrir y rasgarse, dejando aparecer la Luz y poniendo fin de manera particular, al aislamiento. Esto tampoco es una imaginación, puesto que se os ha anunciado hace pocos días, en diversos lugares del mundo, por el signo del sol, mayor. Otros signos, por supuesto, ligados al rasgado del cielo, como los sonidos, son también importantes. Estos han sido perceptibles, donde estéis en la Tierra, en un momento dado o en otro. Esos sonidos que están llamados a hacerse permanentes. En ese momento, sabréis que el rasgado del cielo es más que inminente, llamándoos entonces, en Conciencia, por el CRISTO y la Luz blanca, a llevar a término lo que tenéis que realizar en vuestro estado de Ser. Porque después, será no imposible (puesto que cada uno va a vivir la Luz), sino que os será mucho más difícil estableceros, de manera definitiva, en la Luz, que es vuestra naturaleza profunda, eterna y verdadera, para cada uno. Pero el principio de Libertad y de libre albedrío (para aquellos que se adhieren) implica que cada alma debe permanecer Libre de su vivencia, incluso frente a la Luz. Porque la Luz es Libertad y ella no puede imponeros la Libertad, si vosotros no lo habéis decidido, por el Abandono. No hay pues que preocuparse de lo que sea o de quien sea.
Los tiempos que vienen, los tiempos que vivís, si aceptáis la Luz, si vivís la Gracia y la Comunión, si establecéis esta Gracia y esta comunión, en torno a vosotros, no hay ningún problema, ninguna cuestión que plantearse, si no, la de ser vosotros mismos, enteramente. Y cuanto más seáis vosotros mismos, en la Humildad, en la Simplicidad y en la Transparencia, más y más rápido os estableceréis en la Luz que sois, desde la Eternidad. He aquí las pocas palabras, que no añaden nada nuevo en relación a lo que se os ha dado ampliamente, pero he aportado mi Vibración de Melquisedech de la Tierra también, un elemento Vibratorio para vosotros. Tenemos aun algunos instantes, si tenéis preguntas en relación a este proceso y únicamente en relación a este proceso, entonces, responderé con la misma Vibración.
Pregunta: ¿ver con los ojos cerrados el cielo, como un tejido de color rojo anaranjado con un triángulo que se oscurece, es lo que se ha llamado el rasgado del cielo?
En el momento actual, la activación completa de la Corona Radiante de la cabeza, en la humanidad (incluso para aquellos que no viven esta Corona), permite haber transformado lo que se llamaba visión Luciferina falsificada, por la visión eterica. Lo que explica que un número siempre más grande de Hermanos y Hermanas (que no viven por tanto, de manera formal y segura, la Corona Radiante del Corazón) tienen la posibilidad de acceder a percepciones visuales, con los ojos cerrados, que no están en relación con el 3er ojo. Ciertamente, existen elementos que están innegablemente ligados a la matriz y a la ilusión pero, en esta visión, se inscriben también los procesos que en particular corresponden a lo que podríamos denominar las formas geométricas, que son la estructura que toma la Luz en su acción, sobre vosotros como sobre el mundo. Ahora, querida Hermana, yo te pido acordarte que no es la explicación de lo que pasa en ti o en el cielo, lo que te hará vivir la Luz sino la Luz en sí misma. Desde que hay necesidad de explicar o de comprender, salís inmediatamente del Corazón, aunque el mecanismo inicial de percepciones, de vibraciones, de sonidos, viene realmente, de aceptarlo y de hacerse también, extremadamente Simples, es decir no buscar tener una explicación, sea la que sea, porque desde el instante en que hay demanda de explicación, el Fuego del Corazón se apaga. Muchas cosas pasan en vosotros, muchas cosas pasan y pasarán en la Tierra, cada vez más evidentes e importantes, aunque, repito, en este país y esta parte de Europa, estéis más preservados por el momento, pero esos procesos se desarrollan de igual forma en toda la Tierra. Es seductor para el intelecto y la personalidad, comprender. Pero si aceptáis no comprender nada, la Luz crecerá. Vosotros decidís.
La Luz no tiene necesidad de explicaciones, puesto que ella es la explicación. La explicación será siempre una proyección exterior, cualquiera que sea el proceso. La vivencia de la Luz será siempre una vivencia Interior, donde no existe ninguna necesidad de explicación. Esto lo viviréis de manera cada vez más cierta y de manera más y más consciente. El objetivo de CRISTO, cuando pasó por la Tierra ¿cuál era? La Luz. El Reino. ¿Os ha hablado un día, de lo que él vivía? ¿Os ha dejado un día, un testimonio de sus dolores o sus percepciones? En resumen y, cuanto más vayan pasando los días, más os daréis cuenta vosotros mismos que mientras intentéis hablar de vosotros, no podréis ser Él. Cuando la conciencia de esto os invada, viviréis la Felicidad total. Hacerse pequeño, como yo decía durante mi vida, en esta Tierra, no es una palabra vacía y no es una fantasía o imaginación: es la Verdad estricta. Ser Todo o ser Uno, es aceptar no ser nada en la vida personal. Y, repito, esto no es una cuestión de riqueza exterior, sino más bien de Pobreza Interior. Ninguno de los elementos que pertenecen a la conciencia limitada o fragmentada (que sea vuestra propia historia, vuestra propia vivencia, vuestros propios afectos) no representan ningún seguro para vivir la Luz. El paso de la fragmentación a la Unidad es una revolución total. Hasta el presente muchos habéis vivido toques sucesivos, aproximándoos, como os hemos dicho, a la Puerta Estrecha.
Es tiempo ahora, de Ser y no de jugar a Ser. Es tiempo de ser la Luz que no tiene nada que ver, como lo constataréis vosotros mismos, de otra cosa que la Luz. El cuerpo es el Templo donde se realiza esta transformación. Nuestros amigos orientales en cierto modo, han estado culturalmente cercanos a esta noción, lo que es más duro, incluso en camino espiritual, para un occidental. Pero al estar la Luz cada vez más presente, esto debería hacerse más y más simple y fácil. Según la expresión figurada de nuestro Comendador: mientras que mantengáis lo que sea en el tarro, no estáis libres del tarro y permanecéis encadenados.
No tenemos más preguntas, os damos las gracias.
Queridas Hermanas y queridos Hermanos, todos unidos en la Alegría eterna de CRISTO, yo comulgo, y concedo Gracia. Como Melquisedech de la Tierra, yo comulgaré con vosotros, de manera más específica en el momento del Alineamiento común planetario. Que el CRISTO sea vuestra Morada. Que la Verdad y la Simplicidad sean vuestro estado. Con todo el Amor del Maestro Philippe.
Hasta pronto.